A RÍA NON SE VENDE TIENE EL APOYO DE LOS PESCADORES
Ría de Vigo: tejiendo redes por el medio

18 colectivos sociales, vecinales y ecologistas luchan
unidos desde hace tres años contra la contaminación
marítima y la urbanización sin control.

15/01/10 · 0:00
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La ría de Vigo, principal área metropolitana
de Galicia, zona industrial,
pesquera, polo de atracción turística
y puerto mercante, se ha convertido
en un escenario de conflictos territoriales
en el que distintos intereses
se confrontan. En esa lucha, colectivos
sociales, vecinales o ecologistas
que antes operaban de forma individual
cumplen ya tres años de acción
coordinada a través de la red. En Cangas, los vecinos paralizan
desde hace cuatro años la construcción
del puerto deportivo de Massó
al interponerse entre los camiones y
las obras. Cuando empezaron eran
menos que los 300 de Esparta. En
la última manifestación, este verano,
sumaron más de 5.000. “De
2005 a 2007, la empresa subcontratada
no pudo hacer más allá de
un pequeño relleno. Inicialmente no
había mucha gente, los del Foro
Social de Cangas
, sobre todo”,
recuerda Cándido Martínez, de Luita
Verde
. En mayo de 2009, la promotora
intenta retomar la obra, acompañada
de las fuerzas de seguridad.
La movilización se salda con 17
detenidos pero los trabajos se
paran. “Fue importante que la cofradía
declarara que no quería indemnizaciones
sino la paralización del
puerto”, valora Cándido. (ARNSV), una iniciativa
de cooperación que encontró
eco en toda la comunidad a través
de Galiza Non Se Vende.

Ambas redes han surgido tratando
de mantenerse al margen de influencias
políticas. En el recuerdo, las ruinas
de Nunca Máis y la experiencia
en Vigo de una plataforma de defensa
de la ría que trató de coartar distintas
reivindicaciones –apuntan en
ARNSV– una vez que BNG y PSdeG
llegaron a la alcaldía. “En la Xunta,
con el anterior Gobierno bipartito fue
mal porque ellos percibían que atacábamos
a un supuesto Gobierno de
izquierdas”, explica Duarte Ferrín,
del colectivo vecinal Bouzas Móvete.

Los apoyos de la red se asientan
en los colectivos y en una opinión pública
que consideran favorable: “A la
gente le llega directamente el problema.
Ven que la ría se convierte en
una cloaca, ven los rellenos y muchos
kilómetros de instalaciones portuarias”,
observa Ferrín. “La prueba
de la concienciación está en que la
misma presidenta de la Autoridad
Portuaria, Corina Porro [ex alcaldesa
de Vigo por el PP], se pronuncia
contra los rellenos, aunque luego haga
lo contrario de lo que dice”.
El caso del puerto deportivo de
Massó, que se llevaría por delante
uno de los principales bancos marisqueros
de la ría, representa un hito
de movilización social (ver recuadro).

La implicación de la cofradía pesquera
de Cangas en la movilización de
Massó constituye un referente. “Los
marineros son los más afectados por
la contaminación y los rellenos y son
los que tendrían que estar en primera
línea”, sopesa Ferrín. De la misma
forma opina Xosé Reigosa, de Salvemos
Monteferro: “Creo que hace
cinco años sería impensable su participación,
pero ellos también ven la
reducción de capturas y la destrucción
de bancos”.

En la última movilización contra
los rellenos en la ría de Vigo, este otoño,
más cofradías se sumaron a la de
Cangas en el apoyo a ARNSV, si bien
la suma de nuevos apoyos sociales y
de implicación es una cuenta aún
pendiente. “Lo primero es que los distintos
colectivos de ARNSV nos vayamos
conociendo y trabajando más
en conjunto”, valora Cándido Martínez.
“Llegar más allá es complicado,
hay muchos colectivos politizados,
bastante verticales, enquistados,
con directivas que llevan tiempo y sin
funcionamiento operativo. Hablo de
algún movimiento social, vecinal e
incluso de defensa del medio”, añade.
Un diagnóstico que tampoco es
ajeno a parte de las cofradías.

Otro problema radica en una dura
oposición política y judicial. Sólo
en el caso de Massó, Reigosa cifra
en un centenar los juicios por obstrucción
de la obra, una parte ya resueltos
con multas e incluso órdenes
de alejamiento de las obras. En
2008, un acto simbólico en la sede
de la Xunta en Vigo con motivo del
aniversario del Prestige se saldó con
multas de 780 euros por persona.
ARNSV apunta a la Subdelegación
del Gobierno en Pontevedra. “Ese
día hubo actos similares en otras
ciudades, pero fuimos los únicos
multados”, recuerdan. “Así es difícil
plantearse más acciones”, explica
Ferrín. “Es la forma que tienen de
coartarnos. Nos cargan de multas y
no tenemos ni un duro” –concluye
Reigosa–. Aún así aguantamos. No
esperamos grandes éxitos repentinos,
pero sí que no se hagan las cosas
sobre nuestro silencio”.

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En Cangas, los vecinos paralizan
desde hace cuatro años la construcción
del puerto deportivo de Massó
al interponerse entre los camiones y
las obras. Cuando empezaron eran
menos que los 300 de Esparta. En
la última manifestación, este verano,
sumaron más de 5.000. «De
2005 a 2007, la empresa subcontratada
no pudo hacer más allá de
un pequeño relleno. Inicialmente no
había mucha gente, los del Foro
Social de Cangas, sobre todo»,
recuerda Cándido Martínez, de Luita
Verde. En mayo de 2009, la promotora
intenta retomar la obra, acompañada
de las fuerzas de seguridad.
La movilización se salda con 17
detenidos pero los trabajos se
paran. «Fue importante que la cofradía
declarara que no quería indemnizaciones
sino la paralización del
puerto», valora Cándido.

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