Conflicto colombiano
Opción de vida y neutralidad
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Simone Bruno
Papel mojado. Desde 1993 la Ley 70 reconoce la propiedad colectiva inalienable de los territorios de las comunidades, pero éstas se ven forzadas a desplazarse.
06/02/06 · 22:40
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Simone Bruno
Papel mojado. Desde 1993 la Ley 70 reconoce la propiedad colectiva inalienable de los territorios de las comunidades, pero éstas se ven forzadas a desplazarse.

Las Comunidades de Paz en Colombia son una alternativa que se contrapone a la guerra vigente en el país. Su opción es la neutralidad; intentan crear espacios posibles de vida en un país desangrado por el conflicto a través del rechazo de las armas y de la colaboración con actores armados: Ejército-paramilitares y guerrillas.
Estas Comunidades de Paz fueron creadas a partir de 1997, sobre todo por desplazados que reivindicaban su derecho a vivir en paz y a ser dueños de sus tierras, con el auspicio, en principio, de algunos sectores de la Iglesia y de ciertas organizaciones colombianas. Las comunidades solicitan ser neutrales y solicitan que los crímenes de los que han sido, y son, objeto no queden en la impunidad. Piden, en fin, el derecho a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación.
Pero esta opción de vida y neutralidad no es garantía de supervivencia. Las Comunidades de Paz han sufrido, desde su constitución, horrorosas masacres, la más reciente en febrero de 2005 (ocho personas fueron asesinadas por el Ejército colombiano), y son objeto de continuas amenazas y descrédito por parte de las instituciones estatales y paraestatales, que las acusan de ser partidarias de la guerrilla. También son perseguidas a través de la judicialización de sus integrantes.

Ante todo ello, las comunidades proponen alternativas políticas, enfrentándose al sistema que ampara la impunidad. También, alternativas jurídicas que rompan con la actual justicia que les aplica un Estado paramilitarizado; iniciativas económicas que permitan la soberanía alimentaria a través de una red de mercado solidario no-capitalista; y experiencias pedagógicas que apuesten por una educación que genere espacios para la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria.

Otras interesantes propuestas de las Comunidades son las que se refieren a sus procesos internos, basados en lo comunitario y en lo participativo. Precisamente para preservar estos procesos, conseguir la ruptura con el sistema y crear los lazos de solidaridad necesarios frente a las situaciones que están viviendo, algunas comunidades han creado la Red de Comunidades en Ruptura y Resistencia (RECORRE) de la que forma parte la Comunidad de San José de Apartadó.

Las Comunidades de Paz son un desafío para la comunidad internacional y por ello solicitan presencia internacional, presencia que implique solidaridad y sirva para visibilizarlas y evitar nuevas acciones contra ellas. El pasado septiembre se celebró en Italia el III Foro Internacional Colombia Vive, bajo el título Estrategias de Resistencia Civil No-Violenta de las Comunidades de Paz en Colombia, en el cual se insistió sobre la necesidad del acompañamiento internacional a las comunidades, ya que es fuente de esperanza y les hace sentir que no están solas en su lucha y en su labor de resistencia.

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