Un verano más, los pueblos y ciudades de nuestra
geografía se preparan para acoger sus fiestas populares.
En muchas de ellas, con un escaso control
por parte de la Administración, se organizarán espectáculos
taurinos. El movimiento contra la tauromaquia,
por su parte, muy activo en los últimos
tiempos, prepara su réplica en forma de denuncia
pública contra el maltrato de los animales. Sus acciones
directas en plazas de toros y encierros, más
allá de la hostilidad manifiesta de los aficionados a
la lidia, cada vez más minoritarios, han conseguido
extender la oposición a esta forma de “tortura”.
- Desnudos contra las corridas. Cientos de activistas protestaron el pasado 21 de mayo frente a la plaza de Las Ventas. AUTOR: José Alfonso / ISSO Press
“El mundo del negocio taurino trata
de moverse para aparentar que sigue
vivo y con futuro pero lo importante
es que sigue aumentando la
edad media de los aficionados. Puede
parecer que hay más toreo porque
hay más información sobre toros
y toreros. Pero si preguntas en la
calle la respuesta será indudable: a la
gente joven no le interesan los toros,
salvo excepciones. ¿Por qué sino se
oponen los taurinos a que la Administración
consulte a la sociedad sobre
el tema?”, se pregunta Eneko Pérez,
de la organización Equanimal.
Según un estudio realizado por Gallup
en 2006, el 72,1% de la población
del Estado afirma no tener ningún
interés en los espectáculos taurinos,
un porcentaje que sube al 78,5%
en las mujeres y al 81,7% en las personas
entre 15 y 24 años. Una pérdida
de simpatías que tiene su reflejo
en las corridas de toros, que según
datos de Interior cayeron un 15,4%
en 2008 respecto al año anterior. Por
contra, los festejos menores (como
becerradas o el toreo cómico) crecieron
un 4,6%. A pesar de estos datos,
las Comunidades Autónomas siguen
dando ayudas millonarias al mundo
del toreo y sólo la Junta de Andalucía
incrementó la financiación para las
escuelas taurinas de 300.000 a
400.000 euros en el último año, lo
que permitió la creación de cuatro
nuevas escuelas en la región.
Al descenso de una actividad que
la mayoría considera anacrónica ha
contribuido el trabajo de denuncia
del pujante y variado movimiento
contra la tauromaquia, que con sus
acciones muestra la cara menos
amable de la “Fiesta nacional”: el sufrimiento
de los animales y los intereses
empresariales de la lidia y sus
conexiones políticas. La mayoría de
los grupos antitaurinos, PACMA,
Equanimal, Defensa Animal y AnimaNaturalis,
entre ellos, enmarcan
su denuncia en una lucha más general
contra el especismo (discriminación
basada en la especie) y por los
derechos de los animales. Así, se
oponen a que éstos sean usados como
comida, entretenimiento, experimentación
y vestimenta.
El éxito de los desnudos ante las
plazas de Pamplona o Madrid de
AnimaNaturalis y PETA, la actividad
de la Asociación de Veterinarios
Abolicionistas de la Tauromaquia o
los arriesgados asaltos a los fosos
taurinos de Equanimal, una entidad
que nace en 2006 de la fusión de dos
grupos históricos (Alternativa para
la Liberación Animal y Derechos para
los Animales), además de proyectar
la denuncia más allá de nuestras
fronteras, muestran el crecimiento
de un movimiento cada vez más profesionalizado,
solvente y activo.
Los encierros, tampoco
En un comunicado oficial, PACMA
señala al Ayuntamiento de Pamplona
como responsable de la muerte
de un corredor en los pasados
encierros de San Fermín.
Además del estrés que, a niveles
intolerables, se producen a los animales,
se obvia por sistema que
son sacrificados tras el encierro en
la mayoría de las ocasiones. Todo
ello justificado por la importante
fuente de ingresos que supone para
la ciudad. Son las fiestas populares
donde se producen las más altas
dosis de crueldad y que menos se
ciñen a la “tradición” taurina.
FORTALEZAS
GRAN IMPACTO MEDIÁTICO:
Los encierros de personas desnudas
en San Fermín o las performances
de cientos de activistas ante las plazas
de toros consiguen llevar a primera
plana la oposición a la lidia.
LA DENUNCIA SE DA EN TERRENO FÉRTIL:
Según la última encuesta sobre tauromaquia,
realizada por el gobierno de
Castilla La Mancha en 2007, la población
española valora con un 3,3
(sobre 10) su gusto por los toros.
ELEVADA IMPLICACIÓN DEL ACTIVISMO:
Si algo define a los activistas antitaurinos
y, en general, a los animalistas
es su perseverancia. El respeto
por los animales se traslada a
todos los ámbitos de sus vidas.
DEBILIDADES:
IMAGEN DE EXTREMISMO:
La imagen de “veganos radicales”
que a menudo se proyecta de los
activistas no ayuda al crecimiento
de un movimiento que usa como
arma la acción directa noviolenta.
EXCESO DE PASIÓN:
Aunque la pasión con la que viven los
activistas su trabajo de denuncia es
también una virtud, a veces juega en
contra de la eficacia de las acciones
y hace perder la perspectiva global.
INCAPACIDAD DE VER A LARGO PLAZO:
Centrados en conseguir objetivos
aquí y ahora, a través de todo tipo
de actividades, los grupos antitaurinos
muchas veces descuidan la
estrategia a largo plazo.
UN PARTIDO ANTITAURINO, NOVENA FUERZA POLÍTICA EN LA ‘PIEL DE TORO’
- Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal
RAFA CALLEJA (REDACCIÓN)
Una de las pocas noticias relevantes
que arrojaron los datos
de las pasadas elecciones al
Parlamento Europeo fue que el
debutante y especializado Partido
Antitaurino Contra el Maltrato
Animal (PACMA) se convirtiera,
con 45.000 votos, en la
novena fuerza política del Estado
español. Silvia Barquero,
responsable de comunicación
del partido, indicó a DIAGONAL
que están “contentos con los
resultados, pero no son una
sorpresa. Partidos especializados
como el nuestro ofrecen
una alternativa al actual panorama
de la política institucional”.
PACMA no pretende ser
flor de un día y se marca fines a
medio y largo plazo: “Nuestro
objetivo es alcanzar representación
parlamentaria y que se tengan
en cuenta todos esos votos
que han priorizado la necesidad
de la defensa de los derechos
de los animales. Queremos dar
caña política”.
Aunque pueda parecer lo contrario,
el respeto a los derechos
de los animales no ha empapado
aún el programa de muchos
partidos. De hecho, el PP
defiende abiertamente la celebración
de corridas de toros y el
PSOE ha vuelto a incumplir sus
promesas electorales en esta
materia. “Prometieron una leymarco
de defensa de los derechos
de los animales para esta
legislatura. Desde PACMA
hemos insistido al Gobierno
para que cumpla y la promulgue
de una vez”, comenta Barquero.
Los datos obtenidos del
Ministerio de Interior, que es el
organismo encargado de legislar
y controlar este tipo de espectáculos,
ofrecen cifras inimaginables
en cualquier otro Estado
que se pretenda “civilizado”:
13.349 toros, novillos y becerros
menores de cuatro años,
fueron sacrificados, el 80% en
los 15.000 festejos populares
que se celebran cada año con
los animales como tristes protagonistas
y el resto en corridas. A
esta carnicería hay que añadir la
incompetencia del Ministerio en
cuestión: “Incumple sistemáticamente
el Reglamento de Espectáculos
Taurinos al no facilitar
los datos por comunidades ni
tienen idea de los festejos concretos”,
apuntan desde PACMA.
En una sociedad con un gran desconocimiento del reino
animal, movimientos como el
que ha dado voz PACMA en
las últimas elecciones tienen
mucho trabajo que hacer.
“Proponemos un cambio de
actitud”, expone Silvia Barquero,
a modo de declaración
de principios. “Queremos
ser una lucha más
dentro de los movimientos
sociales, para incluir en
nuestro círculo de consideración
moral a los animales,
los más desfavorecidos y
olvidados, aunque sienten y
sufren como nosotros”.
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