Murray Bookchin, el visionario teórico y fundador de la Ecología Social murió
la edad de 85 años el pasado 30 de julio de 2006. Desde los años ‘60, su
obra ha inspirado a varias generaciones de ecologistas y activistas sociales.
A lo largo de una prolífica
carrera de escritor, profesor y
activista, Bookchin forjó una
mirada antiautoritaria enraizada en
la ecología, la filosofía dialéctica y
la izquierda libertaria. Durante los
años ‘50 y ‘60, Bookchin construyó
sobre el legado de la filosofía social
utópica y la teoría crítica, cuestionando
la primacía del marxismo en
la izquierda y enlazando la crisis
contemporánea ecológica y urbana
con problemas de jerarquía social y
de capital en general.
En ese tiempo fue pionero en
definir una nueva síntesis filosófica
y política, bautizada como ecología
social con miras a reclamar el
poder político local, por medio de la
democracia popular directa, y en
contra de la consolidación y centralización
del Estado-nación.
La dimensión utópica de la ecología
social de Bookchin inspiró a
varias generaciones de activistas
ecologistas y sociales, desde los
primeros movimientos ecologistas a
los movimientos de vuelta a la tierra,
antinucleares y de tecnologías
sostenibles, los comienzos de la
política verde y la agricultura ecológica
en los ‘80, y el movimiento de
justicia global antiautoritario que
tomó cuerpo en 1999 en las calles
de Seattle. E incluso con numerosos
movimientos sociales inspirándose
en sus ideas, Bookchin permaneció
como un crítico incansable
de las corrientes en esos movimientos
que encontraba profundamente
preocupantes, incluyendo el giro de
la nueva izquierda hacia el marxismo-
leninismo a finales de los ‘60,
las tendencias hacia el misticismo y
la misantropía en el movimiento
ecologista radical, y el creciente
enfoque en el individualismo entre
los anarquistas de 1990.
Bookchín creció en una familia
de izquierdas en el Bronx en los
años ‘20. Disfrutaba contando su
expulsión de la Liga Juvenil Comunista
por criticar abiertamente a
Stalin, su corto flirteo con el trotskismo
y su acercamiento al anarquismo
gracias a veteranos del
movimiento sindical de inmigrantes
en los ‘50.
Académico autodidacta, Bookchin
trabajó como profesor en el
Ramapo College de Nueva Jersey a
pesar de su falta de credenciales
académicas convencionales. Publicó
más de 20 libros y cientos de
artículos durante su vida. En La ecología
de la libertad (1982) examina
los legados paralelos de dominación
y libertad en las sociedades
humanas, desde la prehistoria
hasta la actualidad. En La tercera
revolución, exploraba las corrientes
antiautoritarias a lo largo de la tradición
revolucionaria occidental. Y
también estudió el anarquismo ibérico,
como recoge su prolijo libro
Recordar España: la revolución
anarquista y sindicalista de 1936.
Al mismo tiempo criticó la falta de
rigor filosófico que a menudo ha
lastrado la tradición anarquista, y la
dotó de un soporte teórico tomado
de la filosofía dialéctica, en particular
de la obra de Aristóteles y Hegel.
También se volvió crítico con la
Escuela de Frankfurt, así como con
obras de Marx y Lenin.
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