Crónica del encierro por la dación en pago
Movilizan a 185 antidisturbios para desalojar a 150 activistas de la PAH de una sede del Banco Popular

La policía catalana tarda una hora y media en desalojar a la PAH de una sede del Banco Popular la noche del miércoles.

11/07/13 · 11:03

La rotura de las negociaciones por parte de la dirección del Banco Popular, una orden de desalojo del juzgado de instrucción 2 de Barcelona y un enorme dispositivo policial planificado desde el Departamento de Interior hicieron piña la pasada noche contra la PAH. La acción simbólica de ocupar una oficina de la Rambla 128 de Barcelona finalizó a las once de la noche con la llegada de 16 furgones de la Brigada Móvil y siete del ARRO Barcelona. La actuación policial ha mostrado de rebote la cada vez más amplia complicidad y simpatía de la ciudadanía hacia este movimiento social.

Después de ocho horas de negociaciones los representantes de la entidad financiera, encabezados por Alejandro Kowalski, se levantaron de la mesa y salieron de la oficina. No sólo han dado por finiquitados los acuerdos con Jose Antonio, que reclama la dación en pago y la condonación de la deuda pendiente por un crédito multidivisa, sino que han materializado una denuncia por la ocupación del establecimiento ante los Mossos.

La policía catalana, a pesar de no haber actuado nunca así hasta ahora, ha pedido autorización al juzgado de guardia de Barcelona antes de proceder al desalojo. La magistrada de instrucción 2 de la ciudad lo ha ordenado por escrito después de haber recibido la petición también por escrito del Banco Popular. En el interior de la entidad había más de 150 personas encerradas que pasaron todo el día y pensaban pasar la noche, y en el exterior sumaban más de 200, con el añadido de la llegada constante de nuevas activistas de núcleos de la PAH en todo el territorio catalán y las simpatías y complicidades de peatones y vehículos que circulaban por delante y hacían sonar el claxon. Comitivas de Martorell y Sabadell, por ejemplo, ha, llegado paralelamente a la irrupción del dispositivo de antidisturbios.

Eran 185 agentes, la mayoría provenientes de la comisaría central de Sabadell, adscritos a las unidades 4 y 7 de la Brigada Móvil, pero también había de la comisaría de antidisturbios ARRO del paseo de Torras i Bages de Barcelona, ​​de la ABP Ciudad Vieja, y de las unidades de mediación, videovigilancia, información y prensa. La Rambla y la calle Canuda han quedado ocupadas por los furgones, y los agentes han perímetros toda la zona. La mitad de los antidisturbios iban sin identificar y la otra mitad llevaba el larguísimo e imposible de memorizar NOP. El desalojo se prolongó durante una hora y media. Los policías levantaban una a una a las activistas del suelo, en algunos casos con muy poco cuidado y con el resultado de visibles hematomas en los brazos. Con dos cámaras han registrado repetidamente todas y cada una de las caras de la gente desalojada y de aquella que se iba concentrando en el exterior al grito de "Sí se puede" o levantando los brazos con el clásico "Estas son nuestras armas ". Gran ovación cada vez que salía una activista de la oficina custodiada por dos agentes encapuchados. En algunos casos sin embargo, los policías se llevaron una considerable bronca, sobre todo por tratar con desprecio y agresividad a personas de avanzada edad. Ha sido el caso de un empujón contra una abuela efectuada por el antidisturbios D411A4480, con la correspondiente abucheada de respuesta que ha estado a punto desencadenar una gratuita carga policial.

Alegría, convicción y solidaridad ante los encapuchados

Jose Antonio, el afectado por el crédito multidivisa del Banco Popular que ha impulsado la acción de hoy, valoraba la actuación policial como vergonzosa y hacía la siguiente reflexión: "Los partidos que gobiernan están financiados por el Banco Popular, el Banco Popular nos estafa y nos deja sin dinero ni vivienda, y ahora el Gobierno utiliza la policía que pagamos con dinero público de todos para desalojarnos y defender los intereses de los que nos han robado ". Adrià ha dirigido megáfono en mano a toda la gente concentrada y les ha dicho: "sois lo mejor que me ha pasado en la vida". De esta manera se ponía el colofón a una noche cargada de emotividad, donde las activistas han demostrado solidaridad, convicción, determinación y alegría, a pesar de estar encarándose con unos funcionarios encapuchados y con un elevado grado de insensibilidad que hacían el clásico "obedecer órdenes" y poco más, tal y como alguno de ellos ha encargado de recordar en voz baja para que no los escucharan sus mandos. La paradoja es que algunos mandos, dirigiéndose a portavoces de la PAH, también han explicado en voz baja y sin que lo oyeran los agentes que ellos sólo hacían que obedecer órdenes, pero que incluso podían compartir a nivel personal las razones de la protesta. "Hoy marchamos, pero mañana volveremos", ha sido una de las últimas consignas lanzadas esta noche, y que seguro se hará bien real en breve. Y dos anécdotas que quizá no lo son tanto: las trabajadoras del restaurante pared con pared a la izquierda de la oficina del Banco Popular han guardado el equipo de sonido de la PAH hasta el día siguiente; al restaurante pared con pared a la derecha de la oficina han respondido así a este redactor: "si eres de la Directa sí puedes cargar el móvil en la barra". Algo está cambiando.

Artículo publicado originalmente en La Directa

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

Tienda El Salto