BARRIOS // INQUILINOS SE RESISTEN A ABANDONAR SUS CASAS, QUE LOS PROPIETARIOS QUIEREN VENDER
Guadalcanal, en lucha por la vivienda

La Semana de Lucha hizo parada en el barrio de Begoña. Allí,
un bloque de inquilinos de la calle Guadalcanal lleva más de
un año movilizándose para evitar que los propietarios les
echen de sus viviendas y vendan el edificio al mejor postor.

15/05/08 · 0:00
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SOLIDARIDAD. La manifestación del 1
de Mayo apoyó a los vecinos de Begoña / Marta

Este año, no mucho tiempo
después de comenzar la
marcha del 1 de Mayo, a
su paso por el barrio de
Begoña, el cortejo se detuvo para
acoger la incorporación de un grupo
de vecinos y vecinas de esta zona
de Sevilla. Uno de ellos, haciendo
las veces de portavoz vecinal, se
dirigió a los asistentes a la manifestación
para hacerles participes de la
problemática que desde hace años
padece el barrio. Encabezaba una
acción de las muchas que confeccionaron
la primera Semana de
Lucha Social de la ciudad.

Begoña es un barrio obrero del
norte de Sevilla, un lugar que se pobló
en los años ‘60 con emigrantes
provenientes del campo, envejecido
hoy como ocurre en tantos otros
barrios similares, y que como otros
acoge una nueva oleada de inmigración
obrera, esta vez de regiones
más lejanas. Estas características
no lo hacen ser un barrio especial
respecto a los agentes del mercado
inmobiliario, que acuden a sus
calles para sacar partido de la necesidad
ineludible de un techo, ni
tampoco el hecho de que se multipliquen
por esta causa el hacinamiento,
la infravivienda o los desalojos
de las personas que no tienen
los recursos suficientes para
mantener un alquiler o comprar
una vivienda. Al vecindario, curtido
en decenas de batallas, tampoco le
sorprende la inhibición de la administración
local, bastante preocupada
en vender la ciudad a las clases
altas, a los ‘guiris’ o a las empresas,
y que deja a la población
más vulnerable y a los barrios menos
‘deseados’ a merced de la muy
liberal ley de la selva.

Un grupo de vecinos de un bloque
de la calle Guadalcanal del
mencionado barrio lleva más de un
año en pie de guerra. No para que
quiten los bancos, construyan un
aparcamiento o cierren una plaza:
tienen problemas más acuciantes,
luchan para preservar sus viviendas.
El edificio que habitan fue adquirido
por Promociones Ópera,
que en un épica interpretación del
muy popular abuso inmobiliario,
decidió que no le interesaba mantener
a los vecinos en régimen de alquiler
y optó por dejarlos de patitas
en la calle para vender los pisos.
Los vecinos, algunos de los cuales
viven en el barrio desde hace 20
años y que no han faltado un mes al
pago de su alquiler, no entienden ni
admiten que tengan que dejar sus
viviendas para saciar el hambre de
beneficios de una empresa promotora
o una inmobiliaria. Por ello, piden
que la Administración se haga
cargo el edificio, que ha sido lo suficientemente
abandonado por la
propiedad y presenta un estado de
deterioro tal que ya debería haber
entrado en el estrecho margen que
motiva una expropiación.

Tanto la Junta de Andalucía como
la Administración municipal hacen
oídos sordos y –tan poco amigos
de la libertad de expresión como
amigos de la libertad de mercado–
condenaron a arresto domiciliario y
multa a dos jóvenes vecinos que, con
objeto de reclamar soluciones para
este caso, se atrevieron a interrumpir
el discurso de Chaves en la conmemoración
del Día de Andalucía.
Pero los vecinos no se rinden, porque
no pueden vivir sin un techo y
no es fácil para nadie hoy día encontrar
uno, y seguirán luchando, interrumpiendo
y protestando.

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