ECOALDEAS: CONSTRUYENDO COMUNIDADES SOSTENIBLES
EXPERIENCIAS EN EL ESTADO ESPAÑOL

Cada vez más gente es consciente de los límites de
nuestro planeta y quiere minimizar el impacto de
su vida sobre él. La globalización neoliberal acrecienta
las desigualdades a lo largo y ancho del
mundo. La calidad de vida y los servicios públicos
sufren un deterioro progresivo. El Programa
Medioambiental de Naciones Unidas advertía, ya
en 1999, de que “el rumbo actual es insostenible,
posponer las acciones ya no es una opción”. En estas
páginas se abordan experiencias reales, tanto
en el Estado español como a nivel global, que abordan
estos aspectos de una forma integral.

01/02/07 · 0:00
Edición impresa



Amayuelas: construyendo un municipio ecológico

Amayuelas pretende ser
un municipio ecológico y
demostrar que en los
núcleos rurales es posible
seguir viviendo, trabajando
y generando
riqueza siendo respetuosos
con el medio
ambiente. Tras las migraciones
de jornaleros sin
tierra en los años ‘70,
desde principios de los
años ‘90 un grupo de
personas, con el apoyo
de algunas instituciones,
empezó a trabajar en la
reactivación económica
del pueblo. En 1996 se
crea el Centro de Investigación
y Formación en
Actividades Económicas
Sostenibles, con la base
de “recuperar la cultura
campesina, donde está
la base de la ecología” y
con los objetivos de
mantener y mejorar la
riqueza de la tierra, vivir
con escaso consumo y
conservar antiguas
maneras de producir sin
renunciar a técnicas
modernas. En 2004 se
creó la Universidad Rural
Paulo Freire “como movimiento
asociativo en proceso
permanente de
construcción de diversos
espacios educativos”, la
cual dinamiza el Foro
para el Diálogo y la
Expresión de Nuevas Utopías
e imparte la Cátedra
de Agroecología. Otras
de sus actividades son el
proyecto Pueblo-Escuela,
bioconstrucción con tierra,
energías renovables,
proyectos de investigación
y agricultura y ganadería
ecológicas (pan,
verduras, cereales y
carne de cordero y
pollo). Desde finales de
2006 participan en la
producción y distribución
de la “cesta eco-lógica;
alimentos con responsabilidad
social” a través
de las Redes de Consumo
de Palencia y Valladolid.

Hay entre 15 y 20
residentes permanentes
y sus instalaciones incluyen
albergue, comedores
para 100 personas,
aulas de estudio, biblioteca
y centro de documentación.
Más info:
nodo50.org/amayuelas


Artiborain: rehabitando
pueblos abandonados


La Asociación Artiborain
engloba a los pueblos de
Artosilla, Ibort y Aineto,
que fueron rehabitados
durante los años ‘80 en
el Prepirineo aragonés.
Esta asociación cultural,
no lucrativa, se constituyó
en 1986 con el fin de
promover la reconstrucción
y rehabilitación de
pueblos abandonados.
Es la titular de la cesión
de los pueblos efectuada
ese año por la Administración,
cuyo contrato
concluye en 2018 y es
similar a un contrato de
alquiler de cuantía simbólica.

Su funcionamiento
interno es asambleario,
manteniendo una
mínima unidad de criterios
y dejando un amplio
margen de autonomía a
cada pueblo. Su población
provenía mayoritariamente
del medio urbano,
en busca de una forma
de vida más natural y
armoniosa e interesada
en la conservación de la
naturaleza y la restauración
de un patrimonio en
peligro de desaparición.
Uno de sus mayores
logros es el asentamiento
de sus alrededor de 100
habitantes, entre personas
adultas y menores.
De su experiencia se
extrae que aproximadamente
de cada tres personas
que intentan establecerse,
sólo una lo consigue.

En general, la
población se distribuye
como en un pueblo normal,
es decir, por parejas
o núcleos familiares a
cargo de su espacio y
economía. Además, comparten
determinados trabajos,
actividades y
espacios comunes. En la
reconstrucción de edificios
se ha procurado respetar
la arquitectura tradicional,
compaginándola
con técnicas y materiales
naturales y eficientes.
Realizan agricultura ecológica,
bioconstrucción y
la obtención de energía
se reparte entre la red
eléctrica e instalaciones
fotovoltaicas. Albergan
actividades abiertas a
otras personas, como
campos de trabajo internacionales,
cursos, turismo
joven o turismo rural.


Ecoaldea cooperativista de Valdepiélagos

Constituida en 1996
como ‘Sociedad Cooperativa
de Viviendas Bioclimáticas’,
sus 30 viviendas
unifamiliares
comenzarán a ser habitadas
esta primavera en el
núcleo rural de Valdepiélagos
(Madrid). Según
Víctor Torre, uno de los
socios fundadores, “nuestro
objetivo es transformar
el Sistema desde dentro”,
promoviendo una alternativa
al mercado inmobiliario
convencional, ya que
“hay mucha gente queriendo
vivir en una casa
sana”. Esta iniciativa
surge del interés de un
grupo de personas, sensibilizadas
con la relación
de los seres humanos
con el medio ambiente,
por vivir en un núcleo de
población minimizando
su impacto negativo
sobre el entorno. El proyecto
intenta incorporar
las viviendas y sus productos
de consumo y
desecho como un elemento
más del ciclo ecológico,
incluyendo criterios
de arquitectura bioclimática,
materiales ecológicos,
utilización de
energía solar térmica, reutilización
de aguas grises
y captación de agua de
lluvia. Frente al aislamiento
propiciado en las urbanizaciones
tradicionales,
se pretende potenciar la
vida comunitaria. Forma
parte de la Red Ibérica de
Ecoaldeas y la mayoría
de sus miembros pertenecen
a una cooperativa de
consumo ecológico. Alrededor
de 100 personas
han sido en algún
momento socias de la
cooperativa. Debido al
interés suscitado, ya tienen
en mente una segunda
cooperativa. Para las
personas que adquieren
una vivienda, ésta supone
la inversión más importante
de sus vidas. Para
Víctor, “nuestra ecoaldea
supone un compromiso
de por vida con el planeta”.
www.ecoaldeavaldepielagos.
org

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