ENTREVISTA A YAMILA Y GABRIELA, SOCIAS TRABAJADORAS DE LA COOPERATIVA VENEZOLANA 8 DE MARZO
“Ante la desnutrición decidimos producir nuestra propia pasta”

Esta cooperativa, que nació
siendo de mujeres, produce
fundamentalmente pasta
integral para la venta en su
comunidad (Palo Verde) y
en la Feria del Consumo
Familiar de Barquisimeto
todos los fines de semana.

17/01/11 · 9:32
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Foto: Soraya González Guerrero.

DIAGONAL: Los orígenes de vuestra
cooperativa están en un comité
de salud, ¿cómo fue?

GABRIELA: El cura de la comunidad
[cercano a la teología de la liberación]
nos animó a que las mujeres
nos organizásemos. Vimos que la
problemática más fuerte era la desnutrición,
empezamos a investigar
libros de medicinas naturales y vimos
que la alimentación era fundamental.
Nueve mujeres nos organizamos
en el comité de salud natural
8 de Marzo y comenzamos a plantar
hortalizas. No sabíamos cómo
íbamos a prepararlas, se pidió a
Cecosesola que nos apoyara con talleres
de cocina, y los abrimos a más
mamás de la comunidad. Ya llevábamos
un tiempo en el comité y llegó
un matrimonio italiano voluntario
a la zona y nos prestó una máquina
para hacer nuestra propia
pasta. Luego entre todas compramos
una, en 1985.

Como plantábamos
hortalizas decidimos aprovecharlas
y no hacer pasta blanca que
era pura harina refinada. Sin orientación
de nadie, les íbamos echando
un día acelgas, otro espinacas, huevo...
y así fuimos enriqueciendo esa
pasta. Después nos dimos cuenta
de la fibra que le faltaba y le fuimos
agregando fibra integral y los vegetales
sin colar, para que fuesen con
su propia fibra. La venta de la pasta
era para las mujeres del comité, no
para vender, pero la feria de hortalizas
de Cecosesola nos pidió que les
enviásemos pasta para probarla, les
gustó y con el boca a boca nos hizo
propaganda.

D.: ¿Cómo dais el salto a un proceso
productivo más serio?

G.: Cuando empezamos a hacer
pasta de forma más comprometida
para la feria, algunas compañeras
no pudieron continuar porque los
maridos no les dejaban y había
también mucho machismo de los
hijos. Nos quedamos cuatro. Yo
participaba en el Movimiento
Nacional Campesino Autogestionado
y me preguntaron que por
qué no hacíamos un proyecto con
la pasta; ya llevábamos como tres o
cuatro años haciendo pasta. No sabía
nada de proyectos, lo hicimos y
nos lo aprobó España, pero vimos
que no lo podíamos gestionar todavía
porque el grupo estaba muy flojo
para ese compromiso. A los dos
años tuvimos una reunión y vimos
que estábamos preparadas; decidimos
hacer el galpón [almacén] y
comprar las primeras máquinas,
eso fue en el ‘89.

D.: ¿Cómo es la organización dentro
de Cecosesola?


G.:
En Cecosesola hay hasta dos y
tres reuniones cada día. Somos doce
unidades de producción afiliadas
a Cecosesola. En Sanare somos tres
empresas de mujeres que procesan
alimentos: nosotras; Moncar, que
hace salsa de tomate y mermelada;
y Bojó, que hacen panes integrales.
Los otros grupos afiliados son de la
parte agrícola, la mayoría son hombres,
aunque también hay mujeres,
y hacen reuniones de planificación,
siembra, etc.

Ahora también tenemos reuniones
de salud porque se está construyendo
un hospital que es para
beneficio de la comunidad y de los
trabajadores de todas las organizaciones.
También hay reuniones
de gestión, gente que entra nueva a
trabajar en la feria, vendiendo, y que
vienen a visitarnos para que vayan
conociendo las experiencias. Plan
Local es una reunión quincenal de
abastecimiento donde se da información
para la parte de víveres y
verduras: qué productos aumentaron,
cuáles escasean, etc. También
se lleva información de actividades
que se van a hacer. Y también nos
reunimos para divertirnos (risas).

D.: No es la típica relación comercial
productora-vendedora...

YANIRA: No, para mí es como otra
familia que uno tiene, para lo bueno
y lo malo. En caso de enfermedad
contamos con esos compañeros.
También hacemos potes por si
roban el carro de algunos de los
conductores, potes de salud para
emergencias y operaciones costosas,
para pérdida de siembra... Cada
grupo decide cuánto pueden aportar
en cada pote y esa propuesta la
llevan a una reunión que se llama
Apoyo Mutuo, cada dos meses.


D.:
¿Cómo os organizáis vosotras?

Y.: Yo creo que aquí la organización
es espontánea (risas), a medida de
la necesidad. Tratamos de que los
trabajos sean rotativos. Hoy puedo
estar cortando pasta, mañana sellando,
o puedo estar aquí atendiendo
un pedido; hay encargadas pero
el trabajo es de todas, se va a aprendiendo
poco a poco en función del
grupo o del trabajo. Para nosotras
lo legal no es lo principal, lo básico
es la solidaridad y el respeto, y a partir
de ahí nos vamos organizando.

Ahora, para que un grupo se constituya,
lo primero que hace es la parte
legal y eso no es lo principal, por
eso muchos grupos han decaído. El
Gobierno estuvo apoyando muchas
cooperativas con mucho dinero y
esos grupos cayeron. Las cosas hay
que construirlas desde abajo, de la
base, no de arriba para abajo.

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- [Cuando la comunidad se sirve a sí misma->13272]

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