Repasamos la trayectoria del colectivo GILA, uno de los organizadores de la acción Toque a Bankia.

Decenas de bragas colgadas de una cuerda. En cada una, un mensaje sobre Bankia. La escena tuvo lugar en junio de 2012 frente a la oficina de Bankia de la plaza de Lavapiés y, aunque fue la primera idea de acción con la que nació el Grupo de Intervención de Lavapiés y Austrias Gila, antes de llevarla a cabo les dio tiempo a hacer un par más. “Nos llevó más tiempo del que creíamos comprar las bragas, es que es tan divertido comprar bragas en el Rastro”, explica una de sus miembros. Gila surgió poco antes del primer aniversario del 15M, “como todas las cosas buenas, como una broma entre amigos”. En ese momento crearon el personaje de Gila en honor al humorista Miguel Gila; ya después buscaron un nombre que se ajustara al acrónimo.
La elección de los bancos como objetivo de sus acciones no es casual. La constante relación de Gila con el trabajo de la asamblea de Lavapiés es más que tangible en su última iniciativa, Toque a Bankia. “Cuando nos hablaron de Toque a Bankia nuestros amigos Hacktivistas sabíamos que iba a funcionar. Esta acción ya la habíamos hecho a nivel micro en Lavapiés”, explican los miembros de Gila. El tercer intento de desahucio de Abdul, vecino del barrio, en septiembre de 2012, fue evitado por las acciones de la asamblea, entre ellas el bloqueo constante de la oficina de Bankia donde tenía la hipoteca. “Las asambleas de barrios, que son las que verdaderamente curran mucho el tema de los desahucios, cuando van a bloquear una sucursal preguntan por el caso del desahuciado, llaman por teléfono, rellenan hojas de reclamaciones, se les rompen las hojas y vuelven a pedir otras... Cuando al final fuimos a negociar a Celenque –plaza donde se sitúa la oficina principal de Bankia-, el director nos dijo que éramos pacíficas, no habíamos quemado ningún cajero, pero muy cansinas. Si el capital nos identifica como pacíficas pero cansinas, ésa es la vía de lucha”.
“Somos cutregamberros”
La #OpLolaFlores, una de sus acciones favoritas, también tenía a los bancos como objetivo. “Si una peseta diera cada español, pero no a mi, a donde tienen que darla”, dijo La Faraona cuando el fisco la pilló defraudando 47 millones de pesetas. Tomándola como referente, Gila propuso en vísperas de la huelga del 14N dar unos centimillos para rescatar a los bancos, pero, eso sí, metiéndolos por la ranura de las tarjetas. No hay cifras, pero muchos cajeros amanecieron el día de huelga con un cartel de “No funciona por motivos técnicos”. Habían sido amadrinados.
“Nos propusieron la idea de los cajeros en redes sociales, uno se acordó de lo de Lola Flores, otro eligió la canción y en media hora creamos el vídeo, porque una de las cosas que nos caracteriza es que somos cutregamberros, confiamos en que las habilidades que no tenga uno las tendrá otro", explican desde Gila. Así la replicación es fácil, y eso es lo que queremos. Nos gusta replicar y que nos repliquen. En el formato de código abierto, cultura libre y activismo es donde nos sentimos a gusto”.Poco después de la #OpLolaFlores le tocó el turno a Tu Basura al Banco, que en cuestión de horas se convirtió en trending topic. Las redes sociales se inundaron con imágenes de puertas de bancos llenas de basura en Madrid, Murcia, Sevilla, Barcelona y hasta en Portugal. “Fue una idea que también nos llegó desde fuera, lo soltamos en la red y la gente lo recogió y llegó a la calle, y volvió a la red y de nuevo a la calle retroalimentándose”.
Además de los bancos, otros de los objetivos que han ido resaltándose en las acciones de Gila han sido la gentrificación y el aparato represor. Tiros al Aire fue también una de sus primeras acciones. Y surgió espontáneamente como respuesta a un incidente ocurrido en Lavapiés: un policía sacó la pistola y disparó dos veces al aire al intentar detener a un mantero. Esa misma noche cambiaron las señalizaciones del barrio poniendo “Cuidado, tiros al aire”, campaña a la que seguiría "Vente a Lavapiés".
El Plan de Seguridad Ciudadana de Lavapiés de la Delegación de Gobierno está también en su punto de mira y, en su honor, uno de sus próximos planes es convertir los pequeños comercios del barrio en comisarías, “que todo Lavapiés sean comisarias y la Peluquería Pepi pase a llamarse Comisaría Pepi”, con el objetivo de hablar con los comerciantes del barrio sobre un tema como la seguridad y cómo éstos la entienden, haciendo un guiño a un chiste de Faemino y Cansado, y a otra intervención a pie de calle del artista Julio Falagán, que en 2010 cambió los letreros de comercios antiguos en Alicante, Oporto, Valladolid, Almería y, sobre todo, en el barrio madrileño de Malasaña. “Ferrara Falagán y mierda de artista en general” y “Librería Falagán, Especializada en libros de arte y subsistencia” son algunos ejemplos de las empresas del grupo Falagán.
Y llega la gran pregunta: ¿quién hay detrás de Gila? Hay unas siete u ocho personas que cada día se ponen detrás de este personaje, pero a veces el colectivo sube a trece o catorce personas. “Somos gente que nos hemos conocido en el activismo, en las asambleas. Compartimos el sentido del humor, cierta ideología y la forma de entender la lucha”, explican, refiriéndose a su objetivo de romper el guión de la gramática cultural, tal como explica su libro de cabecera, el Manual de Guerrilla de la Comunicación, de Luther Blissett, el Grupo a.f.r.i.k.a. y Sonja Brünzels.
Entre sus influencias también están, por supuesto, el humorista Miguel Gila, sus abuelas y familia en general, y la propia experiencia de activismo del barrio de Lavapiés, como la manifestación atea con su Tetera de Russell o la lucha por el centro de salud reflejada en el documental A Ras de Suelo, que incluyó caceroladas y una gimkana para hacer visibles las deficiencias del centro de salud, con premios a la lista de espera más larga o carreras populares de subida de escaleras con muletas. “Este barrio está caracterizado por tener un tejido social brutal, y en esa lucha social era característico el humor y la vida de sus reivindicaciones. No es extraño que sea Lavapiés el único sitio donde hay una iglesia atea –dicen en referencia a Leo Basi y su Iglesia Patólica–. No es que sea el centro del mundo, pero es el ombligo del mundo que tiene una pelusilla más agradable”, dice Gila.
Después de cumplir un año, Gila es ya mucho más que la suma de personalidades que hay detrás. Se ha casado con Stephane Grueso, también conocido como Fanetin; tiene hijos copyleft con Humor Indignado, tiene un erizo de mascota y hasta le ha salido un alter ego, Gila Naranja, que le hace bromas y le da a probar su propia medicina. Sin duda, lo que más le caracteriza es su uso del sentido del humor, una forma de acción que, según explican, ven básica por cuatro motivos: “Porque es la mejor herramienta para diseccionar la realidad, porque al poder le jode verse ridiculizado, porque es la mejor manera de llegar a la gente y, por encima de todo, porque nos lo pasamos bien”. Como ellas dicen: “Nuestra venganza será ser felices”.
Otros colectivos que actúan con mucho arte
Los Ayuntañecos
“Hartos de sentirnos manipulados, decidimos hacer nuestras propias marionetas”, explica la web de Los Ayuntañecos. Este colectivo de Majadahonda hace funciones callejeras en las que sus títeres parodian a personajes de la política madrileña y estatal actual. Sus protagonistas: Agente Veloro, de profesión “pro-disturbios”; Esperanza Telita, Narciso de Trapo, Rouco Franela, y Sánchez GordHilo.
Berri-Otxoak
Desde 1992, la coordinadora Berri-Otxoak ha utilizado los disfraces
y las performances como parte indispensable de sus protestas. Una de sus últimas protestas creativas fue la del 30 de enero, cuando escenificaron, junto a otros colectivos, un via crucis y una crucifixión frente a la sede del PNV para denunciar los recortes sociales y la vulneración de los derechos sociales en las oficinas del Servicio Vasco de Empleo.
Flo6X8
Una de las primeras muestras de protesta relacionadas con el papel de los bancos en la crisis económica fue la de Flo6x8, un colectivo
flamenco que desde 2008 baila y canta en las oficinas de los bancos sus mal haceres. “Banquero, banquero, banquero, tu tienes billetes,
y yo un agujero...”, decía una de las estrofas del que es desde hace ya un tiempo un hit de la protesta indignada.
mamar13
Si visitas ministeriodecultura.org, puede que te sorprenda el enorme dedo medio que da la bienvenida a la web. Desde que el Gobierno decidió que la cultura no merecía un ministerio propio, este colectivo se hizo su propia institución en la red. Otra de sus acciones ha sido espamear en los chats de las retransmisiones deportivas textos de Thoreau o informaciones sobre represión policial en los chats eróticos...
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