El primer paro nacional de mujeres en Argentina convocó a miles de personas en Buenos Aires bajo los lemas #NosotrasParamos y #VivasNosQueremos. El asesinato de la adolescente Lucía Pérez ha sido la gota que ha colmado el vaso.
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La chispa de la convocatoria Ni una Menos se encendió nuevamente en Argentina tras conocerse la noticia del feminicidio de Lucía Pérez en Mar del Plata. Una jornada histórica a la que adhirieron otros países de Latinoamérica bajo una misma consigna: #NosotrasParamos #VivasNosQueremos.
El asesinato de Lucía Pérez en Mar del Plata arrasó con la paciencia con la que se venía abordando el problema de la violencia de género en Argentina. La tragedia dio una certza: si las mujeres no nos organizamos, nos pasan por arriba, nos matan, nos acribillan, nos tiran como carne inservible a cualquier lugar y nos ponen como modelo de exhibición.
Éste miércoles la multiplicidad de colores que hicieron del Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario un espacio polisémico pero con el objetivo de avanzar en común a un mayor bienestar de las mujeres, se convirtieron en negro azabache como el de las mujeres de Polonia.
Miles de mujeres, a las cuales la cultura del marketing les dice todos los días cómo vestirse para sentirse únicas, desafiaron al sistema patriarcal, que cosifica, segmenta y clasifica.
"Si matan a una nos matan a todas" se leyó en muchos carteles en la marcha que comenzó en el Obelisco porteño. También "vivas nos queremos" y "si mi vida no vale produzcan sin mi".
Kioskos, negocios de ropa, librerías y todo tipo de entidades privadas tuvieron que cerrar sus puertas para respaldar al primer paro nacional de mujeres, al que adhirieron las dos CTA y parte de la CGT, pero también empleadas domésticas precarizadas, mujeres desempleadas, jubiladas, periodistas, varones.
A pesar de la lluvia que se vivió en Buenos Aires durante todo el día, miles de mujeres llegaron desde diferentes puntos de la ciudad y el cono urbano para decirle basta a la violencia de género y compartir con otras sus experiencias, sus tristezas, sus alegrías.
Esa situación se replicó en distintos puntos del país y también en otros como Chile, Uruguay y España, en los que las mujeres demostraron que la solidaridad internacional es posible y que es necesario que los gobiernos se hagan responsables.
La rabia, la indignación, la tristeza, se pusieron su traje éste miércoles y se vistieron de negro como el cielo porteño. Las mujeres argentinas arrasaron las calles.
Artículo publicado originalmente en Notas.org.
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