La comparsa Piztiak convocó ayer, junto a 16 organizaciones animalistas y varias agrupaciones políticas con representación en el ayuntamiento, una manifestación antitaurina en Bilbao que exigió "un Aste Nagusia sin sufrimiento animal".

La comitiva marchó desde la plaza Moyúa hasta el teatro Arriaga con el lema "Abolición de la tauromaquia. No es una fiesta, es una burla", exigiendo la desaparición de las corridas de toros de las fiestas de Bilbao.

"Pedimos una Aste Nagusia sin agresiones homófobas, sexistas o racistas ni sufrimiento animal".

Tras una pancarta en la que podía leerse "Zezenketen abolizioa. Abolición de la tauromaquia", se alzaban carteles y banderas negras que proclamaban la liberación animal, en una marcha que tuvo como banda sonora consignas como "Ez ez ez zezenketarik ez" ("No, no, no, no a la tauromaquia"), "Animalien askapena" ("Liberación animal"), "Tortura animal al Código Penal" o "No pararemos hasta la abolición".

En el comunicado final se pidió a las instituciones "que dejen de hacer oídos sordos", recordando al alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, que hay una parte importante de la ciudadanía que pide la abolición de la tauromaquia, haciendo referencia a la necesidad de una consulta popular respecto a la voluntad de respaldar o no este tipo de festejos, y anunciaron una "gran" movilización durante las próximas corridas en Vista Alegre "para que este año sea el último".

La portavoz de la plataforma, Alba Mendoza, en declaraciones a Diagonal, se mostraba "muy contenta" ante la respuesta a la convocatoria, que supuso "la consecución del objetivo de visibilizar el sufrimiento animal en este tipo de espectáculos y un éxito muy por encima de las expectativas" en la primera movilización de este tipo que convocaban desde Piztiak.

Piztiak (que en euskera significa animales sin domesticar, bestias) nace en 2013 con el ánimo de representar el Movimiento de Derechos Animales en el ambiente festivo de Bilbao, promover el veganismo y brindar apoyo a todos aquellos que trabajan por los animales.

En un comunicado que leyeron la semana anterior en el Ayuntamiento de Bilbao, los 16 colectivos pidieron la abolición de las corridas de toros en la Semana Grande, denunciando que "desde que salen de la ganadería hasta su muerte en el ruedo, los toros sienten miedo y estrés por el hecho de verse solos, alejados de su grupo familiar y en un ambiente hostil". Según aseguraba Mendoza, "ya en la plaza, son víctimas de la acción de las puyas, puntas de acero afiladas que destrozan sus músculos, tendones, ligamentos y les producen diversas fracturas óseas y nerviosas, y que les hacen perder grandes cantidades de sangre".

También criticaron que "en diversas ocasiones los espectáculos tienen que ser interrumpidos debido a que los animales se encuentran tan lesionados que no pueden ni mantenerse en pie", mostrando como ejemplo el vídeo, ya viral, de un toro que se fracturó una de las patas traseras en mitad de uno de los festejos de 2015 y que fue acuchillado varias veces hasta su muerte.

Un negocio en crisis

Vista Alegre, la plaza de toros de Bilbao, cerró 2015 con un déficit de 153.346 euros. Ya son dos Ejercicios consecutivos los que termina con pérdidas, obligando a su junta administrativa a replantearse usos alternativos que posibiliten la obtención de beneficios en la explotación del recinto.

Una jornada marcada por movilizaciones en pro de los derechos animales

Durante el día de ayer también se celebraron en Madrid y en Alicante convocatorias por el respecto a los animales.

En Alicante, un millar de personas según los organizadores (cerca de 600, según la Policía Nacional) mostró su rechazo a la celebración de corridas de toros en las Hogueras de San Juan. Durante el recorrido de la manifestación se desplegaron pancartas con lemas como "Tortura, ni arte ni cultura", "La tortura no se subvenciona" o "Alicante, por unas Hogueras sin sangre". 

En Madrid también quedó patente el deseo de un ocio que no implique sufrimiento animal, con una manifestación que tenía por lema "Por el fin de los zoos y acuarios", y que se desarrolló alrededor del zoológico durante más de dos horas.

Durante el transcurso de la marcha se mostraron enunciados como "Por un mundo sin jaulas. Patas para correr, alas para volar, aletas para nadar, liberación animal" y se escucharon consignas como "si no hay mar en Madrid ¿qué hace un delfín aquí?", "Respeto y libertad para los animales", "Hablan de conservación pero es una prisión".

La participación superó las expectativas de la organización, que ya ha anunciado como próxima acción una ciclomarcha por el fin de los zoos y los acuarios el domingo 10 de julio a las 11.00 de nuevo en la madrileña Casa de Campo, lugar donde se encuentran las instalaciones del Parque Zoológico de Madrid y que incluyen un delfinario y un acuario.