Cuatro personas participantes del proyecto del Patio Maravillas en Madrid se enfrentan a juicio por la ocupación del inmueble. El colectivo sigue defendiendo el derecho a construir ciudad desde la ciudadanía.

El viernes 3 de junio, el colectivo Patio Maravillas enfrenta el primer juicio a su proyecto político, que en los últimos nueve años ha dado vida en Madrid a un espacio polivalente autogestionado en el que numerosas iniciativas (Yo Sí Sanidad Universal, No Somos Delito, la Campaña por el cierre de los CIE, la Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda, la Oficina Precaria o Ganemos Madrid, entre otros muchos) han encontrado un marco en el que juntarse, organizarse y desarrollar sus actividades. Primero en la calle del Acuerdo y posteriormente en el número 21 de la calle del Pez, cuya ocupación es la que ahora juzgará un tribunal.
Cuatro de las personas que han participado en el Patio Maravillas durante estos años serán juzgadas en virtud del artículo 245.2 del Código Penal, por apropiación indebida, que puede ocasionar la pena de multa de tres a seis meses. Una de las cuatro es Guillermo Zapata, actual concejal del Ayuntamiento de Madrid.
"Se nos juzga no por abrir la puerta del edificio, sino por permanecer en él y darle vida, un espacio que durante años estuvo abandonado y que, un año después del desalojo, continua vacío", explica el colectivo en un comunicado.
"Lo que se lleva a juicio es el derecho a crear ciudad y ciudadanía, una de las apuestas clave del Patio desde 2007, algo de lo que nos declaramos completamente responsables y de lo que estamos muy orgullosas y orgullosos"
"Lo que se lleva a juicio es el derecho a crear ciudad y ciudadanía, una de las apuestas clave del Patio desde 2007, algo de lo que nos declaramos completamente responsables y de lo que estamos muy orgullosas y orgullosos: de haber demostrado que otras formas de organización política no son sólo deseables sino completamente viables y de haber sido capaces de cambiar la percepción sobre lo que es posible", prosigue la nota del Patio Maravillas.
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El colectivo recuerda que lleva nueve años apostando por la necesidad de un marco legal en el que proyectos como el suyo y otros muchos que existen en la ciudad puedan existir y sean apoyados por las instituciones públicas.
El déficit de espacios sociales en los que la ciudadanía pueda crear cultura y desarrollar actividades desde la autogestión es uno de los principales argumentos que esgrime el Patio Maravillas. La existencia de multitud de edificios en completo desuso y abandono, muchos de ellos de titularidad pública, es otro muy poderoso.
"Desde hace un año", explica el comunicado,"hemos colaborado en la puesta en marcha de la Red de Espacios Ciudadanos junto con otros muchos colectivos apostando claramente por este reto político. En este sentido entendemos que la reglamentación aprobada desde el Área de Coordinación Territorial del Ayuntamiento de Madrid, que ha visto recientemente la luz, es, aunque no cumpla nuestras expectativas, una primera piedra de una construcción amplia y compleja que llevará mucho tiempo desarrollar en toda su magnitud".
Cronología de un desalojo
El desalojo del Patio Maravillas del edificio de Pez 21 se produjo el 11 de junio de 2015, unos meses después de que la juez Raquel Fernandino, del Juzgado de Instrucción número 45, emitiese la orden de basándose en tres motivos: los indicios de que se estaba produciendo un delito de usurpación, los problemas de seguridad del edificio y los problemas de responsabilidad judicial derivados del uso del edificio por parte de personas distintas a las titulares del inmueble, la inmobiliaria Nivel 29.
El colectivo del Patio Maravillas negó esos tres motivos y ya unos meses antes había iniciado una estrategia de negociación con el Ayuntamiento para tratar de obtener la cesión de un espacio público donde desarrollar las actividades del centro. No fue un proceso fácil: para conseguir que el concejal del distrito Centro, David Erguido, se comprometiese a reunirse con representantes del colectivo, tuvieron que ocupar una oficina del ayuntamiento.
Sin embargo, desde el Consistorio no dieron ninguna respuesta a las peticiones del colectivo y, de hecho, se negó que en la ciudad existiesen dotaciones públicas disponibles para satisfacer las necesidades de un proyecto como el del Patio Maravillas.
En enero de 2015, el Patio Maravillas exhibió músculo y tras una manifestación de apoyo a la que acudieron más de dos mil personas, se hizo con un edificio público en la calle de los Hermanos Quintero que había sido un centro de especialidades médicas hasta 2005. La nueva ocupación duró tan sólo unas horas pero puso de manifiesto que el Ayuntamiento había faltado a la verdad: en Madrid hay espacios públicos en desuso. Lo que no hay es voluntad política para hacerlos realmente públicos.
La misma situación se repitió el 27 de mayo. Tras anunciar repetidamente que lo haría, el Patio Maravillas entró en otro edificio de titularidad pública en completo abandono. De hecho, el inmueble está dentro de una controvertida operación por la que el Ayuntamiento lo ha cedido de forma gratuita al arquitecto Emilio Ambasz. La acción duró nuevamente unas horas y fue desalojada en la madrugada con un importante dispositivo policial.
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