Democracia y Municipalismo
Nace el Instituto DM, un think tank para los movimientos

La iniciativa pretende “animar y promover la aparición de ideas que impulsen un cambio de ciclo político”.

27/02/16 · 15:49
Pablo Carmona, Emmanuel Rodríguez y Montserrat Galcerán, en la presentación del Instituto, esta mañana. / Instituto DM

Esta mañana se ha presentado en Madrid el Instituto por la Democracia y el Municipalismo (Instituto DM), una iniciativa cuyo objetivo es “impulsar el ciclo abierto por el 15M más allá de los límites actuales, o trabajar para que la revolución democrática siga su curso”, tal como apuntan sus promotores. El think tank, como lo ha definido uno de sus fundadores, el sociólogo e historiador Emmanuel Rodríguez, “pretende convertirse en un espacio de referencia en los niveles de debate, la formación, la investigación y la discusión política”. En definitiva, “animar y promover la aparición de ideas que impulsen un cambio de ciclo político”.

“En este marco de debilidad teórico-política, de lucha increíble, de intelectualidad precarizada, pensamos en crear este instituto y comulgar en la producción compartida, recoger muchos inputs que vienen de muchos lugares e intentar traducir e interpretar lo que está pasando”, explicaba la catedrática de Filosofía y concejal de Ahora Madrid, Montserrat Galcerán, en la apertura del acto en el Teatro del Barrio. “Se trata de recuperar la batalla por la ideas”, apuntaba por su parte Rodríguez, “siempre con el anclaje de las posiciones de movimiento, y no tanto desde lo institucional”.

El espacio pretende trabajar la idea de democracia en sentido radical

El nuevo organismo, que bebe directamente de experiencias ya consolidadas como el Observatorio Metropolitano de Madrid o la Fundación de los Comunes, pretende trabajar la idea de democracia en sentido radical, “cómo conseguir que la democracia construida desde abajo siga viva”, remarcaba Rodríguez.

Además, el think tank pretende abordar otros tres epígrafes: la economía política desde un horizonte de crisis del capitalismo, el escenario europeo y sus conflictos, y la construcción de movimiento. Para ello, la organización trabajará en la producción de investigaciones, libros, informes, espacios de autoformación (en colaboración con Nociones Comunes, el espacio de autoformación de la librería asociativa Traficantes de Sueños) o foros, entre otras actividades.

“El Instituto no tiene aspiración de ser el cerebro colectivo de nada, sino ser uno más, y el ideal es que se construyan más iniciativas como ésta”, dejaba claro el sociólogo ante las preguntas del público sobre su ámbito de actuación. Radicado en el área metropolitana de Madrid, pero con apoyo y relación cercana con otras áreas del Estado como las Mareas gallegas o los diferentes nodos de la Fundación de los Comunes, la organización cuenta con una asamblea a la que invitan a la ciudadanía a participar.

El acto de presentación ha continuado con un el foro '¿Hacia una Segunda Transición?', en el que han participado el concejal de Ahora Madrid y también promotor del Instituto, Pablo Carmona, y los diputados por Podemos en la Asamblea de Madrid, Carmen San José e Isidro López.

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comentarios

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    7814EBC
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    27/02/2016 - 9:35pm
    Observatorio Metropolitano de Madrid, Fundación de los Comunes, Instituto DM, “Think Tank”... Nombres, grupos, deseos... ¿Revolución? Yo creí en el 15M. No se trataba de fe, era algo distinto, aunque no quito que en Occidente, obnubilados por el materialismo más soez: el capitalismo, necesitamos creer, tener fe, en algo que vaya más allá de la materia, del dios Dinero, auxiliado por sus Oráculos, las Bolsas de Valores, y sus agentes sacerdotes. Creí en el 15M. Pero solo creí las primeras horas, cuando espontáneamente -aunque ya se sabía de antemano- una minoría se quedó a pernoctar en Sol. A las pocas horas la policía, enviada por el gobierno de turno, después de que en la Gran Vía madrileña, detuviera violentamente a muchos cabreados, desalojó, también con violencia, la Puerta de la Ilusión. Entonces fue cuando, ahora sí espontáneamente, fuimos a Sol cientos de cabreados -nunca me gustó el adjetivo “indignados”- y empezó algo maravilloso. No duró mucho, diría que poco: enseguida los “indignados”, auxiliados desde la Universidad, desde algunos medios, desde algunas conferencias, desde algunos intereses... y luego apoyados por los sindicatos y partidos de la “transición”, se hicieron con las asambleas, era una bendición para el sistema ver sus manitas moviéndose al viento del “cambio” -¡y qué cambio! como el de 1982- Y ahí se acabó la “revolución”, la “Primavera”. Incluso hubo desde las filas de las instituciones “democráticas” señoras que -seguro se han arrepentido- gritaban aquello de “¡que se presenten a las elecciones!”. Y se presentaron. Y ahí está el “municipalismo”. ¿El municipalismo? ¿Es eso lo que quiere el Instituto DM? Después de ver lo que está ocurriendo en el Kurdistán, sobre todo el el Kurdistán Occidental, Rojava (Siria), con el Municipalismo Democrático, parte sustancial del Confederalismo Democrático, esto del Instituto DM, como antes el Observatorio Metropolitano o la Fundación de los Comunes, me suena algo elitista, algo que nada tiene que ver con las bases, aunque se quieran acercar a ellas. De hecho ¿saben las bases que es eso de un “laboratorio de las ideas”? ¿qué se entiende por aquello de “democracia radical”? ¿es lo mismo que democracia directa? ¿qué papel va a desempeñar el Estado en esa “democracia radical”? ¿se podría aprovechar, no digo que copiar, pues son circunstancias diferentes, los primeros meses del Movimiento Zapatista y lo que está ocurriendo en Rojava? ¿han solicitado las bases, es decir, las gentes normales y corrientes: los parados, los pensionistas, los que no llegan a fin de mes..., un laboratorio de las ideas? Ahí quedan los interrogantes. Enrique Bienzobas
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    Luisle
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    27/02/2016 - 4:21pm
    Me resulta profundamente paradójico que el Instituto DM se presente como una herramienta para los movimientos populares para tratar de impulsar una revolución basada en la democracia radical y, en cambio, esté representado y se potencie tanto a la política parlamentaria, en este capítulo encarnada por Ahora Madrid y Podemos. Eso no son los movimientos ni las organizaciones de abajo. Quienes nos organizamos al margen de las instituciones del Estado y el Capital (tratando de crear nuestras propias instituciones) precisamente muchas veces tenemos que luchar a pesar y no a favor de estas formaciones partidistas, así que no cuela. Esta iniciativa pintaba bien, pero tanta relación con el parlamentarismo lo arruina.
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