La noche del pasado 4 de julio, dos días antes del chupinazo con el que se da inicio a San Fermín, unas mil personas se manifestaron por las calles del casco viejo de Iruña para reivindicar la autodefensa feminista frente a las agresiones sexistas.

Tras las agresiones registradas en los últimos años, se decidió convocar una manifestación que salió de la Plaza del Castillo, cientos de mujeres de negro y con la caras tapadas abrían la marcha, al pasar por San Nicolás se han encendido antorchas y se han hecho dos cordones rodeando la cabecera de la manifestación. La marcha ha contado con un grupo de batucada y la afluencia de personas ha ido creciendo cada vez más. Se han coreado infinidad de consignas "Gora borroka feminista" (que viva la lucha feministas) o "Matxirulo, vamos a por ti!".

Tras recorrer el casco viejo la manifestación concluyo en el mismo punto del que había partido, donde se ha colgado un muñeco que representaba un agresor sexista.