TRIBUNALES: LA FAMILIA DE ÁNGEL BERRUELA CONSIDERA LA SENTENCIA DEL SUPREMO COMO UN NUEVO GOLPE
Reclaman justicia igual para todos

Familiares y allegados del panadero muerto a tiros por un policía nacional denuncian la absolución de la mujer de éste por considerarla instigadora del crimen.

04/01/07 · 0:00
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RUEDA DE PRENSA. La familia de Berrueta y el colectivo de vecinos de San Juan. / Askatasuna

El 13 de marzo, Pilar Rubio bajó a la
panadería de su barrio, le dijo al dueño
que pusiera un cartel en su establecimiento.
Él se negó. Pilar subió a
su casa, bajó con su marido, Valeriano
de la Peña y su hijo Miguel José.
El primero, armado con una pistola y
el segundo con un machete. Apuñalaron
en el hígado al dueño de la panadería,
le pegaron tres tiros -uno en
la cabeza- y los tres volvieron a subir
a casa. El Tribunal Supremo la ha absuelto
ahora y suspendido la pena de
diez años a la que fue condenada como
instigadora del crimen.

En una reciente comparecencia
pública para valorar esta nueva sentencia,
la familia y los vecinos y vecinas
del barrio de San Juan de Pamplona,
se preguntan qué hubiese sucedido
si la víctima hubiese sido el
policía nacional. Valeriano de la
Peña es policía nacional y Ángel
Berrueta, el hombre al que asesinó,
pertenecía a Gurasoak, colectivo de
familiares y amigos de presos vascos.

El cartel que Pilar Rubio pretendía
que Berrueta colocase en su establecimiento
era contra ETA y era el
13 de marzo de 2004. Por ello, los vecinos
y vecinas de Berrueta, que se
han organizado desde el principio
para denunciar su asesinato, han señalado
que Ángel “fue una víctima
más del 11-M” como “consecuencia
de la manipulación y el odio de numerosos
representantes políticos hacia
un sector de la sociedad vasca”
que creó una “situación de crispación
y persecución”. Ese 13 de marzo,
el portavoz del Gobierno, Eduardo
Zaplana, declaraba que la línea
de investigación de los atentados se
centraba en ETA, Rajoy afirmaba rotundamente
en El Mundo que tenía
la “convicción de que fue ETA”, y
Miguel Platón, director de la agencia
EFE, ordenaba la transmisión de un
teletipo que rezaba: “Las pistas apuntan
a ETA y descartan a Al Qaeda”.
El día 12, ETA había emitido un comunicado
en el que negaba su participación
en el atentado y ya desde altos
estamentos de distintas policías
se apuntaba a la autoría de grupos
armados islámicos.

Ese 13 de marzo, según los familiares
y amigos de Ángel Berrueta,
Mª Pilar Rubio bajó a colocar un cartel
en la panadería “sólo para provocar
a Ángel”. Después, “acompañó a
su marido y a su hijo hasta la tienda,
consciente de que portaban una pistola
y un machete, gritando “voy a
matar a ese hijo de puta”. Estuvo presente
en la escena del crimen y en
ningún momento hizo nada para tratar
de evitar el asesinato. Es más, “lo
alentó”; después subieron a su casa
“sin prestar auxilio a una persona herida”.
Por todo ello, consideran que
Rubio “propuso el asesinato de Ángel
y bajó a cerciorarse de que lo asesinaban”,
y por ello “es tan culpable
como su marido y su hijo”.

Valeriano de la Peña fue condenado,
tras un juicio con jurado popular,
a 20 años de prisión, su hijo a 15 y
Pilar Rubio a diez años. En este juicio,
la familia denuncia que el fiscal
“trataba mejor a la acusada que a
nosotros mismos” y, finalmente y en
medio de una gran indignación social,
fue el Ministerio Fiscal el mismo
que propuso la posterior absolución
de Rubio aludiendo que “a pesar
de que ella fue la culpable de
lo sucedido, jurídicamente no hay
fundamentos para su condena”. El
18 de diciembre el Tribunal
Supremo ha ratificado la absolución
de Rubio y las condenas de
cárcel para su marido y su hijo.

Vecinos y amigos convocaron una
manifestación en Pamplona reclamando
una “justicia igual para todas
las personas” y para saber que “alguien
vela por nuestros derechos y
nos protege por encima de cualquier
interés”. También denuncian que esta
sentencia “no es casual sino que
viene dictada por responsables poderosos
para tapar las vergüenzas y
responsabilidades del Gobierno español
y de los responsables políticos”.
Declaran, con rotundidad y firmeza,
que esta condena “no es justa
y la sociedad lo sabe”.

Por su parte, la familia de Ángel
Berruela considera esta sentencia como
“un nuevo golpe” y denuncia que
Pilar Rubio ha quebrantado la orden
de alejamiento que dictaron los tribunales.
Hay que recordar que los
hijos de Berrueta fueron golpeados
por la policía, así como su viuda zarandeada
tras una manifestación de
denuncia por la primera sentencia
absolutoria de Rubio; y también cargó,
tanto frente a la panadería de
Berrueta como en el tanatorio, el mismo
día en que fue asesinado.

Tags relacionados: Pamplona Violencia policial
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