MÉXICO // NINGÚN POLICÍA HA SIDO CONDENADO POR LOS ABUSOS SEXUALES A LAS DETENIDAS
El proceso por los abusos en Atenco sigue parado dos años después

El 4 de mayo se cumplen
dos años de uno de los
más brutales capítulos de
represión de la historia
actual de México. Ahora,
aunque la impunidad
permanece, también siguen
vivas y activas las
resistencias y denuncias.

02/05/08 · 0:13
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AUDIENCIA NACIONAL. Presentación de la denuncia por agresiones sexuales de Cristina Valls el pasado 25 de enero en Madrid / Olmo Calvo

El pueblo de Atenco, cercano a la
capital federal, se resistía a la construcción
de un centro comercial en
el Mercado de las Flores. Aprovechando
un incidente, el Gobierno
envió a más de 3.000 policías, que
sometieron al pueblo con detenciones
ilegales, registros de domicilios,
tratos crueles y degradantes y torturas,
incluyendo abusos sexuales y
violaciones a numerosas mujeres.
El saldo fue de dos jóvenes muertos,
207 personas detenidas, entre
ellas nueve menores y cinco extranjeros.
Y las denuncias por los abusos,
que todavía esperan. Como la
presentada ante la Audiencia Nacional
contra el Gobierno mexicano el
pasado enero por la catalana
Cristina Valls, detenida en Atenco y
posteriormente expulsada.

Dos años del Plantón

Una de las respuestas casi inmediatas
a la represión en Atenco fue la
creación del Plantón (campamento),
que se instaló con tiendas de
campaña en las puertas del penal.
Lo que surgió de la necesidad de
“acompañar” a las personas presas
de Atenco acabó convirtiéndose en
un canal que une la prisión con el
exterior (familiares, abogados, organizaciones
solidarias…). Las tareas
que desarrolló el Plantón hacen
que éste permanezca aún hoy
no sólo como apoyo, sino también
como construcción de otra vida.
El Plantón es fundamental en la
gestión de los recursos que llegan
tanto para cubrir las necesidades
básicas de los presos como para financiar
el trabajo jurídico. Este último,
pese a llevarlo gratuitamente
cinco abogados zapatistas, conlleva
numerosos gastos, puesto que se
trata de un juicio con 104 implicados.
Los recursos llegan tanto en
forma de ayudas del exterior como
de las ventas de una pequeña tiendita.
El Plantón se ofrece también
como guardarropa, de pago voluntario,
para las cosas que la gente que
acude a visitar a los presos no puede
ingresar al penal. Esto, en palabras
de Italia, del Plantón, “generó
una perspectiva diferente, no de pagar
para un servicio”. Se iniciaron
también talleres con los niños que
acudían a ver a sus padres y madres
presas. Según Italia, “no sólo están
encarceladas las personas, sino que
también lo está viviendo la familia,
de ahí la necesidad de trabajar con
todos los sectores”.

Aunque la presencia y apoyo de
La Otra Campaña zapatista es constante,
el mantenimiento del Plantón
es costoso, pues a la dificultad de
mantener casa y trabajo estando allí
en permanencias diarias, se añade
la demora de los ritmos jurídicos,
que especialmente en México parecen
no tener ninguna prisa.

Mientras, el proceso por los abusos
de la represión en Atenco no
avanza. Una de las mujeres denunciantes
no se hace ilusiones: “Ahora
mismo sólo confiamos en la presión
internacional”. Y es que en la lucha
de Atenco el apoyo internacional ha
sido fundamental. Apoyo que se ha
articulado en forma de actos frente
a embajadas, en la difusión de información,
visitas de internacionales al
Plantón, comisiones de derechos
humanos, etc… Y gran parte del
apoyo internacional ha surgido gracias
a las redes zapatistas, ya que a
Otra Campaña contribuyó a visibilizar
la lucha en Atenco.

En el Estado español, el grupo
Justicia Para Atenco apoya la denuncia
de Valls ante la Audiencia.
Este grupo de apoyo surge para trabajar
la lucha contra la represión y
para denunciarla colectivamente.
En cuanto a la situación de los
cinco extranjeros expulsados, ni el
Gobierno español, ni el chileno, ni
el alemán se han pronunciado públicamente
al respecto, ni han dado
respaldo alguno. Las expulsiones
conllevan la prohibición de entrar
en México durante cinco años.

Para Justicia para Atenco, el vínculo
con nuestra realidad es muy
claro, no sólo por la actitud de silenciamiento
de los gobiernos mexicano
y español sino porque “las empresas
que chingan en México son
de Europa en su mayoría, por eso
las resistencias europeas son muy
importantes”. Es decir, existen numerosos
tratados comerciales entre
México y España que no conviene
“ensuciar” con noticias sobre violaciones
de derechos humanos. Ejemplo
de esto es la reapertura en Atenco
del proyecto del nuevo aeropuerto
en Ciudad de México, cuya
construcción llevarán a cabo las españolas
OHL, FCC y Abertis.

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