Bajo el lema “Construyendo otro
Madrid. Organizados contra el fascismo”,
el pasado 17 de febrero cerca
de 500 personas recorrieron el
centro de la ciudad para denunciar
de esta manera la escalada de ataques
ultraderechistas en la región.
La convocatoria, llevada a cabo por
el Colectivo 1984, dos de cuyos militantes
fueron agredidos el 30 de
diciembre por un grupo de nazis en
el distrito de Moncloa-Aravaca (ver
DIAGONAL nº 46), contó con el
apoyo de organizaciones sociales y
grupos de base madrileños, desde
sindicatos hasta colectivos estudiantiles,
de barrio o centros autogestionados.
Para Íñigo, del colectivo 1984, “la
movilización fue positiva, ya que hubo
una gran implicación de los vecinos
del barrio, tanto jóvenes como
mayores, lo que viene a legitimar
aún más un trabajo que trata de superar
el antifascismo en tanto que
denuncia de las agresiones para enmarcarlo
en una pelea por la definición
del Madrid que queremos; un
combate metropolitano necesariamente
anticapitalista”. Además, considera
que “ha sido una oportunidad
para engrasar las redes sociales autónomas
de nuestra ciudad y empezar
a sembrar la conclusión de que
el proyecto neoliberal es inhabitable”.

La manifestación, que estuvo
‘acompañada’ por un enorme dispositivo
policial, finalizó en la plaza de
la Moncloa, barrio con fuerte presencia
de grupos ultras, con la lectura
de un manifiesto en el que se
denunciaba la “estrategia terrorista
de los grupos fascistas... que se
da entre la invisibilidad mediática
y la impunidad policial y judicial”.
Unos días antes, estas denuncias habían
sido trasladadas a la Junta
Municipal del distrito de Moncloa-
Aravaca, en un pleno abarrotado por
los vecinos de la zona.
Por otro lado, durante las últimas
semanas, el goteo de los ataques fascistas
ha continuado. En enero, un
ciudadano sudamericano era
golpeado en la calle entre insultos
racistas por varios ultraderechistas
en Madrid. También ha habido agresiones
durante el mes de febrero en
Málaga, Barcelona y Guadalajara,
ciudad donde el Centro Social
Octubre sufrió por tercera vez un
ataque, con cócteles molotov, de un
grupo neonazi. El Centro ha denunciado
“el pasmoso silencio que ante
este grave hecho han mantenido las
organizaciones sindicales y políticas”,
y considera que estas bandas
se gestan y crecen “al amparo de
unas fuerzas de Seguridad que las
toleran y una Administración de
Justicia que mira para otro lado”.