Tras las recientes declaraciones sobre violencia contra las mujeres del diputado de UPyD Toni Cantó, las autoras exigen su inmediata dimisión.
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Texto de Feminismos Sol-15M, Las Tejedoras y Nosotras en el mundo
El lunes 25 de febrero, el diputado de UPyD por Valencia Toni Cantó escribía lo siguiente en su perfil en una red social:
Sus afirmaciones públicas suponen un ataque directo a las víctimas de la crisis más grave de Derechos Humanos que se produce no sólo en el Estado español si no en el planeta. No podríamos imaginarnos a un representante de UPyD realizando un ataque similar contra otras víctimas, como por ejemplo las del terrorismo.
Un diputado, que cobra un sueldo público, tiene obligación y responsabilidad de contrastar sus argumentaciones con fuentes oficiales. Si se hubiera informado, las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial le hubieran alertado de que sólo el 27% de las mujeres que sufren violencia de género denuncia los abusos y que, de las 49 mujeres asesinadas en 2012 por sus (ex) parejas, sólo 9 habían denunciado. Y le habrían confirmado que sólo 0,01% de las denuncias por violencia de género resultan ser falsas.
Esta selección de datos realizada por Toni Cantó podría haber sido otra; sin embargo, es la que él decidió, aunque trate de excusarse mencionando una fuente dudosa como es la Federación de Afectados por las Leyes de Género. Sus tuits reflejan sus prejuicios misóginos y suponen un desprecio gravísimo a las mujeres que viven violencia día a día. Se trata de apología de la discriminación.
Cantó ha cuestionado la importancia de que existan políticas y presupuesto europeos que luchen frente a la violencia contra las mujeres, además de poner en tela de juicio la gestión de esos fondos. Éstos no son una dádiva, sino imprescindibles para que el Estado cumpla con su obligación: garantizar a las mujeres una vida libre de violencias. Todo ello, en un momento en el que, como diputado español, debería estar vigilante y preocupado por los drásticos recortes de presupuesto y la desaparición de servicios de atención y apoyo a estas mujeres.
La responsabilidad de un diputado por sus manifestaciones públicas va más allá de la de cualquier ciudadano y, por tanto, debe asumir ineludiblemente sus consecuencias. Ha dirigido su ataque hacia un grupo de la población especialmente invisible y maltratado (y no sólo por sus agresores). Toni Cantó debería mostrar respeto hacia las mujeres y hacia nuestra legislación y reconocer públicamente la magnitud de esta violencia, que implica un enorme sufrimiento para miles de mujeres y que vulnera los derechos humanos. Y, por último, en este caso, sólo cabe su dimisión como diputado.
Sin embargo, UPyD ha respaldado a Toni Cantó y ha ratificado su puesto en la comisión de Igualdad del Congreso, donde ha sido reprobado por todos los partidos excepto por el suyo. No sólo los discursos falaces sobre violencia machista vuelven a aparecer en los medios de comunicación, sino que ahora con el mayor de los descaros el mito de las denuncias falsas se cuela y está representado en la comisión parlamentaria que debería luchar contra él. El movimiento feminista está denunciando estas estrategias ideológicas, que convierten en inaplazable la creación de redes para defendernos y resistir a estas violencias machistas de nuevo cuño.
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