LA VALLA // EL GOBIERNO ESPAÑOL OBVIA LAS DENUNCIAS DE MALOS TRATOS
La policía dispara en la frontera de Melilla

Este verano se han contabilizado cuatro intentos
de cruces masivos de la frontera. Organizaciones
marroquíes y melillenses denuncian que
los subsaharianos ‘sin papeles’ que han intentado
atravesar las vallas de Melilla han vuelto a
ser repelidos a tiros y con palizas, y resaltan el
secretismo en torno a ello. Mientras, los gobiernos
español y marroquí refuerzan el control.

04/09/08 · 0:06

“El Ejército marroquí se ha ocupado
de fusilar a todo inmigrante que
acceda al primer obstáculo” de las
vallas fronterizas de Melilla, denuncia
la ONG de defensa de los niños
Prodein. Por ello, pide a las autoridades
españolas, de la UE y marroquíes
que pongan medios para evitar
“la carnicería que sin lugar a dudas
tendrá lugar” en las vallas. Y
les exige que cumplan efectivamente
los compromisos internacionales
firmados en materia de derechos
humanos (DD HH).

El 14 de agosto, unos 50 subsaharianos
intentaron saltar las vallas
en la zona del aeropuerto, pero fueron
interceptados. Más de la mitad
fueron detenidos por el Ejército
marroquí (el principal responsable
de la lucha contra la inmigración
de ‘sin papeles’). El resto logró escaparse
por los montes cercanos.
Era el cuarto intento en dos meses.

El primero fue el 22 de junio. El
partido melillense Unión, Progreso
y Democracia (UPyD) denunció
que hubo “disparos de armas” por
parte de las fuerzas encargadas de
la vigilancia fronteriza durante los
enfrentamientos que tuvieron lugar
entre fuerzas del orden españolas y
marroquíes contra unos 200 sin papeles
que intentaron cruzar el paso
fronterizo de Beni-Enzar. Siete inmigrantes
fueron hospitalizados,
28 fueron detenidos dentro de Melilla
y 30 lo fueron por las fuerzas
alauitas, según asociaciones marroquíes
de defensa de los DD HH.
Horas más tarde, otro intento infructuoso
de salto culminó con 22
personas detenidas. Según las mismas
fuentes, en las comisarías marroquíes
los malos tratos a los detenidos
fueron generalizados. UPyD
denunció que “el secretismo” de
ambos lados de la frontera “nos hace
dudar y tener ciertas sospechas
sobre la verdadera realidad y magnitud
del asunto”. Las asociaciones
marroquíes denunciaron que, horas
más tarde, el Ejército llevaba a
cabo redadas por los bosques y
pueblos cercanos de la zona de Nador
y detenía a unas 110 personas,
que fueron deportadas y abandonas
en el desierto entre Marruecos
y Argelia. Finalmente, en la noche
del 10 de agosto, más de 50 subsaharianos
intentaron cruzar por el
puesto fronterizo del Barrio Chino.

Según la melillense Prodein, que
de nuevo denunció el secretismo
en torno al suceso, se volvieron a
oír disparos. Unos 40 inmigrantes
fueron detenidos por el Ejército
marroquí “tras recibir muchos de
ellos auténticas palizas”.
Unos sucesos que recuerdan, según
la ONG, a septiembre de 2005,
cuando 14 inmigrantes murieron
(el Gobierno sólo reconoció oficialmente
cinco muertes) durante un
intento de salto de 300 personas.

Por otro lado, la asociación pro
DD HH de Andalucía ha mostrado
su preocupación por los acuerdos
firmados a mediados de julio de
2008 entre los ministerios de Interior
marroquíes y español, por los
que este último se compromete a
ayudar a las fuerzas policiales y militares
vecinas a impermeabilizar
sus fronteras “pues supone claramente
ofrecerse a colaborar en la
violación de los DD HH”. Según un
informe de Amnistía Internacional,
días después de la muerte de tres
subsaharianos por disparos en las
vallas de Melilla, el 3 de julio de
2006, el Gobierno español dio al
marroquí 10,5 millones de euros para
mejorar los controles fronterizos,
sin vincular su concesión a la
adopción de medidas en materia de
DD HH. El 50% de la ayuda que recibe
Marruecos para el desarrollo
proviene de la UE. Además el reino
alauita es el primer beneficiario de
la ayuda al desarrollo española.
Desde 2001-2002 estas ayudas ya
no se centran en cubrir las necesidades
de la población, sino que, en
los documentos españoles, aparecen
explícitamente subordinadas a
los objetivos antimigratorios.

Seis meses
escondidos

_ Desde hace seis meses 67
hindúes malviven en los montes
de Ceuta por miedo a la
expulsión. Tras llevar la mayoría
más de un año y medio de
estancia en la ciudad, interpelaron
a la delegación de Gobierno
para saber lo que pensaba
hacer con ellos. La
respuesta fue el anuncio de
una próxima deportación. El 7
de abril, los hindúes se escaparon
del Centro de Estancia
Temporal de Inmigrantes y
ahora viven de la caridad en
chabolas. Es un caso similar
al de 37 bangladeshíes que,
tras estar largo tiempo escondidos,
lograron llegar a la península
el año pasado tras
una campaña de solidaridad.

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