EE UU: ABSOLUCIÓN DEL VIGILANTE Zimmer­man
Las dos muertes de Trayvon Martin

La sentencia absolutoria del autor material de la muerte del joven de Florida provoca una nueva ola de protestas.

09/08/13 · 9:00
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La absolución de George Zimmer­man de cualquier culpa en la muerte del chico negro de 17 años Trayvon Martin ocurrida en febrero de 2012 ha avivado, esta vez con mucha intensidad, el debate racial en Estados Unidos. La herida nunca se ha cerrado, así que no se puede decir que este suceso la haya reabierto.

Zimmerman mató a Martin de un tiro en el pecho después de perseguirle e iniciar una pelea en la que acabó con la nariz rota, según su propio testimonio, el único sobre lo que realmente sucedió esa noche. Tras pasar unas horas declarando en comisaría, se fue a su casa sin cargos. La presión social obligó a la fiscalía de Florida a encausar al vigilante de barrio, de madre peruana.

El 13 de julio Zimmerman fue absuelto por un jurado popular compuesto por mujeres. Una miembro del jurado, con especial hambre de fama, ofreció una entrevista en televisión en la que repartió las culpas entre la víctima y el verdugo, entre quien no llevaba arma de fuego alguna y quien decidió imponer la ley a su manera y que acabó beneficiándose de un marco legal muy laxo que ampara a quien usa la fuerza letal en caso de sentir miedo por su vida. Se mostró comprensiva con el agresor, que se extralimitó en sus funciones al perseguir al joven, a quien da su parte de responsabilidad por haberse defendido del perseguidor. Al parecer B37, como se conoce a esta miembro del jurado, inició negociaciones con un agente editorial para escribir un libro sobre todo el proceso, pero ante el abrumador rechazo social reflejado en las redes sociales, los planes no seguirán adelante.

Monica Moorehead, activista afroamericana y varias veces candidata a la presidencia de Estados Unidos por un partido de izquierdas, indica que la sentencia supone la segunda muerte de Trayvon Martin. Argumenta que primero fue asesinado por Zimmerman y después la justicia y el jurado le pusieron al mismo nivel que su verdugo, al “demonizarle, deshumanizarle y describirle como el agresor, aunque fuera Zimmerman quien portaba un arma y no Trayvon”.

El jurado trató el caso con gran asepsia, tanta que no admitió que la raza de la víctima influyera de ningún modo en el actuar del aprendiz de policía. El factor racial fue ignorado, eliminándose así, de un plumazo, el llamado racial profiling o las prácticas por las que las fuerzas de seguridad de este país, privadas en este caso, sospechan de y actúan contra negros y gente de color más que contra el resto, por causa, esto es, de su color de piel.

Larry Hales, activista y organizador comunitario, vinculado al International Action Center de Nueva York subraya este punto: “Nunca mencionaron que Trayvon fue señalado por el color de su piel cuando eso es exactamente lo que sucedió”. “Ya nos sentimos bastante inseguros con la policía, y ahora más todavía, porque han permitido que alguien como Zimmerman salga airoso de una situación así”, añade.

Movilizaciones de respuesta

Al día siguiente de la absolución se produjeron movilizaciones espontáneas por todo el país. En su mayoría pacíficas, pero en algunas ciudades, como en Los Ángeles, hubo algún hecho violento que acarreó varias detenciones. En Nueva York las movilizaciones fueron muy numerosas, duraron toda la tarde hasta bien entrada la noche y los manifestantes ocuparon Times Square y cortaron el tráfico de alguna avenida, algo impensable en esta ciudad. El lunes también hubo marchas y asambleas en la gran manzana. En esta ocasión la presencia policial era abrumadora, síntoma del nerviosismo de las autoridades a que sucesos como éste puedan desembocar en disturbios raciales de envergadura, como los ocurridos en 1992 en Los Ángeles.

Ese año, un grupo de policías blancos también recibió la absolución, a pesar de que fueron grabados en vídeo mientras daban una paliza al joven negro Rodney King. Durante seis días de abril y mayo, 53 personas perdieron la vida y miles resultaron heridas. Hubo miles de detenidos e innumerables establecimientos fueron saqueados y quemados.

Los gobiernos locales y federal temen que un día algo así pueda producirse de nuevo en este país, como ha ocurrido en recientes años en Londres, París o Atenas con la muerte de jóvenes a manos de la policía. Sobre este aspecto, Hales afirma que “sí, están muy nerviosos (...) siempre que hay algún tipo de manifestación o movilización la policía estará siempre rodeando la zona, con todo su equipamiento, motos, coches y helicópteros, haciéndonos sentir como criminales”.

“Pero luego hay zonas como la de Kimani Gray en la que ya hay una ocupación policial de facto, la policía ya está ahí vigilando esas zonas, en las que precisamente viven personas de color que hablan diferentes lenguas. Así, el día que suceda un hecho extraordinario, ellos ya están ahí”, explica Hales. Se refiere al caso de Kimani Gray, un joven negro de 16 años de origen caribeño que recibió en marzo pasado siete tiros de dos agentes de paisano cuando iba a buscar a un amigo a su casa. Los policías alegaron que el adolescente tenía un arma, en contra del testimonio de una testigo.

El activista, implicado en protestas contra la guerra y contra la brutalidad policial, opina que la falta de un movimiento a gran escala en defensa de la justicia y la igualdad racial es prueba de “la paciencia de las personas de color, porque la actual situación de desempleo masivo entre la comunidad negra, pobreza, discriminación, brutalidad policial lo requiere; el año pasado hubo 130 personas negras –fundamentalmente hombres negros– asesinadas por la policía o vigilantes en todo el país; la justificación está ahí, pero como los blancos, los negros sólo queremos tener familia y vidas felices”.

Obama defiende el sistema judicial y pide reflexión

El presidente Obama hizo un llamamiento a la calma y la reflexión unos días después de conocerse la absolución de Zimmerman. Defendió el sistema judicial del país y cerró el debate en torno a la sentencia al afirmar que “una vez que el jurado habla, así es como nuestro sistema funciona”. Pero hizo un ejercicio de empatía diciendo que él mismo podría haber sido Trayvon hace 35 años y narró recuerdos de su juventud: “Hay muy pocos hombres negros a los que no les han seguido de cerca en un tienda, eso me incluye a mí”, declaró Obama.

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