Jesús N. Silva

Juicio bajo sospecha . La defensa de ‘los cinco’ denunció numerosas irregularidades en el juicio y presiones sobre el jurado.

El 31 de octubre la Corte de Apelaciones del XI Circuito de Atlanta aceptó a trámite el recurso de la Fiscalía de Miami contra la sentencia de tres jueces de ese mismo circuito que el pasado agosto revocaron la totalidad de las condenas contra ‘los cinco’. En opinión de la defensa, la unanimidad de la decisión -algo muy poco frecuente- y la contundencia de los argumentos contenidos en las 93 páginas de la sentencia de los tres jueces de Atlanta permitían esperar que no prosperara el recurso. Igualmente inesperada fue la apelación de la Fiscalía, puesto que, siempre según la defensa, reabrir el proceso significa volver a poner en el centro de atención el apoyo gubernamental estadounidense a las actividades armadas anticubanas.

El largo proceso de ‘los cinco’
En junio de 1998 responsables de la seguridad del Estado cubano entregaron al FBI norteamericano abundantes documentos y grabaciones que revelaban que grupos de exiliados en Miami estaban planeando hacer estallar en pleno vuelo aviones de líneas regulares a Cuba. Remarcaban que entre las posibles víctimas era muy probable que hubiera ciudadanos norteamericanos. Casi dos meses después, fueron detenidas diez personas en un operativo del FBI contra una supuesta red de espías en Miami. Los detenidos fueron acusados de cometer actos de espionaje, de ser “agentes extranjeros” y de conspiración. En mayo de 1999, la fiscalía de Miami presentó un segundo pliego de cargos añadiendo más acusaciones, entre otras la de “conspiración para cometer asesinato” contra Gerardo Hernández, al que la Fiscalía relacionó con el derribo en el espacio aéreo cubano de las avionetas de la organización anticastrista Hermanos al Rescate en febrero de 1996.

Entre mayo de 1999 y junio de 2000, cinco de los detenidos permanecieron -otros cinco fueron deportados a Cuba- aislados en la Unidad de Albergamiento Especial, conocida popularmente como el ‘hueco’, unas celdas de 15 pies de largo por siete de ancho con formato de calabozo, aunque el reglamento penitenciario sólo permite mantener a un detenido en estas condiciones un máximo de 60 días. El juicio comenzó en diciembre de 2000 y duró seis meses. La defensa denunció numerosas irregularidades: documentos clasificados como secretos que no fueron presentados ante la defensa, presiones sobre el jurado de los lobbies anticastristas de Miami, rechazo de las peticiones de cambio de sede del juicio, tergiversaciones por parte de la Fiscalía... El jurado consideró culpables a todos los acusados y condenó a Gerardo Hernández a dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión; a Ramón Labadiño, cadena perpetua más 15 años de prisión; a Fernando González, 19 años de prisión; a René González, 15 años de prisión, y a Antonio Guerrero a cadena perpetua más 15 años de prisión. Tras ello, y por motivos desconocidos, volvieron a ser enviados al ‘hueco’.

El Gobierno cubano no ha negado que ‘los cinco’ se infiltraran en los grupos extremistas cubano-americanos de Miami para obtener información sobre actividades armadas contra la isla, pero siempre rechazó que hubieran espiado a los EE UU.
En enero de 2003 una juez federal denegó la solicitud de un nuevo juicio, presentada por los abogados de ‘los cinco’. En abril de 2003 la defensa presentó otra petición de un nuevo juicio ante el XI Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta.

Tras siete años de encarcelamiento, aislados, sin posibilidad de comunicarse entre ellos y con restricciones en las visitas, en agosto de 2005 un panel de tres jueces de la la Corte de Apelaciones revocaba la totalidad de las condenas contra ‘los cinco’. La sentencia ordenaba la realización de un nuevo juicio al considerar que en el anterior no se respetaron las debidas garantías. Tras difundirse esta decisión, una intensa campaña de presión internacional se puso en marcha. Así, un manifiesto reclamando el excarcelamiento de ‘los cinco’ fue respaldado por más de 6.000 firmas recogidas entre escritores, artistas, políticos e influyentes figuras, como siete premios Nobel.