MALOS TRATOS // TUVO QUE PERMANECER HOSPITALIZADO CUATRO DÍAS
Juicio por torturas contra dos policías en Madrid

En 2006, la detención a golpes
de un menor en la calle
provocó los reproches de los
viandantes. Uno de ellos fue
también golpeado y detenido.
Y acaba de ser juzgado.

, Redacción
21/01/09 · 23:44
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MANIFESTACIÓN POR UNA VIVIENDA DIGNA. En este caso los juzgados fueron los detenidos, acusados de desorden público.

“Para mí es muy importante haber
llegado a la Audiencia Provincial,
ya que estaban dos policías imputados”.
Así resume el abogado Servando
Rocha el largo proceso para
juzgar los hechos que rodearon la
detención, traslado a comisaría y
posterior hospitalización del joven
madrileño E.M.B.

El 30 de enero de 2006, una espectacular
detención de un menor
de edad por siete policías nacionales
provocó un gran revuelo en la
plaza de Lavapiés, un céntrico barrio
de Madrid. Según afirman numerosos
testigos, el detenido fue
reiteradamente golpeado aunque
no ofrecía ninguna resistencia. Un
grupo de viandantes empezó a increpar
a los agentes exigiendo con
gritos que pararan. Los policías, visiblemente
nerviosos, arremetieron
a porrazos e hirieron a varias personas.
Entre ellas estaba E.M.B.
Según su relato, recogido en su denuncia
por malos tratos, “eché a correr,
siendo perseguido por los
agentes, fui golpeado por uno de los
policías con un objeto duro y pesado,
lanzándome con violencia contra
una señal de tráfico. Inmediatamente,
se acercaron unos cuatro
agentes que me rodean y comienzan
a golpearme con patadas y porrazos,
sobre todo en la zona de las
piernas. Estoy mareado, el brazo
me duele muchísimo. Aún así, los
agentes me insultaban con expresiones
como ‘Hijo de puta’ o ‘Cabrón’
y me colocan las esposas”. Introducido
en un coche policial,
siempre según el relato, “un agente
se asegura de que está bajado el cierre
de las puertas y me advierte de
que ‘ahora te vas a cagar, hijo de
puta’ ”. E.M.B. fue trasladado a la
comisaría de Leganitos junto a
otros dos detenidos. “Nos sientan
en la entrada, custodiados por unos
seis o siete policías. Uno de ellos dice:
‘¿Estos son los de Lavapiés?’ para,
seguidamente, insultarme como
‘rojo de mierda’. Suplico que venga
un médico, ya que me duele terriblemente
un brazo, pero me contesta
un agente que ‘te rompería el
otro brazo, cabrón”. E.M.B. recuerda
también que “al salir de una oficina,
un agente me agarra del cuello
y me propina hasta tres puñetazos
a la altura del estómago.” Según
su relato fue reiteradamente golpeado
por diferentes policías.

Su estancia en la comisaría fue
breve, apenas 45 minutos hasta la
llegada de la unidad del Samur llamado
para atender sus lesiones.
Esa misma noche ingresó en el hospital
12 de Octubre, aunque no recibió
el alta hasta cuatro días más tarde,
tras ser intervenido quirúrgicamente
por las lesiones en el codo.
E.M.B. presentó una denuncia
por malos tratos, pero sin identificar
a ningún agente en concreto,
puesto que no tenía sus identidades.
Según explica Rocha, “progresivamente,
cuando fue pasando el
tiempo, logramos imputar a un
agente tras una rueda de reconocimiento,
en la que sin ninguna duda”
el joven “reconoció a uno de
ellos, al que le lanzó contra la señal”.

A su vez los agentes denunciaron
a E.M.B. por un delito de atentado
contra la autoridad. Ahora, el
14 y 16 de enero, tres años más tarde,
se ha celebrado en la Audiencia
Nacional de Madrid el juicio.
Esta vez el joven no estaba solo,
unas 40 personas estuvieron presentes
en la vista oral para expresarle
su apoyo. Según describe Rocha,
“teníamos delante al abogado de la
Policía, que es el del Sindicato
Unificado de Policía, y luego teníamos
al abogado del Estado, que está
presente porque, al ser los acusados
funcionarios, en caso de condena, el
Estado responde de forma subsidiaria
de las indemnizaciones. Realmente
eran dos abogados contra nosotros.
Más el fiscal. El fiscal ha intentado
una especie de solución salomónica:
ha bajado la acusación de
un delito de atentado al de resistencia,
que son seis o siete meses aproximadamente
de condena. Lo malo
ha sido que también ha retirado la
denuncia por lesiones a los policías
y les imputa un delito de imprudencia
con resultado lesivo. Algo irrisorio.
Las indemnizaciones siguen
siendo más o menos las mismas”.
Respecto a su acusación contra los
policías, Servando aclara que su
acusación principal es contra uno
de los agentes contra el que “hemos
pedido siete años de cárcel por lesiones
y torturas, además de la inhabilitación”
para ser policía.

El juicio ha quedado visto para
sentencia. Pero Rocha no se hace
ilusiones: “Nos encontramos siempre
con el muro de que es tabú hablar
de malos tratos y torturas y, por
supuesto, imputar lesiones a un policía.
Hay poca valentía en este país
para condenar a un policía. Eso lo
sé yo y lo sabe todo el mundo”.

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MANIFESTACIÓN POR UNA VIVIENDA DIGNA. En este caso los juzgados fueron los detenidos, acusados de desorden público.
MANIFESTACIÓN POR UNA VIVIENDA DIGNA. En este caso los juzgados fueron los detenidos, acusados de desorden público.
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