El pasado 5 de octubre, una pequeña concentración
en el campus de la Universidad Complutense llamaba
a la solidaridad activa con los “detenidos anti LOU”.
El 1 de diciembre 2001 miles de estudiantes
se manifestaron en Madrid
contra la Ley Orgánica de Universidades
(LOU), y sus diferentes protestas
coincidieron en la céntrica plaza
de España. En los alrededores,
tras un confuso incidente, la policía
detuvo a Manuel, Israel, Marcos y
Federico. Casi media hora después,
en otro incidente, un policía municipal
era gravemente herido por una
pedrada. Dos jóvenes más, Daniel y
un menor, fueron arrestados. Todos
los detenidos, tras permanecer en
una comisaría 72 horas, fueron conducidos
ante un juez. Los detenidos
denunciaron torturas físicas y psicológicas.
Cuatro años después, el 27
de octubre de 2005 una jueza condenaba
a duras penas de prisión a cuatro
de los jóvenes detenidos. Al menos
dos de ellos pueden ingresar en
la cárcel si se aplica la sentencia.
DIAGONAL: ¿Cuál es la situación a
nivel judicial del caso?
MANUEL: Está la sentencia del juzgado
de lo penal nº 17, que fue de 3
años y medio de cárcel para Dani y
para mí, uno y medio para Isra, y medio
para Marcos, y la absolución de
Federico, que es ciudadano italiano.
El menor que también fue detenido
ese día finalmente no fue imputado.
Hace relativamente poco ha sido fijada
la sala de la Audiencia Provincial
que va a ver nuestro recurso pero sobre
el mismo todavía no se ha pronunciado.
De momento estamos en
el aire. Esperamos que lo acepten y
que haya una nueva vista, pero si no,
no sabemos. En teoría sí hay esperanzas
pero si toca otra jueza similar
a la anterior, o no se miran el caso,
pues se ratificará la sentencia.
Recursos ordinarios, se supone que
hemos agotado todas las vías. Nos
quedaría recurrir al Constitucional
pero eso... no sé si daría fruto.
D.: ¿Y las denuncias que presentasteis
contra la policía?
M.: Nosotros denunciamos a la policía
por detención ilegal, por torturas,
amenazas y malos tratos. Las
que presentamos Marcos, Isra y yo
fueron archivadas. La de Dani,
que siguió adelante, desembocó
en un juicio de faltas, creo, por lesiones,
porque él sí tenía marcas
evidentes, pero no pudo reconocer
la cara de los policías agresores.
Quedó entonces demostrado
que se habían producido malos
tratos pero, al no identificarse a
los autores, ahí quedó la historia.
D.: Las acusaciones contra vosotros
son entre otras cosas por las lesiones
sufridas por un agente de policía municipal
que quedó inconsciente: pero
os detuvieron media hora antes.
¿Qué explicación da el juez?
M.: La jueza no dio ninguna explicación:
su sentencia se basó en las declaraciones
policiales. Y ni siquiera
en todas, sólo las que le interesaron
porque en sus declaraciones los
agentes entraron en numerosas contradicciones
(en el relato de los hechos,
el lugar, o sobre los detenidos).
Hubo incluso declaraciones exculpatorias.
Sólo recoge la sentencia las
que nos inculpan.
Tampoco el nuestro es un caso
aislado: es uno más. La juez simplemente
es un eslabón de la cadena
represiva: la policía te detiene, la
fiscal pide una pena altísima y la
jueza reduce esa pena sin leerse el
informe. Hay unos incidentes que
no pueden quedar impunes a ojos
de la política. A Marcos, Isra,
Federico y a mí nos había detenido
antes de estos incidentes la Brigada
Provincial, es decir, secretas.
Porque en esa manifestación tenía
que haber detenciones. Había unos
80 policías de la Brigada infiltrados
en “labores de vigilancia y control”.
D.: ¿Habéis tenido apoyo?
M.: Aquí hay gente que se ha volcado
bastante con la historia, sobre todo
a raíz de la sentencia. De 2001 a
2005 estuvo todo muy parado pero a
raíz de la sentencia ha habido movilizaciones.
Parte del movimiento
estudiantil, sobre todo el más cercano
a nuestro entorno -asambleario,
libertario- sí se ha movilizado,
lógicamente. Pero hay otra parte
importante que no, quizás por desconocimiento
de lo sucedido.
En este caso también se han movilizado
nuestros familiares, y el alcance
de nuestra denuncia ha sido más
amplio porque ellos han llegado
también a otras ideologías y otros
entornos. Se ha movido la campaña
a otros niveles sindicales... En una
manifestación de denuncia de varios
casos de represión, se pusieron en
contacto nuestros respectivos padres,
hicieron una plataforma y acudieron
con una pancarta en bloque.
comentarios
0