MADRID // BANGLADESÍES CONSTITUYEN UNA ASOCIACIÓN PARA PODER HACER VALER SUS DERECHOS
El duro aprendizaje de la supervivencia

Estos dos activistas de la recién creada Asociación Valiente
Bangla explican como esta experiencia de autoorganización
de migrantes se fraguó en los montes de Ceuta.

02/04/09 · 13:02


Hace dos años, un grupo de
37 bangladesíes que llevaban
tres años en el Centro
de Internamiento Temporal
para Inmigrantes (CETI) de Ceuta
se echaron al monte para evitar ser
deportados. Su lucha despertó la admiración
y solidaridad entre distintos
movimientos sociales, llevando a
que la red del Ferrocarril Clandestino
decidiera apoyarles. Se inició así
un proceso de lucha compartida, entre
inmigrantes y autóctonos, entre
Ceuta y Madrid, que consiguió, tras
seis meses en el monte, varias concentraciones,
la recogida de 5.000 firmas,
un encierro y duras negociaciones
con el Ministerio de Interior, su
traslado a la península y la concesión
de permiso de residencia para los 37.

Pero en el proceso de lucha consiguió
mucho más. Para los que lo vivimos
desde Madrid, dentro de la
red del Ferrocarril Clandestino, significó
una experiencia compartida
de lucha entre ‘migrantes’ y ‘nativos’.
Gracias a ella aprendimos a borrar
estereotipos, a contagiarnos por
“otras formas de hacer política” que
no siempre coinciden con la nuestra,
y descubrimos, en nuestro impulso,
a personas con una valentía
insuperable, ahora nuevos compañeros
en nuestro viaje.

Para los que lo vivieron desde Ceuta
significó un duro aprendizaje de
las difíciles condiciones de supervivencia
en el campamento clandestino
que organizaron en los montes.
Aprendizaje que, unido a la desesperación
ante una posible deportación,
les obligó a una fortaleza que sólo se
puede obtener con el apoyo de quienes
se saben compañeros de lucha.
El despertar de esta conciencia colectiva,
la experiencia vivida en primera
persona de un proceso de autoorganización
exitoso, las solidaridades
y alianzas que se tejieron, así como
las ausencias y decepciones que
también se vivieron, están, sin duda,
en el origen de la recién constituida
Asociación Valiente Bangla.

Desde su llegada a Madrid, hace
ya un año, este colectivo bangladesí
manifestó su intención de no abandonar
la lucha, adaptándola, eso sí,
al nuevo contexto de Madrid. Aquí
se abrían nuevos frentes: mostrar su
solidaridad y apoyo a compatriotas
que se encontrasen en situaciones
complicadas, y participar en las luchas
que otros migrantes protagonizasen
para sumar su fuerza; hacer
propias las pequeñas batallas de una
red, la del Ferrocarril Clandestino,
de la que se sienten parte.
La Asociación Valiente Bangla tiene
como objetivo la propia autoorganización
de los bangladesíes y está
recibiendo el apoyo, en sus primeros
pasos, de personas de diferentes movimientos
sociales. Actualmente se
están autoformando en sus derechos,
con el objetivo de no sólo conocerlos
si no también de informar de
ellos a sus compatriotas. También
está colaborando activamente en la
lucha que la Asociación de Sin Papeles
de Madrid está llevando a cabo
para la despenalización de la venta
de CD ambulante. Y forman parte de
las organizaciones sociales que desde
Madrid y de forma coordinada
con otros movimientos de Barcelona
y Ceuta, reclaman la repatriación a
la península de aquellos indios y bangladesíes
que corren su misma suerte
en los montes de Ceuta y Melilla.
Al fin y al cabo, el método y los fines
que estos dos grupos llevan a cabo
en las ciudades autónomas están inspirados
en el éxito de la lucha que
desarrollaron los bangladesíes que
ahora forman Valiente Bangla (valiente.
bangla@gmail.com).

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