FRONTERA SUR // CON LA COMPLICIDAD Y EL DINERO DE LA UE Y DEL ESTADO ESPAÑOL
Denuncian que Marruecos dispara a matar contra los inmigrantes

En el último intento de
unos 45 subsaharianos
de saltar la valla
fronteriza de Melilla, las
fuerzas policiales y
militares marroquíes
dispararon con voluntad
de matar, según
denuncian asociaciones.

17/10/06 · 18:25
JPG - 28.3 KB
 
LA FRONTERA. Militar en el otro lado de la valla de Melilla. Marruecos está excavando un foso para dificultar aún más los saltos. // PRODEIN

En la madrugada del 3 de julio, cuatro
personas -tres según fuentes oficiales-
morían tiroteadas al intentar
saltar la valla fronteriza melillense,
y siete resultaban gravemente heridas.
Y esto en plena preparación de
la Cumbre de Rabat, el 10 y 11 de
julio, sobre control de los flujos migratorios.
El salto coincide también
con la publicación de datos escalofriantes:
el 29 de junio, la Asociación
Pro Derechos Humanos de
Andalucía, cifraba en más de 3.000
muertos las víctimas, en siete meses,
de -un genocidio de proporciones
incalculables- que se produce
entre las costas africanas y las de
Canarias. Días más tarde, eran recuperados
26 cadáveres de las costas
de El Aaiún, en el Sáhara, víctimas
del naufragio de una patera.

Los intentos de cruce de las vallas
fronterizas, a finales del verano pasado,
saldados con 14 muertes de
inmigrantes aún sin investigar, tuvieron
como consecuencia, además
de la construcción de una nueva valla
y un despliegue militar y policial
aún más fuerte, el cierre aparente
de esa entrada para los migrantes.
Por ello, el intento de salto de primeros
de julio ha vuelto a situar esta
frontera en primera plana. Según
José Palazón, de la Asociación Pro
Derechos de la Infancia (Prodein),
de Melilla: “En las provincias de
Nador y de Udla, es decir, en todo el
norte del Marruecos occidental, no
llegaba a haber antes de esta última
entrada en más de 150 subsaharianos.
Es poquísimo. En el bosque alrededor
de Melilla, habría unos 70.
No se puede hablar de que haya aumentado
la cantidad de gente esperando
para saltar”.

Sobre estas últimas muertes,
Palazón no deja de preguntarse cómo
es posible que un grupo de casi
50 personas pueda acercarse a la
valla sin ser detectado antes “con
toda la vigilancia que hay a ambos
lados. Incluso con la cantidad de
confidentes que hay infiltrados en
los grupos de subsaharianos en territorio
marroquí. Por el número de
gente que participó, lo inoportuno
del momento y la dificultad del salto,
visto el despliegue de seguridad
(hay miles de soldados marroquíes
vigilando la valla), éste era un salto
de poquísima envergadura, sin trascendencia,
pero con unos resultados
que generan alarma social.
Resultan cuatro inmigrantes muertos,
y siete heridos graves”. Pero,
paradójicamente, este intento no
sorprende. Para José “hay una extraña
coincidencia entre estos tiroteos
y las reuniones hispano marroquíes.
Cada vez que hay una cumbre,
cada vez que se quiere llamar
la atención, un día o dos antes hay
un salto, y matan a gente. Malditas
las coincidencias en las que muere
la gente. En cuanto a las vallas, la
realidad es que es una maquina de
matar, aunque sólo sea por uno de
sus componentes más peligrosos,
del que no se habla nunca, el ejército
marroquí. En esta ocasión, el ejército
marroquí ha usado balas explosivas.
Uno de los chavales ha muerto
de eso: el tiro le entró por el glúteo
y le destrozó el hígado. Tenía esquirlas
en toda la parte superior del
cuerpo. Esta munición está prohibida
por un sinfín de convenios internacionales.
Se fusila a la gente en la
frontera”. Pese a ello, las autoridades
españolas no han reaccionado,
según resalta Prodein. “El silencio
es absoluto, se escudan en que
Marruecos es un país soberano y
que los hechos se dan en su territorio.
Es una hipocresía que se aplique
una política de muerte, de fusilamientos
en la valla, y que nuestras
autoridades digan que no tienen
ninguna responsabilidad, si es la UE
y el Gobierno español quienes las financian”.
Tres días después de estas
muertes, el Gobierno español concedía
a Marruecos una subvención de
10 millones de euros para reforzar el
control de la inmigración.

Lo mismo apuntan varias asociaciones
y ONG andaluzas, melillenses
y de Nador, que en un reciente
comunicado denunciaron que “Marruecos
no duda en emplear fuego
real de forma cotidiana contra los
inmigrantes, ante la pasividad y la
complicidad del Gobierno español y
de la UE”. También destacaron “que
estos hechos se producen en vísperas
de la cumbre euroafricana en
Rabat (...) que lo único que pretende
es presionar a los Gobiernos africanos,
que finalmente utilizarán la
emigración como mercancía”. En
ese sentido, el aviso lanzado en vísperas
de la cumbre por el Gobierno
senegalés de que hay 15.000 cayucos
en sus costas, y alertando de la
creciente llegada de subsaharianos
de países vecinos, es vista como una
petición indirecta de más fondos.

La cumbre de Rabat

La conferencia sobre «inmigración
y desarrollo» que el 10 y 11 de
julio reunió en la capital marroquí
a 30 países europeos y 27 africanos
ha abierto, según Moratinos,
«una nueva visión, una nueva
dimensión» en las relaciones entre
los dos continentes. Para el ministro
español, el nuevo «espíritu de
Rabat» supone la superación de
«los acuerdos de readmisión» y la
instauración de una política migratoria
multilateral basada en «un
partenariado responsable». Sin
embargo, Argelia, la gran ausente,
ha calificado el encuentro de «conferencia-
espectáculo», criticando
que se haya dado prioridad a los
aspectos securitarios sobre los
económicos y que se haya consolidado
la propuesta de Sarkozy de
«inmigración selectiva o a la carta».
De hecho, de las 62 recomendaciones
aprobadas en el Plan de
acción de la cumbre, solo lo relativo
a la seguridad está perfectamente
elaborado. El documento
promueve una mayor coordinación
en la vigilancia de fronteras y la
creación de sistemas de alerta y
de bases de datos sobre migrantes
sin papeles, a la par que apoya
mejorar la información sobre las
necesidades de trabajo en Europa,
conectando la oferta y la demanda
de empleo. Por su parte, tal y
como han denunciado las ONG de
derechos humanos marroquíes,
que junto a otros colectivos europeos
y africanos organizaron a principios
de julio una conferencia
alternativa, las medidas sobre desarrollo
resultan vagas y las ayudas
europeas, claramente insuficientes.
Por ahora sólo el Gobierno español
se ha comprometido a aportar 30
millones de euros, 20 de los cuales
irán destinados a ayudas para
infraestructuras para países de Africa
occidental y 10 a microcréditos
para la creación de empleo. «Ellos
endurecen las leyes, cierran las
fronteras, solicitan a Marruecos,
Mauritania y Senegal ser sus gendarmes
y vienen aquí para hablar
de ayuda al desarrollo, es la hipocresía
en estado puro», declararon.

Tags relacionados: Marruecos Melilla Fronteras Militarismo
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto