Criminalización de las protestas
Cuando el agresor acusa de agresión

Cuatro mossos denunciados por brutalidad acusan de agresiones a la persona que los denunció.

, Barcelona
22/01/13 · 15:17
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Tras aquél simbólico “que se jodan” que se escuchó en el Congreso el pasado 13 de julio, la gente salió por enésima vez a la calle ahogada por la crisis y harta de políticas, cuando menos, inanes. En Barcelona, Sergi García, técnico audiovisual en paro, lanzó dos huevos contra la sede del PP y visiblemente emocionado, según varios testigos, insultó a los policías que guardaban el lugar y les exhortó a que cambiaran de bando. Tres horas más tarde, a varias calles de allí, García se disponía a coger el metro para volver a casa cuando, según su relato, un grupo de mossos le asaltó y le propinó una paliza. Le llevaron a comisaría entre insultos y allí le retuvieron casi dos días, sin poder hablar con nadie, sin poder contarle a su familia dónde estaba ni lo que había sucedido. Nada más salir denunció a los agentes que le habían maltratado y humillado.

Medio año después Sergi está acusado de romper el espejo retrovisor de una furgoneta policial, de lanzar un bote de pintura contra la sede del PP, de resistencia a la autoridad, de amenazar de muerte a los mossos y, por supuesto, de mentir. Quizá siguiendo la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque, la policía presentó una denuncia contra Sergi que el juzgado de instrucción hizo prosperar. El mismo juez sobreseyó su denuncia por agresiones.

El factor testigos

Hoy Sergi ha interpuesto dos recursos a la Audiencia Provincial contra el sobreseimiento de su propia denuncia y contra la sentencia que le imputaba toda aquella sarta de delitos. En su favor un cúmulo de testigos que niegan que fuera él el que lanzara la pintura ni el que rompiera el retrovisor del vehículo. De hecho, el recurso afirma que uno de estos testigos “pudo ver que el espejo del furgón policial fue roto por el golpe de un agente”. En su favor también el hecho de que fuera detenido cuando ya habían pasado tres horas de los hechos y a varios centenares de metros de la manifestación, y no en el mismo momento de las supuestas agresiones.

Respecto a la falta de pruebas para incriminar a los agentes, el recurso cita un informe médico que enumera las heridas y contusiones de Sergi y que según las declaraciones de los mossos se produjeron al introducirlo en el furgón policial. Ello aparte de las consecuencias psicológicas de la experiencia, por las que aún hoy recibe tratamiento. Según el recurso, en realidad “todos los hechos acreditadamente falsos que se pretenden imputar en el atestado policial no pueden sino tener un sentido: encubrir una actuación policial desviada”.

La policía y el efecto Streisand

El caso de Sergi García consiguió una notable efervescencia en la red gracias a un vídeo que grabó con la ayuda de la plataforma Rereguarda en Moviment poco después de los hechos y en el que, al borde del llanto, explicaba con pelos y señales su experiencia desde que lanzó los huevos hasta que salió de comisaría. En el vídeo aparece el rostro descubierto del caporal al que Sergi acusaba de agresiones, en unas imágenes tomadas el mismo día 13. Aunque ya había corrido por distintas webs y redes sociales, los mossos denunciaron a estos sitios para que desapareciera, y así ocurrió durante unos días… Hasta que se dieron en las narices con el efecto Streisand. Tal y como le sucedió a la actriz neoyorquina cuando denunció a un fotógrafo que colgó una imagen de su mansión, el intento de ocultación del vídeo fue contraproducente puesto que lo único que consiguieron fue una mayor publicidad del caso y una mayor difusión del documento. Hoy el vídeo aún puede verse.

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comentarios

1

  • |
    j_mg
    |
    29/01/2013 - 9:14pm
    Lo dicho. Catalonia is Spain. Y pa muestra los mossus. No hay quién les gane a grises. Pero grises, grises...
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