"GÉNERO // OPOSICIÓN A LA OFENSIVA ANTIABORTO ""IMPULSADA POR LA IGLESIA"""
Cristianas de base alertan de una cruzada contra la igualdad

Feministas cristianas
denuncian una ofensiva
política mundial contra
la igualdad de género
para la que el Vaticano
ha movilizado al laicado
ultraconservador. La
lucha contra el aborto es
uno de sus pilares.

24/01/08 · 0:00
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CRISTIANAS Y FEMINISTAS. Ediciones en inglés y castellano de la revista cristiana y feminista Conciencia / Juan Carlos Rojas

Representan la voz feminista y discordante
frente a una jerarquía eclesiástica
que se ha propuesto frenar
el avance de sus derechos. En febrero
se cumplirán 20 años de la Carta
Apostólica de Juan Pablo II, Mulieris
Dignitatem (Dignidad de la
Mujer). El Vaticano celebrará un
Consejo Pontificio sobre el papel de
la mujer en la Iglesia a la que la Conferencia
Episcopal de cada país
mandará un representante. Ellas no
han sido invitadas a participar.
Dones en l’Esglèsia (Mujeres en
la Iglesia) reivindica la paridad de
las mujeres en la institución y la teología
vista “con ojos de mujer”. Según
manifiesta a DIAGONAL su
presidenta, María Dolors Figueras,
“la jerarquía eclesiástica no nos tiene
mucha simpatía”. Aunque en el
grupo hay diferentes posturas frente
al aborto, Figueras cree que coinciden
en el “respeto total a la voluntad
de la mujer y lo que ella decida
para su cuerpo”. No están de acuerdo
con las opiniones de la jerarquía
católica española respecto a la familia,
un concepto válido “para cualquier
grupo de personas que compartan
un mismo techo”.

Otro grupo disidente del ultracatolicismo
es Católicas por el Derecho
a Decidir (CDD), afincadas en
Latinoamérica y Estados Unidos
desde los años ‘70. Desde hace diez
años promueven la salud sexual y
reproductiva en el Estado español.
Según Paloma Alfonso, vicepresidenta
de CDD, “ la autonomía de las
mujeres pasa por el control de su vida
sexual y reproductiva, y el aborto
es un tema más que abordar desde
esa ética”. Según Alfonso, “no se
afronta con represión, sino dando
derechos, información y acceso al
control de su capacidad reproductiva
a las mujeres, así como derechos
civiles, económicos... Seguramente
tomarían otras opciones si tuvieran
un mundo de posibilidades a su alcance,
pero las cosas no son fáciles
para las mujeres”.

‘Capitanes de la reacción’

A su juicio, la Iglesia lucha contra
el aborto porque la libertad de las
mujeres les perjudica, ya que “el
feminismo da en la raíz de su estructura
jerárquica” y, por tanto,
“es el enemigo de todos los ultraconservadores”.
Según CDD, “la
Conferencia Episcopal y la jerarquía
eclesiástica impulsan la ofensiva
antiaborto diciéndole al laicado
que actúe políticamente, se
comprometa e incordie con ese tema”.
Alfonso sostiene que “esta
campaña se viene gestando desde
las Conferencias Internacionales
de Población de El Cairo (1994) y
Pekín (1995), donde el Vaticano y
otros representantes de las estructuras
patriarcales entendieron que
el avance de las mujeres se les puede
venir encima, y se asustaron”.

Así, se convirtieron en “capitanes
de la reacción. Hicieron lobby para
que los Acuerdos finales de las
Conferencias no mencionaran los
derechos sexuales ni reproductivos
o el concepto de género” (ver
DIAGONAL nº 64). En EE UU “los
sectores más conservadores de la
Iglesia Evangélica empezaron a intervenir
en política. El movimiento
‘neocon’ también se explica por esta
coyuntura”.

En Latinoamérica, Ratzinger dio
a los obispos y cardenales más
conservadores el control de las
Conferencias Episcopales “para no
perder terreno frente al evangelismo
y arrinconar la Teología de la
Liberación”. En el continente europeo,
tras “intentar el reconocimiento
de las raíces cristianas en
la Constitución de la UE, se apoyan
en los países ex comunistas”.
Y aunque el Estado español “está
echado a perder, para la Iglesia,
tras la involución que supone la
desaparición de los Centros de Planificación
en Madrid, por ejemplo,
están los obispos. Dentro del PP de
la Comunidad hay un sector tan
agresivo como los ‘neocon’: Ana
Botella y los Legionarios de Cristo.

Hacen su trabajo soterradamente,
cada vez más empoderados”. Alfonso
afirma que la disidencia católica
está formada por millones
de personas: “¡Este país es católico
y el 99% de las mujeres usa anticonceptivos!”.
Ellas, por su parte,
se han sumado a la campaña del
movimiento feminista por la despenalización
del aborto y su normalización
en la sanidad pública.

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