Contra la psiquiatrización de la identidad

El pasado 11 de octubre activistas
transexuales, transgénero
e intersexuales de
distintas ciudades europeas
(Barcelona, Bilbao, Donostia, Gasteiz,
Zaragoza, Madrid, Bruselas,
Lisboa y Paris) salimos a la calle para
denunciar la violencia, la precariedad
y la vulnerabilidad que vive
nuestro colectivo. Pero sobre todo
para denunciar públicamente una
vez más la psiquiatrización de nuestras
identidades y las graves consecuencias
del llamado “trastorno de
identidad sexual o de género” (TIG),

16/10/08 · 14:34
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El pasado 11 de octubre activistas
transexuales, transgénero
e intersexuales de
distintas ciudades europeas
(Barcelona, Bilbao, Donostia, Gasteiz,
Zaragoza, Madrid, Bruselas,
Lisboa y Paris) salimos a la calle para
denunciar la violencia, la precariedad
y la vulnerabilidad que vive
nuestro colectivo. Pero sobre todo
para denunciar públicamente una
vez más la psiquiatrización de nuestras
identidades y las graves consecuencias
del llamado “trastorno de
identidad sexual o de género” (TIG),
por el que se nos cataloga como “enfermos
mentales”.

Somos personas autónomas y
dueñas de nuestros cuerpos, por lo
que rechazamos que intenten controlar
nuestras vidas con este diagnóstico
psiquiátrico, mediante el
cual, y con el amparo de la ley, se
nos obliga [en el Estado español] a
recibir tratamiento hormonal durante
al menos dos años, si queremos
cambiar el nombre y la mención de
sexo en nuestros documentos. Esta
hormonación imperativa viola nuestros
derechos reproductivos, ya que
en la práctica estos dos años de tratamiento
nos vuelven estériles. Dos
años de incertidumbre absoluta,
donde se nos aboca al ostracismo
social, laboral, etc. Todo ello con el
fin de ajustarnos a los patrones dicotómicos
de hombre/mujer.

Nuestra práctica diaria evidencia
que en esta sociedad no sólo se trata
de hombres y mujeres o de machos
y hembras. Somos la muestra de que
el sexo y el género son ejes mucho
más complejos y plurales de lo que
se entiende como “lo normal”. Esta
misma dicotomía hace invisibles a
las personas intersexuales, sometiéndonos
a intervenciones quirúrgicas
desde que nacemos con tal de
ajustar nuestros cuerpos a lo que debe
de ser un hombre o una mujer,
violentándonos y robándonos la capacidad
de control y disfrute sobre
nuestros cuerpos sin nuestro consentimiento.
Por ello, denunciamos
los procesos extremos a los que nos
somete la clase médica para “normalizarnos”
en uno u otro sexo.

Por todo ello, el 11 de octubre nos
visibilizamos para provocar una reflexión
social, y para demandar:

- Que la ‘disforia de género’ desaparezca
de los manuales CIE (Clasificación
Internacional de Enfermedades
de la Organización Mundial
de la Salud) y DSM (manual diagnóstico
y estadístico de enfermedades
mentales de la Asociación de
Psiquiatría Norteamericana) como
trastorno mental, al igual que retiraron
la homosexualidad en el año ‘92.

- El libre acceso a tratamientos
hormonales y quirúrgicos, sin tutela
psiquiátrica.

- La abolición de los procesos de
normalización impuestos a las personas
intersexuales, nacidas con genitales
ambiguos, sobre los que se
interviene al poco de nacer invisibilizando
los cuerpos que no encajan
en el binomio hombre/mujer.

- La retirada de un dato inservible
como la mención de sexo de nuestros
documentos oficiales.

- Que se promuevan leyes que
protejan e integren a las personas
trans e intersex en la sociedad.

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