Unos 200 inmigrantes están detenidos en condiciones infrahumanas en el campamento militar de Nador, recientemente reabierto para la detención y posterior deportación de sin papeles.
- DESCENSO. La interceptación de inmigrantes
en pateras ha bajado un 25%. // Younes Nachet
Desde primeros de enero Marruecos
continúa, ante el beneplácito
del Gobierno español, con su política
de deportaciones sumarias.
Así, unos 200 inmigrantes, la mitad
procedentes del África Subsahariana
(marfileños, congoleños,
nigerianos, gambianos y cameruneses)
y otros de Pakistán y Bangladesh,
están detenidos en el campamento
militar de Nador, según
denuncia la Asociación Elin de
Ceuta. Varios de ellos llevaban varias
semanas allí. Uno de estos grupos,
procedentes de las continuas
redadas en los montes próximos a
Melilla, sufrió múltiples heridos
graves. Muchos de ellos tienen las
piernas partidas. Esta asociación
cree, además, que entre ellos hay
solicitantes de asilo procedentes de
Costa de Marfil y Congo Kinshasa.
Comunicar con estos inmigrantes
es ya imposible. Las autoridades
marroquíes les confiscan sus teléfonos
móviles, los mismos que en
otras ocasiones les salvaron la vida,
como cuando fueron deportados al
desierto del Sáhara.
A finales de diciembre varias decenas
de inmigrantes subsaharianos
intentaron cruzar el perímetro
fronterizo de Melilla. Se trataba del
primer intento mínimamente organizado
de saltar la valla, tras los sucesos
de agosto, septiembre y octubre,
en los que murieron a golpes y
tiros varios subsaharianos a manos
de ambas policías fronterizas. En
esta ocasión, siete de ellos consiguieron
adentrarse en territorio melillense,
y tras ser localizados por
las fuerzas de seguridad, fueron
conducidos a comisaría.
Por otro lado, varios periodistas
europeos fueron testigos de una
deportación ilegal por parte de la
Guardia Civil. Según afirmaron,
presenciaron el intento de llegar a
nado desde Marruecos a Ceuta de
cuatro inmigrantes de Sierra
Leona. Uno de ellos alcanzó tierra
pero los otros tres que, extenuados,
estaban a escasos metros de
la playa, fueron subidos a una embarcación
policial. La Guardia
Civil los entregó directamente a
las autoridades marroquíes, saltándose
la Ley de Extranjería, que
establece la necesidad de incoar
un expediente de expulsión y de
valorar si se trata de solicitantes
de asilo. Los periodistas denunciaron
que los agentes no sólo les impidieron
filmar lo sucedido, alegando
que “ponían en peligro la
seguridad nacional”, sino que empujaron
y vejaron a uno de ellos.
Granada, principal entrada
Según el informe presentado por la
Secretaría de Estado de Inmigración
y Emigración a primeros de
enero, el número de inmigrantes interceptados
en las costas españolas
cuando intentaban llegar a territorio
español en pateras ha descendido
en 2005 un 25% con respecto al
año anterior: 3.900 inmigrantes menos
que en el 2004.
Consuelo Rumí, responsable de
dicha Secretaría, dependiente del
Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales, confirma la tendencia
sostenida decreciente por segundo
año consecutivo. En total, durante
2004 y 2005, la cifra de interceptados
ha descendido en 7.500 personas.
En lo que respecta a las Islas
Canarias, llegaron 4.715 inmigrantes
el año pasado, el descenso se
cuantifica en un 44%, 3.711 personas
menos. Es nuevamente el paso
del Estrecho y la costa de Granada
la principal puerta de entrada marítima
de inmigrantes irregulares.
En concreto, en el Estrecho fueron
detenidos 7.066 extranjeros
(2% menos que el año anterior) e
interceptadas 348 embarcaciones
(22% menos), y Granada fue la zona
donde fueron detenidos más inmigrantes
(2.678, 2% menos que en
el 2004). En total, en territorio español
fueron interceptados 11.781
inmigrantes que intentaban acceder
por vía marítima.
El Ejecutivo, respaldado por su
informe, ha manifestado su voluntad
de seguir reforzando los instrumentos
de lucha contra la
inmigración irregular -como las
inversiones millonarias en extender
el sistema SIVE-, así como la
cooperación con Marruecos.
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