"BÉLGICA // GERARDO CORNEJO, PORTAVOZ DE UNA ORGANIZACIÓN DE ""SIN PAPELES"""
“De cada cien personas, una vive en la clandestinidad”

Según sostiene Gerardo Cornejo,
portavoz de la Unión para la Defensa
de los Sin Papeles (UDEP) de
Bruselas, “en Bélgica, desde 1999,
los sucesivos Gobiernos de centroderecha
(liberales, democristianos
y el Partido Socialista) han practicado
‘el hacer el vacío’ a la inmigración:
estigmatizan a los inmigrantes
sin papeles y los mantienen en
la clandestinidad al no dejar ningún
resquicio legal (por ejemplo, el
arraigo social, como en España)
que les permita regularizar su situación”.

02/10/08 · 19:30

Según sostiene Gerardo Cornejo,
portavoz de la Unión para la Defensa
de los Sin Papeles (UDEP) de
Bruselas, “en Bélgica, desde 1999,
los sucesivos Gobiernos de centroderecha
(liberales, democristianos
y el Partido Socialista) han practicado
‘el hacer el vacío’ a la inmigración:
estigmatizan a los inmigrantes
sin papeles y los mantienen en
la clandestinidad al no dejar ningún
resquicio legal (por ejemplo, el
arraigo social, como en España)
que les permita regularizar su situación”.
Y para demostrarlo repasa
la lucha de los inmigrantes: “en
1999 tiene lugar el último proceso
de regularización (que afectó a
40.000 personas) tras una intensa y
dura movilización tanto de ciudadanos
belgas como de ‘sin papeles’.
Pero tras esta regularización, las leyes
y la represión se han endurecido;
y el movimiento, aunque muy
amplio, ha quedado bastante agotado
tras tantos años de lucha sin respuestas
políticas y ante la inflexibilidad
de los sucesivos Gobiernos”.

Respecto al amplio movimiento
de los ‘sin papeles’, destaca “la
UDEP creada en 2003. Gracias a
constantes movilizaciones, ha llegado
a imponer que se incluya una
propuesta de ley –la llamada ‘Ley
UDEP’– a favor de la regularización
en los programas políticos de todos
los partidos ‘progresistas’ (socialistas,
ecologistas y DC). Y explica
que “esta capacidad de movilización
se asienta en unas formas horizontales
de organización: los ‘sin
papeles’ se reúnen cada semana en
asambleas generales. Cualquier
persona puede participar pero solo
las que no tienen papeles tienen derecho
a votar, lo que garantiza que
no haya manipulación o recuperación
del movimiento y que las decisiones
tomadas sean realmente las
de los que están oprimidos. Vale la
pena porque así poco a poco cada
persona asume el papel de protagonista
y se convierte en militante activo
e informado, lo que extiende el
movimiento. Cada ciudad, y algunos
pueblos, cuenta con una UDEP, que
se coordinan para organizar acciones
a nivel nacional. La asamblea de
Bruselas, por ejemplo, reúne de 100
a 250 personas originarias de todos
los países (esa UDEP tiene unos
2.000 militantes activos)”.

Y resume la situación: “hoy, hay
entre 120.000 y 150.000 personas
sin papeles en Bélgica, para una
población de 10 millones de habitantes.
De cada 100 ciudadanos,
uno vive en la clandestinidad”.

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