PRISIONES // EL DEPARTAMENT DE JUSTÍCIA DE LA GENERALITAT SE COMPROMETE A CONCEDERLE PERMISOS Y UN TERCER GRAD
Amadeu Casellas gana y deja la huelga

Tras 76 días de protesta, el preso libertario Amadeu Casellas, de 48 años y uno de los más veteranos de las cárceles catalanas, dejaba la huelga de hambre al conseguir un acuerdo.

18/09/08 · 0:00
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Amadeu Casellas, que lleva más de
22 años seguidos preso, decidió
abandonar la huelga de hambre que
ha mantenido durante 76 días, en las
últimas semanas bajo riesgo de
muerte. Lo hizo el 5 de septiembre
tras lograr el compromiso del Departamento
de Justicia de la Generalitat
de concederle dos permisos inmediatos
en cuanto su estado de salud
mejore y un tercer grado restringido
como paso previo a un régimen
abierto. Casellas aceptó el acuerdo
tras recibir la visita de Ignasi Garcia
Clavel, del Síndic de Greuges (defensor
del pueblo) de Cataluña, que llevaba
la propuesta de la Generalitat.

Garcia Clavel, adjunto de Seguridad
Pública y con una larga trayectoria
en la dirección de las cárceles catalanas,
mereció la confianza del preso.
Casellas, que ha sido trasladado
de nuevo a la enfermería de la cárcel
de Quatre Camins (Granollers, Barcelona),
ya ingiere alimentos. Habrá
que esperar su recuperación para
evaluar el impacto de las secuelas físicas
y psíquicas de la larga protesta
que ha protagonizado. Aunque las
reacciones no se hicieron esperar.
El 9 de septiembre los grupos de
apoyo a Casellas comparecían en
rueda de prensa en la plaza Sant
Jaume de Barcelona, frente a la Generalitat.
“Satisfacción porque la
cuenta atrás se ha invertido y ahora
ya es hacia la libertad”, sintetizó Roser
Iborra, que también matizó su
“decepción” por la situación que ha
tenido que vivir el preso. “Si ahora
son legales los permisos y el tercer
grado, también lo eran hace 76 días”.

La activista reivindicó que “sólo han
parado esta carrera hacia la muerte
ante la creciente presión social” y lamentó
que ningún responsable se
hubiera puesto en contacto con los
familiares o con los abogados para
comunicar el acuerdo.
El abogado Francesc Arnau recordó
que las demandas de Casellas se
habían encauzado por dos canales,
la vía judicial y la vía administrativa.

La judicial dirime todavía en la Audiencia
Provincial si el preso tiene
derecho a la refundición de penas,
ya que de las diferentes condenas
que acumula, la máxima es de cinco
años. En el ámbito administrativo, se
había solicitado la concesión del régimen
abierto. Ninguna de las dos vías
había prosperado, lo que llevó al preso
a iniciar la huelga de hambre.

Arnau anunció que ahora exigirán
un calendario de cumplimiento de
los compromisos adquiridos.
Por su parte, Enrique Mena, también
en nombre de los grupos de apoyo,
presentó el manifiesto por la libertad
de Amadeu Casellas, suscrito
por 141 entidades. Organizaciones
sociales, políticas y sindicales; asociaciones
de derechos humanos; centros
sociales okupados y colectivos
culturales han suscrito un texto en el
que se denuncia un sistema penitenciario
que sigue generando “sufrimiento,
miseria e indefensión jurídica”
a las personas presas.

Jorge del Cura, del Centro de Documentación
contra la Tortura, recordó
que “Amadeu también quería
denunciar los malos tratos inhumanos
y degradantes que se suceden
en las cárceles catalanas y estatales”.
Y señaló que “obligar al sufrimiento
que conllevan 76 días de huelga para
conseguir unos derechos que le correspondían
desde hace muchísimo
tiempo supone someterle a un trato
totalmente inhumano”. Del Cura
añadió que Casellas fue amenazado
con recibir ‘alimentación forzosa’ –vía autorización judicial–, “lo que
no deja de ser un mecanismo de tortura
psicológica para romper la voluntad
del preso”. Concluyó advirtiendo
de que es inadmisible haberle
situado “en riesgo de muerte”, abusando
del principio de autoridad, y
calificó de “gratuito” que la administración
genere escenarios donde la
huelga de hambre es el único mecanismo
que los presos valoran.

Solidaridad en cadena

En el comunicado en el
que anunciaba el acuerdo
y el fin de la huelga
de hambre, Casellas
agradecía “el apoyo recibido
sin el cual este
acuerdo no hubiera sido
posible”. Desde que el
pasado 22 de julio el
preso iniciara su protesta
las muestras de solidaridad
y de denuncia se
sucedieron, incluso en
pleno período estival.
Aunque no han sido movilizaciones
masivas sí
han abarcado numerosas
ciudades y localidades
no sólo de Cataluña, sino
de todo el Estado español
e incluso de fuera.
Como botón de muestra:
concentraciones ante delegaciones
españolas en
Dublín (Irlanda), Lima
(Perú), México DF, La Haya
(Holanda); tres personas
realizaron durante varios
días un ayuno en
Toledo; ha habido pintadas,
pancartas, pegadas
de carteles, reparto de
octavillas en Segovia,
Burgos, Guadalajara, Zaragoza,
Valencia o numerosas
localidades madrileñas;
concentraciones
en Albacete, Plasencia,
Bilbao, Málaga, Vic, Osona,
Terrassa, Manresa y
Lleida, Barcelona y Madrid;
sabotajes y acciones...
y los actos de apoyo
se intensificaron a
principios de septiembre.

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