Rafait Çetin fue condenado, hace menos de un mes, a un año de prisión en Turquía por comparar a Tayyip Erdogan con el personaje de El Señor de los Anillos.
Publicaba el diario El País el 16 de enero de este año que “entre las virtudes de Recep Tayyip Erdogan no se cuenta desde luego el talante. El jefe de Estado turco, quien verdaderamente gobierna el país pese a que su cargo es oficialmente poco más que ceremonial, no deja de repartir invectivas a diestro y siniestro: los académicos críticos son 'traidores' y 'quintacolumnistas'; quienes protestan en las calles, 'saqueadores' y 'ateos'; los políticos de la izquierda prokurda, 'cómplices de los terroristas'; los socialdemócratas 'aliados de golpistas'". Desde Noam Chomsky a Vladimir Putin, Erdogan se ha enfrentado en los últimos meses con todo aquel que le criticase, haciendo honor a la máxima de quien no está conmigo, está contra mí. No importa si son grandes o chicos, un gran medio de comunicación o un niño que arranca un póster con la efigie del presidente, la maquinaria judicial se pone en marcha para perseguirlos”.
Esto, desde luego, ha sido cierto para Rifat Çetin, condenado hace menos de un mes a un año de prisión en Turquía (suspendida por un periodo de cinco años). ¿Su crimen? Publicar en su cuenta de Facebook en el año 2014 unas fotografías que comparaban a Erdogan con el personaje Gollum, de la saga de El Señor de los Anillos.
Cuando se publicó la sentencia condenatoria a Çetin, fueron muchos los medios de comunicación internacionales que se llevaron las manos a la cabeza. Les escandalizaba que en Turquía, un país en el que los derechos y libertades se encuentran en constante retroceso, fuera punible con penas de prisión las burlas al presidente del Estado. Al fin y al cabo, aquí, en el mundo civilizado español, únicamente se castigan las ofensas a la Corona con penas de multa (como la de 6.000 euros impuesta a la edil de Guanyar Alacant Marisol Moreno por insultar al Rey tras su famosa cacería en Botsuana). Mucho más proteccionista de la libertad de expresión.
La condena de Çetin no es la única similar que se ha dado en Turquía. También en el año 2014, Merve Büyüksaraç, ex Miss Turquía, publicó en su cuenta de Instagram un poema ofensivo para Erdogan. Por esto, fue condenada en mayo de este año a una pena de 14 meses de prisión (la cual también se ha suspendido, por fortuna). Y, según The Guardian, desde que Erdogan asumió la presidencia del Estado, éste ha interpuesto unas 2.000 denuncias por este mismo delito que prohíbe las ofensas al presidente.
Resulta curioso, por cierto, que en el 2014, año en el que se cometieron los delitos de Büyüksaraç y Çetin, Erdogan no era presidente de Turquía, sino primer ministro. Pero ello no ha impedido que la aplicación fuera retroactiva y los veredictos fueran condenatorios.
La defensa de Çetin argumentó en su procedimiento que su defendido no faltó al respeto al presidente, pues Gollum no es un villano en la saga de El Señor de los Anillos, sino un héroe. Ello llevó al juez, que reconoció no conocer mucho acerca del mundo de Tolkien y a haber visto únicamente fragmentos de las películas, a suspender el juicio y realizar una investigación acerca del carácter de Gollum, con peritos expertos en cine al mando, para valorar si resultaba ofensivo o no.
Esta noticia (nos) llevó a todos los frikis del mundo a movilizarse (movilizarnos), y a los pocos días, Peter Jackson, director de las películas, publicó un comunicado aclarando que las imágenes con las que se comparaba a Erdogan no eran de Gollum, sino de Smeagol, su personalidad bondadosa. Y parece que es verdad, si analizamos las instantáneas con el personaje sonriente y esos ojos grandes como platos, que todas fueron captadas durante los momentos en que la maligna personalidad de Gollum desaparece y aparece, en su lugar, la de Smeagol. “Smeagol es un personaje alegre y dulce. No miente, ni intenta manipular a otros. No es maligno”, explicó Jackson.
Por desgracia, el argumento no convenció al juez y consideró que, a pesar de acreditarse que se trataba de Gollum, con todo Smeagol no estaba a la altura de su presidente, a la vista de que el fallo de la sentencia fue condenatoria.
Smeagol fue corrompido por el Anillo Único, lo cual le llevó a convertirse en Gollum. Esperemos que el poder desmesurado que está asumiendo el presidente turco, el cual no debería ser más que una figura prácticamente ceremonial y que sin embargo dirige de facto todo el país (y no su primer ministro, Ahmet Davutoglu), no tenga el mismo efecto sobre él.
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