Quince personas de Nais contra a Impunidade, entre las que se cuentan familiares del joven fallecido, Diego Viña, serán juzgadas el próximo lunes por injurias a la Guardia Civil.
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Quince personas del colectivo Nais contra a Impunidade serán juzgadas, el próximo lunes, por injurias a la Guardia Civil. Se enfrentan al pago de multas de 3.500 euros cada una de ellas –más de 50.000 euros entre todos– por una concentración de duelo celebrada en 2010 por la muerte de Diego Viña. Entre los imputados se cuentan familiares del propio Viña, abogados y otros miembros del colectivo, entre ellas Pastora González, madre de Xosé Tarrio, quien murió en la cárcel de Teixeiro en 2005.
“Es un juicio, a nuestro entender, surrealista. Procesan a quince personas por duelo”, explica a Diagonal Fran del Buey, abogado de Nais contra a Impunidade y también uno de los imputados por injurias a la Guardia Civil. Del Buey también perdió a su hermana, en su cárcel poco después de que ésta saliera de la cárcel de Teixeiro. El abogado explica que la concentración de la que parte la denuncia de injurias se celebró delante de una iglesia, con velas, un ataúd de cartón y fotos de las personas fallecidas. “Cualquiera que tenga dos dedos de frente sabe que eso es un acto de duelo, de respeto y dignidad, y eso es lo que se está juzgando”.
El caso Diego Viña
El 22 de septiembre de 204, Diego Viña, de 22 años, apareció muerto en el calabozo de la Guardia Civil en Arteixo (A Coruña), en el que había sido encerrado la noche anterior. Según la versión de los guardias, Viña se ahorcó, aunque desde el cuartel no aportaron el trozo de pantalón con el que el joven se habría suicidado.
La familia presentó una denuncia contra los guardia civiles que trabajaban ese día en el cuartel por homicidio por omisión, peor fue archivada por el Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña. Tras ello, siguieron la recomendación de la juez de este juzgado, presentaron una denuncia por detención ilegal y otra por la responsabilidad patrimonial de la administración, al no contar el cuartel con medidas suficientes de seguridad. Esta última denuncia fue archivada por los distintos estamentos jurídicos, hasta el Tribunal Constitucional, y, según afirma Del Buey, está actualmente siendo tramitada en el Tribunal de Estrasburgo.
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“No se han dado explicaciones por parte de las administraciones, hemos hecho un peregrinaje jurídico por varias administraciones y el caso sigue vivo”, señala el abogado, quien apunta que no ha habido “ningún procedimiento sancionador contra los guardia civiles”. Desde entonces, Nais contra a Impunidade ha venido celebrando, durante ocho años, concentraciones de duelo para pedir que se investigue la muerte de Diego Viña.
“En 2010, como veían que no nos derrotábamos, mandaron diligencias al juzgado, pero todo lo que tienen es una grabación de un móvil, grabado del revés. A partir de eso nos acusan de injurias, pero nosotras estamos muy tranquilas y orgullosas de nuestra dignidad y del apoyo que estamos recibiendo”, continúa Del Buey, quien detalla que ha llegado gente de Andalucía, Catalunya y Madrid, entre otras comunidades autónomas, para mostrar su apoyo.
“Llevamos muchísimos casos de denuncias, maltratos, fallecimientos. Visualizando estos casos en los juzgados, asesoramos a la familia. El de Diego es un caso que reúne la casuística de toda la impunidad. Paso unas horas en el cuartel de la Guardia Civil y murió”, afirma Del Buey. “No se ha respetado nuestra dignidad ni nuestro dolor, se entregó el cuerpo de un hijo como quien entrega una bolsa de ropa. En todos los casos que denunciamos pasa parecido”, continúa. El abogado señala que el objetivo de este proceso judicial contra Nais contra a Impunidade es meter miedo a las familias y mandarles un mensaje claro dirigido a silenciar la protesta. “Y lo más importante: se dice a las familias que no pueden llorar”.
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