La defensa pretende sembrar dudas sobre el testimonio de la víctima
Los dos policías acusados de herir a Ester Quintana traman una estrategia de "autor no conocido"

Según la tesis defendida por su abogada, Olga Tubau, un tercer policía, desde el furgón E-414, sería el autor material del disparo fatídico. Los agentes de este furgón declararán la próxima semana como testigos, con obligación legal de decir la verdad.

, La Directa
14/04/16 · 13:03
Ester Quintana ayer por la mañana, esperando el momento de declarar / Robert Bonet

"La insinuación que usted ha hecho no la puedo ni contemplar. Yo lo que tengo que hacer como consejero es informar a la autoridad judicial en el momento en que tengo novedades. Si no lo hiciera, estaría prevaricando", respondió el 16 de julio de 2013 el entonces consejero de Interior, Ramon Espadaler, a preguntas de la Directa.

Con esta respuesta no quiso valorar la posibilidad de que los agentes de la Brigada Móvil que intervinieron en el caso Ester Quintana hubieran cambiado de versión después de ocho meses "para complicar las investigaciones". En la segunda sesión del juicio que se está celebrando en la Audiencia de Barcelona se ha podido confirmar que la estrategia de la abogada de los policías imputados es precisamente la de generar confusión en relación a quién disparó.

Ester Quintana declaró en primer lugar. El juez que preside la sección tercera de la Audiencia de Barcelona ha advertido a las partes de que "no están permitidas las preguntas que atenten a la intimidad personal". La víctima aseguró que le dispararon desde una distancia de treinta metros, y que pocos segundos antes del disparo pudo ver un agente "con una escopeta grande" bajando del furgón E-40, el primero que llegó a toda velocidad en la confluencia de la Gran Vía y el paseo de Gracia.

La abogada Olga Tubau, que defiende al subinspector Eduardo Casas, ha querido sembrar la sombra de la duda recuperando la tesis que Espadaler había anunciado en rueda de prensa hace tres años. "Usted ha dicho que vio a un policía con una escopeta larga y con la fuente detrás", le ha dicho Tubau a Lluis Cabot -compañero de Ester Quintana- durante su declaración.

La tesis que permitiría la absolución de los actuales imputados obligaría a cometer los delitos de falso testimonio y encubrimiento a algunos agentes policiales llamados a declarar

La representante legal del policía, con esta maniobra, pretende generar dudas sobre la autoría del disparo, apuntando a la posibilidad de que el escopetero que disparó bajara de la furgoneta E-414 -la más cercana a la fuente- y no de la E-40, tal como concluyeron el juez de instrucción y la fiscalía. Esta trama argumental permitiría a las defensas afirmar que fueron dos las escopetas que dispararon y, por tanto, que no habría certeza de la autoría de la lesión.

Entre el lunes 18 y el miércoles 20 de abril declararán todos los agentes que viajaban en los furgones E-40, E-403 y E-414, presentes en el lugar de los hechos. Conductor, cabo, escuderos y escopetero de cada una de las furgonetas hablarán ante el tribunal en calidad de testigos y, por tanto, con la obligación legal de decir la verdad. Si la versión defendida por Tubau fuera cierta, los testigos deberían mentir para no reconocer la autoría del disparo. Es decir, la tesis que permitiría la absolución de los actuales imputados, Eduardo Casas y Lorenzo Benjumea, obligaría a cometer los delitos de falso testimonio y encubrimiento a algunos agentes policiales llamados a declarar.

Fuentes del departamento de Interior aseguraron el 16 de julio de 2013 que los siete agentes de la furgoneta E-414 "habían sellado un pacto de silencio". Aquel pacto de silencio ahora es empleado como la principal tesis exculpatoria de las abogadas de los imputados. El objetivo no disimulado de todo ello es que ningún policía sea condenado por aquellos hechos.

Los policías han llegado hoy [por ayer] al Palacio de Justicia escoltados por cuatro agentes de paisano. Los han protegido en todo momento de las cámaras de televisión, accediendo al edificio por una puerta lateral y permitiéndoles una cómoda espera en una habitación antes de entrar en la sala de vistas. Seis antidisturbios vestidos de paisano se han sentado por segundo día consecutivo en la sala de vistas. Uno de ellos ayer entró en el juicio a empujones, sin que ningún mando le recriminara la actitud. Jordi Arasa, policía imputado por agredir al ex diputado David Fernández, de nuevo se ha situado en la puerta del edificio, esperando la llegada de Ester Quintana. Los acusados ​​han recibido un trato tan privilegiado que un observador externo los podría haber confundido con las víctimas.

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comentarios

1

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    Iñaki Serraller
    |
    14/04/2016 - 6:07pm
    Si un policía no colabora con una investigación debería ser despedido ya que por proteger a un compañero está yendo directamente en contra de sus obligaciones y su capacidad de realizar su labor queda en entredicho.
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