¿Necesitamos una amnistía social?

"La lucha por la libertad de nuestra gente tiene que venir acompañada de una lectura de la situación política para situarnos en un momento histórico en el que el régimen del 78 empieza a estar en cuestión".

20/11/15 · 14:10
Protesta en el Parlament de Catalunya contra los recortes en los presupuestos, en junio de 2011. / Juanfra Álvarez

Después del ciclo de lucha abierto por el 15M en mayo del 2011, en pleno reflujo de aquel movimiento, se puede decir que estamos en momentos de resaca. Hagamos una parada en el camino, giremos la mirada atrás. Veamos todo lo hecho y no nos olvidemos de nuestras heridas, marcadas en la piel, después de un despertar de la lucha social.

El recuento deja un panorama de represión generalizada a todas las prácticas de protesta del ciclo de lucha que supuso el 15M. Podemos decir que el Estado (a veces en forma autonómica; a veces en forma de Estado central) no se ha dejado ninguna.
Nos han multado, nos han perseguido por hacer escraches y ocupar bancos, nos han hecho macro operaciones contra huelguistas (con prisiones preventivas incluidas), nos han llevado a la cárcel en régimen FIES por leer libros críticos o por hacer comentarios encendidos en Facebook. Nos han perseguido por defender la universidad, la escuela o los hospitales. Nos quieren llevar a prisión por protestar delante del Parlament o defender Can Vies.

Por contra, la respuesta a está represión generalizada a todo un movimiento de lucha ha sido más bien parcial y fragmentada. Los movimientos de reacción se han centrado, por una parte y como es comprensible, en el “caso por caso”, y por otra, en los casos de penas más graves, tendiendo a la fragmentación por familias políticas según corresponda.

"No se ha creado aún un frente amplio de lucha contra la represión que una todos los casos sin dejar ninguno atrás"

Esta reacción, tan espontánea como normal, no ha permitido crear un frente amplio de lucha contra la represión que uniera todos los casos sin dejar ninguno atrás. Más al contrario, la parcelación por casos y familias políticas ha producido una multiplicación de las manifestaciones y concentraciones, una dispersión de las energías considerable y una sensación de saturación para los círculos siguientes a los de los activistas o militantes.

Nos ha faltado la capacidad de encontrar un diagnóstico y un discurso compartido de la situación. Aún estamos a tiempo.

Esta debilidad de los movimientos se suma con la capacidad de un Partido Popular con mayoría absoluta lanzado a encontrar herramientas más eficaces para reprimir la nuevas formas de protesta social. Nos referimos a las nuevas leyes mordazas: Ley de Seguridad Privada y Ley de Seguridad Ciudadana, Ley de Tasas, reordenación del Código Penal y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Para acabar de mostrar el panorama, en estos momentos ya tenemos a compañeros presos por este ciclo de lucha, y estamos a la espera de ejecuciones de sentencia en casos como los del Parlament, Canvies o 29M y muchas otras que están por venir.

Es este análisis de la situación el que nos lleva a buscar/investigar una solución que aglutine todas las fuerzas de los colectivos represaliados por este ciclo de lucha. Desde Rereguarda planteamos la propuesta de la amnistía social para un debate colectivo amplio.

Esta propuesta debería abarcar toda la diversidad de distintas formas de represión que hemos vivido en singular, es decir unirnos a las personas que hemos sufrido represión física, legal o económica con la exigencia de derogar las leyes mordazas. De esta manera podremos crear un frente amplio que no deje a ninguna a atrás, que impida o intente sacar a nuestras compañeras de la prisión. Al mismo tiempo, evitaremos futuras formas de discriminación y castigo derivadas del mismo periodo político hacia compañeras que pudieran verse afectadas por las contrarreformas liberticidas mencionadas.

Las diferentes leyes de amnistía que han existido nos orientan que la lucha por la libertad de nuestra gente tiene que venir acompañada de una lectura de la situación política, que nos sirve para situarnos a nosotros mismos dentro de un momento histórico en el que el régimen del 78 empieza a estar en cuestión, donde por primera vez se ha generado un movimiento de masas que quiere cambiar las reglas del juego desde un amplio conjunto de puntos de vista. La tarea, para nosotros, es liberarnos de todo el aparato represivo del Estado contra este movimiento político de ruptura con el régimen.

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comentarios

1

  • |
    Manuel Salguero
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    Lun, 11/23/2015 - 16:37
    Cuando se dan casos similares en los que se se ven acusados por protestar y las sentencias son diferentes, es que pasa algo falla en el sistema judicial o en el sistema policial. Cuando se dan casos de represión sistemática por protestar es que algo falla en el sistema político. Si los gobiernos son nuestros representantes ¿porqué nos reprimen cuando les presentamos nuestras propuestas? ¿porqué nos reprimen cuando protestamos porque vemos que sus actuaciones no son justas? Nos han multado y detenido por reunirnos en una plaza a debatir las cosas que consideramos justas o injustas, o a decidir que reclamar a los organismos administrativos. Por hacer huelgas legales, por opinar distinto al gobierno, por intercambiar opiniones entre nosotros. En realidad la represión ejercida por el gobierno es ilegal. Desde el momento que nos envía a la policía para identificarnos sin haber cometido ningún delito, ni ser sospechosos de haber cometido algún delito, porque hablar no es delito, desde quien da la orden de identificarnos a quien la obedece y nos identifica, se está saltando la ley. ¿Se merecen una amnistía social o gubernamental quienes ejercen esta practica coercitiva? Creo que esta debería ser la pregunta. Porque son estos quienes están cometiendo un delito al ejercer un acto contra una persona inocente con todo conocimiento de causa. No se trata de casos en que los acusados de la protesta se hayan saltado la ley, luego no a lugar amnistía sino la absolución. Se trata de que los organismos que están para defendernos, para proteger la ley, confunden esta con la orden del mando, como si la policía fuese un organismo militar. ¿Porque la policía no impide que otro policía identifique a alguien que ni es sospechoso de cometer un delito ni lo está cometiendo? Esto es algo que falla estrepitosamente en el sistema. ¿Es que un policía porque le diga el mando que robe lo debe hacer? Evidentemente no, ademas de que debería denunciar al mando por ordenarle delinquir. Hay denuncias de Sindicato Unificado de Policía denunciando la practica de las identificaciones por ilegal y por ineficaces. Ademas de por usar irracionalmente la represión a parte de por ilegal por que crea un desprestigio de la policía. El problema está en el poder legislativo, legislando normas que van en contradicción con la ley, en el poder ejecutivo porque ordena practicas que son ilegales, y el el judicial cuando admite a tramite casos con acusaciones que no se sostienen legalmente desde un principio no se presentan pruebas o indicios fehacientes. Me pregunto si no será solicitar poner el carro delante del caballo el solicitar amnistía para unos inocentes. Porque la inmensa mayoría de los casos no es porque los acusados se hayan saltado la ley porque estas sean injustas, si no que han ejercido su pleno derecho. Salud.
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