La plataforma nace como una estructura estable desde la que dar apoyo jurídico y psicosocial a personas que hayan sufrido violaciones de derechos, pero también como un espacio desde el que ejercer presión a las instituciones en esta materia.
Una estructura estable desde la que dar apoyo jurídico, pero también psicosocial, a las personas que hayan sido sometidas a las violaciones de derechos humanos en el ámbito de la administración. Pero también un espacio desde el que hacer presión a las instituciones para que lleven a cabo los cambios legislativos y políticos para que no se repitan. Esta mañana, abogados y activistas de Catalunya han presentado el proyecto Iridia, una plataforma en la que juristas y psicólogos trabajarán mano a mano y de forma estable para reclamar el respeto a los derechos humanos, y en red con tras organizaciones sociales como SOS Racismo o la Coordinadora para la Prevención de la Tortura.
“Este proyecto ha surgido después de llevar ya un tiempo trabajando en defensa de los derechos humanos en el ámbito penal, y ver la necesidad de una estructura estable con medios suficientes con los que hacer frente a la situación, muchas veces desbordante, en esta materia”, explica a Diagonal Andrés García Berrio, uno de los juristas que participa en el proyecto. Berrio y Ana Franquesa, también fundadora del proyecto, llevan desde hace años representando en los tribunales a activistas y organizaciones sociales, también trabajan junto a la Coordinadora para la Prevención de la Tortura o la Campaña por el Cierre de los CIE, que hace pocos meses consiguió que el Parlament de Catalunya reclamara al Estado español el cierre de estas instituciones. Junto a ellos, Mariana Huidobro, madre de Rodrigo Lanza, uno de los jóvenes condenados por el caso 4F.
Además de la defensa jurídica y el apoyo psicosocial, Berrio destaca el trabajo que se va a hacer de comunicación y presión para promover cambios legislativos en dirección al respeto de los derechos humanos. “Como Ester Quintana, que dijo que quería ser la última víctima de las balas de goma”, señala Berrio.
El primer objetivo que se han marcado desde Iridia es poner en marcha un servicio en torno a la denuncia de la violencia institucional dentro del sistema penal, el Servei d'Atenció i Denúncia davant situacions de Violència Inatitucional (SAIDAVI). “El servicio lo que pretende es ofrecer, sin coste alguno para la persona afectada, asistencia jurídica y psicosocial en cuanto a la vulneración de derechos que hayan sufrido, situaciones de violencia, malos tratos, vejaciones u otro tipo de violencia que se haya experimentado en el sistema penal”, explica Berrio. Como centro de trabajo, que la persona afectada pueda recuperarse del daño.
Iridia nace como una asociación sin ánimo de lucro en la que la mayoría de miembros trabajarán de forma voluntaria, pero también señalan la necesidad de unos fondos mínimos para que aseguren la sostenibilidad del proyecto. Durante la rueda de prensa han presentado el lanzamiento de un crowdfunding que tendrá como objetivo conseguir 9.000 euros. “Es lo mínimo que hemos calculado para asegurar los primeros seis meses de vida, a partir de ahí trabajaremos para que haya aportaciones que permitan mantener el proyecto, pero sin poner en peligro su independencia. No vamos a recibir ningún fondo que pueda incidir la independencia de Iridia”, recalca Berrio.
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