Según informaciones emitidas desde el colectivo Rereguarda en moviment se habría producido un error a la hora de registrar el cadáver en la morgue del Hospital Clinic, de modo que se ha podido identificar el mismo una vez se han subsanado.
Actualización 11 de octubre:
Según informaciones emitidas desde el colectivo Rereguarda en moviment parece ser que se había producido un error a la hora de registrar el cadáver en la morgue del Hospital Clinic, de modo que se ha podido identificar el cadáver una vez subsanados. Se termina así la búsqueda del cuerpo de este varón de 50 años que murió el sábado tras una operación de los Mossos d'Esquadra en el barrio del Raval, en Barcelona.
Según hacía publico a través de la red social Twitter una amiga de la familia (@cheitychinook en esta red social), casi cinco días después del fallecimiento de Juan Andrés Benítez su familia no tiene noticias de dónde se encuentra su cadáver.
El secretismo en torno a esta cuestión ha sido máximo, desde el Hospital Clínic no se ha facilitado ninguna información tras las llamadas realizadas desde DIAGONAL, al igual que ha sucedido al contactar con L'Institut de Medicina Legal de Catalunya (IMLC), DIAGONAL ha podido confirmar que se realizó la autopsia en sus instalaciones, pero no se ha facilitado información sobre el lugar en el que se encuentra el cadáver. Este dato tampoco ha sido facilitado a este periódico desde el Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona, que se ocupa del caso, ni desde el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.
Las causas del fallecimiento de Juan Andrés Benítez, conocido empresario ligado a la l’Associació Catalana d’Empreses per a Gais i Lesbianes, según informa semanario catalán La Directa, apuntan a una desproporcionada actuación policial, la cual se estaría tratando de ocultar por todos los medios posibles. Según las delaraciones telefonicas realizadas por Joan Alós vecino del Raval y miembro de Rereguarda en Moviment (plataforma contra la represión), los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Barcelona se apresuraron a borrar las manchas de sangre que existían en el lugar de los hechos, y diversos Mossos d'Esquadra intimidaron a las personas que habían presenciado la actuación policial desde sus balcones. Según parece, los policías insinuaron a los vecinos y vecinas los problemas que podían tener si transcendía la información que hubiesen podido recoger (vídeos o fotos) mediante sus teléfonos móviles. Esta intimidación se repetiría el día posterior, domingo, cuando diversas patrullas llamaron a los portales de la calle aparentemente con los mismos fines.
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