Viva la lucha de las mujeres


Éste año la celebración del
8 de Marzo se ha visto mediatizada
por la convocatoria
de las elecciones generales:
el Gobierno hizo coincidir
el día internacional de las mujeres
con la jornada de reflexión. En algunos
lugares la manifestación fue
autorizada mientras que en otros
como en Madrid fue ilegalizada.

, Miembro de la Asamblea Feminista de Madrid
01/05/08 · 23:39
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Éste año la celebración del
8 de Marzo se ha visto mediatizada
por la convocatoria
de las elecciones generales:
el Gobierno hizo coincidir
el día internacional de las mujeres
con la jornada de reflexión. En algunos
lugares la manifestación fue
autorizada mientras que en otros
como en Madrid fue ilegalizada.
La Comisión 8 de Marzo compuesta
por 27 grupos que organiza
la manifestación unitaria, se reunió
como cada año. Los grupos que
asistieron decidieron realizar la
convocatoria en torno al tema del
aborto. La ilegalización del 8 de
Marzo generó un tenso debate sobre
la fecha más conveniente para
la manifestación. (...)

Algunos grupos, entre ellos la
Asamblea Feminista, planteamos la
posibilidad de dos fechas. Una convocatoria
en la fecha autorizada,
de forma que se consiguiera la mayor
asistencia posible, aprovechando
además la movilización en torno
al aborto, que había sido impulsada
por la mayoría de los grupos de la
Comisión. La otra convocatoria, el
día 8, con el objetivo de reivindicar y
afirmar esta fecha como irrenunciable
para el movimiento feminista. La
existencia de distintas argumentaciones
fuertemente preestablecidas,
a favor y en contra de mantener exclusivamente
una de las fechas,
junto con algunas actuaciones
irrespetuosas y autoritarias, generaron
un gran malestar en la Comisión.

El acuerdo que siempre estuvo sobre
la mesa, y que suscribieron todos
los grupos que asistieron a la Comisión,
aunque fuera ocasionalmente,
fue que si la manifestación unitaria
se ilegalizaba el día 8, se convocaría
el 7. La legalidad era importante
para la asistencia de muchas mujeres,
como también para las trabajadoras
del sexo y aquéllas en situación
legal irregular. El 8, en cualquier
caso, habría acciones reivindicativas
que organizarían los grupos y mujeres
que quisieran. En ninguna de las
reuniones se cuestionó este acuerdo
por parte de ningún grupo.
Finalmente la manifestación unitaria
se celebró el 7 y fue un éxito de
convocatoria (al menos 5.000 personas),
a pesar de que algunos grupos
que estaban en la Comisión finalmente
desconvocaron y que el PSOE
e IU también lo hicieron tras el atentado
de ETA perpetrado esa mañana.

La organización de la manifestación,
con buen criterio, mantuvo la
convocatoria ya que se entendía que
ninguna acción o presión ajena al
movimiento debía condicionar las
decisiones que éste de forma autónoma
había alcanzado. La cacerolada
que algunos grupos convocamos el 8
fue también un éxito, en torno a 800
personas, si tenemos en cuenta que
se trataba de una convocatoria ilegal,
y se desarrolló igualmente de forma
reivindicativa, lúdica y festiva.
Son injustificables algunas actuaciones
que han desvirtuado el funcionamiento
de la Comisión 8-M y han
roto la dinámica de consenso no respetando
los acuerdos. Un consenso
del que tanto se habla pero que tan
poco se practica.
El 8-M es una fecha de gran valor
político y simbólico para las mujeres
y el movimiento feminista: las mujeres
de forma reivindicativa y festiva
manifestamos nuestras exigencias,
propuestas y diversidad, haciendo visible
la lucha de todas contra el orden
patriarcal. Es un espacio autónomo
peleado y conquistado por el movimiento.

No pertenece ni es exclusivo
de ningún sector o corriente dentro
del feminismo. Es el día de todas
y para todas. Por esta razón y con este
espíritu en Madrid se organiza una
manifestación unitaria. En ningún
momento esto supone una restricción
de la libre expresión de los diferentes
grupos o bien de las mujeres
que de forma individual quieran manifestar
sus propias propuestas o difundir
sus textos si así lo desean. Lo
importante es que todas podamos salir
a la calle ese día y hacer visibles
nuestras reivindicaciones
La Comisión es una coordinadora
de grupos – tiene una función operativa
y organizativa de cara a la
manifestación – donde se alcanzan
por consenso acuerdos en torno a
diferentes aspectos de la movilización.
Estos acuerdos responden a
unos mínimos que permitan dar cabida
a toda la pluralidad que convive
dentro del movimiento.

Sin este proceso sería impensable
conseguir una manifestación
unitaria. El objetivo de la Comisión
no es establecer alianzas políticas y
estratégicas. Éstas se construyen
con el trabajo cotidiano de los grupos
que intervienen socialmente y
son afines en torno a debates y luchas
concretas. No podemos consentir
que algunos grupos hayan
pretendido “asaltar” la Comisión
intentando imponer su criterio en
cuanto a la fecha de convocatoria o
a la elección del lema de la manifestación,
sin respetar el trabajo
previo realizado y los acuerdos.
Tomar decisiones por consenso
de cara a la organización de la
manifestación implica reconocer
la pluralidad dentro del movimiento.
Pero además, consensuar implica
también respetar los acuerdos
alcanzados. Resulta inadmisible
constatar cómo algunos grupos
que participaron en las decisiones
de la Comisión desconvocaron abiertamente
la manifestación del 7.

Las dos manifestaciones fueron un
éxito de participación. Ambas respondían
a la celebración y reivindicación
del 8-M como un espacio autónomo.
En las dos se corearon las mismas
consignas e incluso se cantaron
las mismas canciones. Muchas mujeres
se identificaron con las dos manifestaciones.
Por eso no se entiende
que algunos grupos plantearan estas
convocatorias de forma antagónica y
excluyente, teniendo como fondo un
discurso que identificaba a unas con
el feminismo institucional y a otras
con el feminismo radical, según a la
manifestación a la que se asistiera.
Esta clasificación resulta bastante
simple y en absoluto responde a la
realidad. Afortunadamente, el feminismo
es mucho más complejo y plural.
Muchos de los grupos que convocábamos
el día 7 nos situamos desde
hace años en el feminismo crítico
y radical. Creemos que estas situaciones
absurdas no enriquecen el
movimiento y ponen en entredicho
el respeto a la pluralidad y a las dinámicas
de consenso que por otro lado
todo el mundo dice defender.

El comunicado de prensa de la Comisión
8-M expresaba claramente
las razones de la convocatoria del 7 y
el rechazo de los argumentos y artimañas
que han rodeado la ilegalización
del 8. Prácticamente todos los
grupos que se mueven y trabajan en
Madrid suscribieron este comunicado.
Es por esto que tampoco se entiende
que algún grupo que estaba
dentro de la Comisión viera la necesidad
de suscribir otro comunicado
con el mismo contenido, pero fomentando
las confrontaciones internas, y
buscando firmas fuera de Madrid.
Entendemos el 8 de Marzo como
un espacio del conjunto del movimiento.
La pluralidad de la lucha de
las mujeres le enriquece y fortalece.
Creemos que el uso de la discrepancia,
venga de quien venga, de forma
excluyente y destructiva no beneficiará
nuestras luchas, debilitará al
movimiento y reforzará el orden patriarcal
que combatimos. Es necesario
profundizar en lo que nos une, sin
eludir el debate constructivo, abierto
y sincero de lo que no compartimos.

Tenemos objetivos comunes y
también una urgente tarea por delante
que es necesario afrontar haciendo
también lecturas positivas de
lo ocurrido este 8 de Marzo: el movimiento
ha demostrado una importante
capacidad de convocatoria contra
viento y marea, defendiendo con
éxito su autonomía y consiguiendo
una vez más que se escuchen en la
calle las voces de las mujeres.

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