Minutos después de salir al escenario, la banda No Age dejó de tocar canciones para limitarse a producir ruido mientras proyectaba un vídeo sobre las condiciones de los trabajadores de las fábricas de Nike en Indonesia. El evento estaba patrocinado por Converse, marca que pertenece a Nike y que había estado regalando zapatillas a los asistentes. Entre fans y críticos musicales, este sabotaje ha sido aplaudido por unos y tachado de hipócrita o ingenuo por otros. "¿Hemos decidido ya que un concierto es un acto desconectado de la vida real en el que no cabe más tema de conversación que la propia música?", se pregunta Nando Cruz en este artículo en el que valora el peso que tienen las contradicciones políticas y el cinismo en la escena musical.
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