La batalla del antifascismo madrileño



04/07/07 · 23:30
Edición impresa



Después de más de una
década de actividad, a
partir de 2001, el antifascismo
madrileño fue
empujado por su propia dinámica
y por la durísima represión del delegado
de Gobierno del PP a un
agujero en el que toda movilización
acababa en enfrentamientos
con la policía. La concentración de
2.000 personas, el 23 de octubre
de 2003, y el 20-N de 2004 impulsaron
la lenta reorganización del
movimiento antifascista. Para superar
la crisis del periodo 2001-
2003 se hacía imprescindible superar
dos fenómenos destructivos:
las convocatorias anónimas por internet
sin ninguna organización
detrás y las iniciativas aventureras
que emprenden batallas individuales
con la policía escondiéndose
en manifestaciones convocadas
por otros, y que se despreocupan
tanto de los resultados políticos de
sus acciones como de la situación
de l@s detenid@s.

El 20 de noviembre (20-N) de
2005 se convocó con el lema “Memoria,
dignidad y lucha” y con los
retratos de los cinco últimos fusilados
por la dictadura el 27 de septiembre
de 1975: Sánchez Bravo,
Baena y García Sanz (militantes
del FRAP) Txiki y Otaegi (militantes
de ETA). A partir de este
momento se incorporan nuevos
colectivos a la Coordinadora y se
participa en múltiples luchas tradicionalmente
ajenas al antifascismo
estricto: reforma laboral del PSOE,
retirada de placas franquistas y actos
por la memoria histórica, solidaridad
con l@s procesad@s en el
Sumario 18/98, movilizaciones por
la República y el derecho de autodeterminación,
Rompamos el
Silencio, manifestaciones contra la
guerra, las bases y la OTAN. Al
mismo tiempo se mantiene la lucha
antifascista en su sentido más
tradicional de apoyo mutuo, autodefensa
ante las agresiones y movilizaciones.

La Coordinadora Antifascista convocó
el 20-N de 2006 bajo el lema:
“Memoria histórica para conquistar
el futuro: República, autodeterminación
y socialismo”. Este lema es un
grave error, puesto que excluye a los
sectores libertarios y sustituye el debate
y las acciones cooperativas en
torno a nuevos contenidos por un
salto político establecido ‘por decreto’
desde una parte del movimiento
que se felicita por habernos sacado a
tod@s de las tinieblas y habernos situado
por fin en la “línea correcta”,
que es la “que verdaderamente hace
daño al Estado”.

Al hilo de este lema, un compañero
de Nodo50, Gustavo Roig, publica
dos artículos (Dialéctica antifascista
I y II
) con valiosas críticas
que señalan problemas reales
de esta convocatoria: la Coordinadora
no es el movimiento antifascista
sino parte de él.
De forma paralela a las críticas
constructivas se inicia una campaña
que busca romper la Coordinadora
Antifascista y, si no lo
consigue, aislarla. Esta campaña
tiene como elementos destacados:
el texto de José Antonio Errejón El
movimiento antifascista madrileño
y el 20-N
, la exigencia de disolución
de la Coordinadora por parte
del grupo filial de Espacio Alternativo
‘Autónomos Madrid’ y el texto
colectivo firmado por Gustavo
Roig Lógica antifascista: sumar,
restar, multiplicar o dividir
[publicado
en DIAGONAL 51]. En este
texto se plantea que la Coordinadora
debe ser reemplazada por
otros modelos, como el del Colectivo
1984, que ante una agresión nazi
a varios de sus miembros organiza
una manifestación en la que
llama a hacer de la “denuncia del
fascismo un cuestionamiento de la
gestión neoliberal de la ciudad”,
gobernada por el PP.

Disolver y refundar

¿Por qué algunos muestran tanto
interés en disolver y refundar la
Coordinadora Antifascista? A la
socialdemocracia no le molesta
una Coordinadora Antifascista
que se dedique exclusivamente a
la lucha antinazi, pero no puede
permitir que el antifascismo empiece
a cuestionar las políticas del
Gobierno del PSOE con la retirada
de las tropas españolas de Líbano
y Afganistán, la ley de la Memoria
Histórica, las manifestaciones antirrepresivas,
la República y la autodeterminación,
el 18/98, las bases
de la OTAN, la reforma laboral...
y las múltiples conexiones
entre los cuerpos policiales y militares
y los grupos nazis.

La Coordinadora Antifascista, a
pesar del error del 20-N de 2006 y
de algunas tendencias sectarias,
ha demostrado que tiene una alternativa
basada en tres puntos:

- Apoyo mutuo y autodefensa frente
a las agresiones. Manifestaciones
en el Paseo de Extremadura y en San
Fernando de Henares.

- Aportar nuevos contenidos anticapitalistas
a la lucha antifascista.
Manifestación feminista en
Francos Rodríguez y actividades
por la memoria histórica.

- Confluencia con otros grupos
anticapitalistas. Participación en
la respuesta antifascista al montaje
mediático para crear un brote
racista en Alcorcón.

La potencia de un espacio anticapitalista
unitario como la Coordinadora
puede esfumarse si se emprenden
caminos que no cuenten
con todas las tendencias antifascistas
aprovechando que en un determinado
momento participen más o
menos colectivos comunistas o
anarquistas en un órgano de coordinación
del movimiento. Si no se
tiene en cuenta a la sensibilidad
anarquista, la Coordinadora dejará
de ser un espacio unitario para ser
absorbida por proyectos políticos
de grupos que, en lugar de compartir
de igual a igual la forma política
que adopta hoy el movimiento antifascista
en Madrid, prefieren convertir
la Coordinadora en una ortopedia
para sus escasas fuerzas a
cualquier precio.

Si ante una crítica razonada de
compañeros de otras organizaciones
y larga trayectoria militante se
responde con un cierre de filas se
abona el terreno para que el debate
entre las distintas posturas políticas
que tienen que convivir y cooperar
en el antifascismo madrileño se sustituya
por caricaturas difamatorias,
expulsiones, insultos y encontronazos
que esperamos no vayan a más.

Hacemos un llamamiento a la cordura
para que la situación no se deteriore
aún más, nos reafirmamos
en la importancia del debate político
entre las distintas posturas existentes
en el movimiento antifascista
y reflexionaremos sobre nuestra
forma de participación en la Coordinadora
Antifascista de Madrid a
partir de ahora.

Nosotr@s defendemos la autonomía,
que es el hilo conductor de
este texto. La autonomía no es el
único proyecto ‘verdaderamente’
revolucionario, sino una tendencia
más que trabaja por la confluencia
de las corrientes anticapitalistas
que no se han entregado
y que desde el feminismo, el ecologismo,
el consumo responsable
agroecológico, el antiimperialismo,
la defensa de las libertades y
los derechos sociales, la defensa
del derecho de autodeterminación,
la lucha contra las cárceles,
la educación y la defensa de los
menores excluidos... recojan la
memoria histórica del mejor impulso
revolucionario de comunistas
y anarquistas. Aquí y ahora esto
significa avanzar desde abajo,
con fuerza propia, en las luchas
populares, oponiéndose a las maniobras
para dividir a la Coordinadora
Antifascista.


Texto completo en: nodo50.org/
autonomia/textos_autonomia_pdf/ba
talla_antifa_texto_y_fotos.pdf

EL TEMA DEL DEBATE: El reciente incremento en votos de listas municipales
claramente racistas son sólo un botón de muestra de
la actividad del fascismo español. Actividad valorada,
desde diferentes y numerosos espacios, como en continuo
incremento. Y ello pese a que, desde hace años,
existen grupos que realizan una denuncia de la extrema
derecha. Por ello, algunas voces reclaman una
reflexión en torno a la lucha antifascista. Aportamos
aquí algunas propuestas.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto