Por denunciar torturas

Mi nombre es Roberto Carlos Fernández Pardiñas, tengo 36 años y en la actualidad me encuentro en el Módulo de Aislamiento de Topas- Salamanca. Tras un periplo de cinco años por diversos módulos de aislamiento de las prisiones españolas, el pasado 7 de noviembre fui citado a juicio por un supuesto atentado contra los carceleros en el año ‘99.

Roberto Carlos Fernández Pardiñas
21/04/06 · 21:18
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Mi nombre es Roberto Carlos Fernández Pardiñas, tengo 36 años y en la actualidad me encuentro en el Módulo de Aislamiento de Topas- Salamanca. Tras un periplo de cinco años por diversos módulos de aislamiento de las prisiones españolas, el pasado 7 de noviembre fui citado a juicio por un supuesto atentado contra los carceleros en el año ‘99. Aquel día fui torturado y apaleado brutalmente por estos verdugos de la prisión de Madrid-2, interponiendo la correspondiente denuncia ante el Juzgado de Guardia de Alcalá de Henares, siendo representado por una letrada en nombre de la Asociación contra la Tortura. En 2002 las actividades contra los verdugos quedaron archivadas aduciendo que su actuación [estaba] ajustada al derecho al amparo de las medidas coercitivas del art. 45 del R.P., siguiendo contra mí el proceso por un delito de atentado y lesiones, y quedándome sin la representación legal que tenía asegurada por la arbitraria decisión del Juzgado, que me designó una abogada de oficio. Abogada a la que, cuando asistió a juicio el pasado noviembre, renuncié por la falta de garantías que ofrecía para llevar a cabo mi defensa al demostrar una clara connivencia con los verdugos. Éste fue el motivo de la suspensión de la vista, además ése fue el primer día que vi a la susodicha letrada. En el sumario constan dos partes de lesiones que evidencian las torturas contra mi persona, dispongo además de tres testigos que corroborarán los hechos (...). A finales de este año cumplo con la definitiva, y pese a no tener más que una sanción grave por Desobediencia Pasiva en los últimos dos años, mis aspiraciones no pasan de acceder como mucho a este régimen de 2ª fase (...). La causa [por la supuesta agresión a los funcionarios] al parecer resulta ineludible y además de la injusticia de ser atropellado y torturado (...), tras demorarse esta causa más de seis años, vienen a fustigarme y prolongar mi permanencia en prisión; en esta venganza infinita de la Administración Penitenciaria (...) cuando estoy a puertas de salir a la calle tras toda una vida privado de libertad.

Módulo de Experimentación Represiva, 8 de enero de 2006.

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