Este 16 de abril se cumplían 11 años
del martirio de Iqbal Masih, niño
paquistaní, católico, asesinado a los
12 años por su lucha contra la esclavitud
infantil a nivel internacional. Después
de 11 años de silenciamiento por
parte de los medios de comunicación,
ya se han visto obligados a hacerse
eco del clamor social contra la esclavitud
de 400 millones de niños en el
mundo, pero como era de esperar, se
han pasado a la manipulación.
Este 16 de abril se cumplían 11 años
del martirio de Iqbal Masih, niño
paquistaní, católico, asesinado a los
12 años por su lucha contra la esclavitud
infantil a nivel internacional. Después
de 11 años de silenciamiento por
parte de los medios de comunicación,
ya se han visto obligados a hacerse
eco del clamor social contra la esclavitud
de 400 millones de niños en el
mundo, pero como era de esperar, se
han pasado a la manipulación.
Tanto en la nota breve de El País del
17 de abril, ni en la noticia del telediario
de TVE1, se presentaba el problema
como una fatalidad lastimosa e
inevitable, presentándolo como un
asunto de ONG, pero silenciando conscientemente
que quienes vienen
denunciado éste crimen siempre señalan
claramente a los esclavistas y sus
cómplices: las multinacionales, también
las españolas que emplean a
niños a través de subcontratas, los
políticos que lo consienten, como el
señor ZP que se calla cuando va sonriente
a Marruecos o a China a abrir
puertas a los negocios españoles a
costa de los niños, o como los sindicatos,
que se siguen callando ante el
mayor problema laboral del mundo.
Denunciar el crimen de la esclavitud
infantil y recordar la figura de un
luchador como Iqbal Masih exige llamar
a las cosas por su nombre y
denunciar las causas políticas, y económicas
y culturales que lo provocan,
todo lo demás es manipulación.
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