ENFERMOS DE BURGUESÍA

Artículo irónico sobre la falta de conciencia política de muchos/as trabajadores/as, animando a la participación.

Pepa Montenegro
Madrid
20/05/15 · 13:39
Edición impresa

ENFERMOS DE BURGUESÍADicen que en los últimos veinte años ha proliferado la enfermedad del falso burgués, también llamada trastorno de falta de conciencia o incluso, los más místicos, lo llaman desconexión con la propia vida.
Se trata de una leve distorsión de la realidad producida por el consumo excesivo de los grandes medios de comunicación, sumado a una ingenuidad ideológica previa, en la que el/la sujeto se percibe a sí mismo/a como clase media, cuando en realidad es un/a trabajador/a, e incluso llega a tener aspiraciones más o menos ocultas pero siempre frustrantes, de llegar a ser clase media-alta.
Se calcula que un 60% de la clase trabajadora de este país sufre de este trastorno, y se percibe a sí misma como clase media.
Esta distorsión de la realidad entierra los problemas de clase del sujeto en su subconsciente, y le empuja a identificarse con intereses que no son los suyos, así como con una vida a la que aspira, pero que no tiene (aún).
En los casos más acuciantes, pueden llegar a sufrir de un egocentrismo individualista, que acaba por desconectarles de su entorno y de sus propios deseos (asumiendo como suyos los deseos que marca la publicidad).Estos casos suelen venir, además, acompañados de un cuadro de depresión, ansiedad, resignación, dejación de la responsabilidad ciudadana, frustración vital o cinismo.
Es un trastorno silencioso e invisibilizado, que pasa desapercibido.  Mediante el siguiente cuestionario, usted, lector, puede hacer una primera valoración contabilizando cuántos de los síntomas comparte y hacer una estimación sobre el riesgo de padecerlo o su grado de distorsión.
1-      Usted se cree que es “clase media” a pesar de que:  venda su fuerza de trabajo a una empresa (venda su tiempo), trabaje por un sueldo bajo en comparación con las horas que le hecha, no tenga contrato indefinido, sea un falso/a autónomo/a, o incluso lleve en paro varios meses.
2-      Usted se cree  “clase media” simplemente porque hay otros que están peor, ergo… soy clase media
3-      Usted se cree “clase media” porque tiene un título universitario.
4-      Usted tiene problemas para admitir la precariedad de su situación laboral. Se esfuerza por ver “el lado bueno”: pero estoy contento/a  porque estoy trabajando “de lo mío”, mi jefe no es del todo malo, tal como están las cosas soy un/a afortunado/a…” “me están empezando a salir entrevistas…”
5-      Usted nunca ha leído nada de política y le da igual. O llega al punto, en los casos más feroces de la enfermedad, que se considera apolítico.
6-      Usted  sí leyó sobre política, pero todo eso quedó atrás, en los tiempos románticos de juventud, y ahora es un señor con responsabilidades que se tiene que encargar de sus cosas.
7-      Usted prioriza la comodidad, ante todo lo demás. Venera como si fuera el éxtasis de la vida, las buenas comidas, la calidad de vida, el buen vino.
8-      Usted contrata servicio de limpieza o, al menos, le gustaría poder contratarlo, para que otros/as limpien su mierda.
9-      Usted piensa siempre matemáticamente. El camino será siempre el más corto y rápido, en vez de tomar el más bonito.  
10-   Usted casi nunca habla con desconocidos.
11-   Usted tiene problemas para la confrontación, la rebeldía o la desobediencia, queriendo mantenerse siempre en un perfil amable y conciliador, aunque el agravio sea descomunal y gravísimo.
12-   Usted ansía el éxito profesional. Sueña con honores, reconocimiento, premios, riquezas… pero no tiene muy claro qué quiere hacer en la vida.
13-   Usted se cree el discurso coca-cola de “vive tu sueño, triunfa”, aunque a día de hoy se sienta un fracasado/a.
14-   Usted piensa mucho, pero mucho más, en términos de qué quiere, qué necesita, a qué tiene derecho o cómo va a realizarse vitalmente, que en términos de qué necesita la sociedad y qué puede aportar.
 
Sume la puntuación. Si se identifica en 4 o más puntos del cuestionario, está en riesgo de padecer el trastorno de falta de conciencia. Acuda a la asociación vecinal más cercana y pida ayuda. La causa de su dolor es la desconexión con la propia vida y la desconexión con la vida de la sociedad (que es la política, en todas sus caras no sólo los partidos, basta un grito en medio de una plaza). Vivir en una burbuja o al margen de las cosas que pasan, no mitigará su ansiedad.
Los expertos dicen que no existe fármaco aún para este mal. Sólo puede curarse con fuerza de voluntad, cambiando ciertos hábitos y ciertas actitudes. Los expertos recomiendan:  compartir las penas, asociarse, ayudarse, cooperar, indagar en las distintas asociaciones o movimientos que hay en tu ciudad, leer mucho y formarse un pensamiento crítico, conocer gente nueva, sentirse activo/a y útil, aportar tu granito de arena al cambio… 
Numerosos/as sujetos han conseguido ya revertir su condición mediante estas prácticas, contagiándose de entusiasmo, ilusión y consiguiendo incluso pequeñas victorias que les  motivan a continuar.
 

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