Opinión
Cuando estalle la burbuja

Ante la situación actual del periodismo independiente, alternativo o crítico, es lícito preguntar: ¿hacemos bien nuestro trabajo?, ¿son nuestros proyectos referencia por su periodismo o sólo por su activismo?

, periodista y uno de los editores de Crìtic
25/10/16 · 11:07

El Col·lectiu Ronda es una cooperativa de abogados catalana con 40 años de trayectoria. Da trabajo a cerca de un centenar de personas, entre abogados, técnicos, economistas y otros profesionales. En Catalunya son la referencia absoluta en materia laboralista. Los avalan décadas de éxitos acompañando luchas sociales de todo tipo.

El Col·lectiu Ronda es una referencia por varios motivos: por su planteamiento cooperativista, por su visión crítica con el statu quo, por su hermanamiento con las luchas... Pero nada de esto tendría el peso que tiene si antes los abogados del Ronda no cumplieran una primera premisa: ser unos abogados excelentes.

Ante la situación actual del periodismo independiente, alternativo o crítico, es lícito trazar cierto paralelismo con el Col·lectiu Ronda, y hacernos la siguiente pregunta: ¿hacemos bien nuestro trabajo? ¿Son nuestros proyectos referencia por su periodismo o sólo por su activismo?

El momento actual dista mucho del de hace una década. La profusión de nuevos medios de todo tipo, color y planteamiento nos ubica en un nuevo escenario muy diferente al que se encontraron proyectos como Diagonal o La Directa cuando vieron la luz.

Estamos inmersos en una burbuja de medios digitales. No sabemos hasta qué punto puede seguir hinchándose. Lo que sí sabemos es que, como toda burbuja, acabará estallando. La pregunta que hay que hacerse es qué pasará con todos los proyectos de periodismo independiente cuando esto pase.

Ante esta situación, es probable que una de las claves sea emular la estrategia del Col·lectiu Ronda: desde los medios independientes hay que hacer, antes que nada, buen periodismo. La teoría es fácil. La práctica no lo es tanto.

No basta con el compromiso militante. Los periodistas tienen que cobrar un sueldo para poder hacer su trabajo. A poder ser, un sueldo digno

Porque las contradicciones son muchas y porque para practicar el oficio periodístico de una forma profesionalizada hace falta una cosa que a menudo los proyectos independientes no tienen: estabilidad económica.

No basta con el compromiso militante. Los periodistas tienen que cobrar un sueldo para poder hacer su trabajo. A poder ser, un sueldo digno.

El gran reto

Los medios independientes han demostrado que estaban en lo cierto cuando decían que la publicidad no tenía que ser la fuente de financiación básica, y que había que apostar por la suscripción y la implicación de la comunidad.

Hoy en día, gran parte de los nuevos proyectos que surgen buscan en la gente un puntal de financiación. Incluso Pedro J. nos ha dado la razón. Pero también es cierto que, por ahora, con esto no hay bastante.

No existe en el Estado español ningún proyecto periodístico que se mantenga únicamente con las cuotas de sus suscriptores. En el caso de Crític, representan el 51% de los ingresos. El resto proviene de la ­publicidad, del contenido con patrocinio o de proyectos varios –docencia, charlas, realización de contenidos para terceros, etc–.

Éste puede ser el gran reto de los medios independientes: lograr la estabilidad económica asumiendo que, si bien los suscriptores y suscriptoras de nuestros proyectos tienen que ser un pilar fundamental, quizás necesitaremos otras vías de ingresos para acontecer sostenibles. Pero que al mismo tiempo no conseguiremos una comunidad sólida si no ofrecemos un producto de calidad. Hay que ofrecer buenos contenidos, no sólo militancia.

El añorado Ramon Barnils decía en uno de sus artículos: "No sé si cuando la gente duerme se tiene que gritar con panfletos y palabras incendiarias. No lo creo". Era el año 1988. La gente dormía profundamente. Hoy, ante un ligero despertar, hay que hacerse esta misma pregunta.

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comentarios

3

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    Carlota
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    27/10/2016 - 11:50am
    Es un esperpento Lucien decir que Colau y los comunes tienen en contra a los medios en Cataluña. Periódicos de derechas como La Vanguardia han abrazado a Colau como el mal menor contra el independentismo. O mira el papel de El periódico. O La Sexta, vuestro trampolín mediático. Por cierto, Colau riega de subvenciones a estos dos diarios. Como también a Crític o mejor dicho, Crític contra todo lo que no sea Colau. Ah, y Colau es presidenta de TMB, organización que sigue sin cumplir la ley de transparencia. Colau protege a los altos directivos, pero en la huelga de TMB filtró sueldos de trabajadores de a pie para lanzarles la opinión pública encima. ¿Eso es ser de izquierdas? Yo soy de izquierdas y si eso es ser de izquierdas entonces supongo que ya no soy de izquierdas. El problema es que hay una izquierda sectaria que se alimenta de esas reacciones de las que hablas de Convergencia. Y otra izquierda que rechaza esas reacciones pero que no se tapa con una venda los ojos ni defiende lo indefendible: contratos a dedo a los amigos, nepotismo, pacto con el PSC liderado por un imputado de corrupción, 9 desahucios diarios, aumento de los precios de alquiler, turismo desbordado, fuegos de artificio mediáticos, acuerdos con empresas que operan en paraísos fiscales en contra de su propaganda, traición a los trabajadores de Movistar, cesión de la tele-asistencia a una empresa de Florentino Pérez desahuciando a una ONG que antes gestionaba el servicio, racismo y represión contra los manteros, el CIE debería estar cerrado hace meses como prometió, etc. No me parecen chorradas.
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    25/10/2016 - 4:42pm
    Se te ve el plumero, Carlota. Para calibrar bien qué es Crític y el papel de Palà en Catalunya recomiendo seguir su trabajo, pero también las reacciones al mismo por parte del entorno independentista próximo a Convergència (y ciertos sectores de ERC), especialmente a sus artículos en Nació Digital. Los comentarios allí son de circo, de feria. La clave de todo, y se aprecia en el comentario de Carlota, es la corriente de desprecio, tirria y odio que se alimenta desde no pocos medios contra Ada Colau y los Comuns. Capaces de criticar hasta el esperpento cualquier chorrada, nunca dirán nada de aquello verdaderamente criticable, como por ejemplo la gestión de la crisis en TMB.
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    Carlota
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    25/10/2016 - 2:06pm
    Que Roger Palà hable de periodismo independientemente es como escuchar a Rajoy hablar de políticas sociales. Quizás fuera de Cataluña no le conozcan, pero Pala y su amigo Picazo dirigen Crític, el BOE de los comunes creado veladamente para impulsar la candidatura de Colau (ahora reciben subvenciones del Ayuntamiento que les coloca publicidad en su web) y los comunes. A veces se aprovechan de que la CUP no tiene medios propios para darles cancha y así parecer más plurales. Lo mismo con ERC. Además se congratulan de hacer periodismo de investigación cuando todo lo que publican (siempre en una misma dirección) está en abierto y disponible con un par de clics o bien son filtraciones de los comunes. En Cataluña provocan las mismas risas que El País por manipular información y su carácter tendencioso. Y quienes critican este periodismo zafio estilo OKDiario son acusados de trolls o de votar la derecha cuando en realidad muchos son de izquierdas y tienen nombre y apellido en sus perfiles sociales. Me parece fantástico el periodismo partidista, pero al menos tened la decencia de no ir de independientes o equidistantes como Cebrián. Por respeto al periodismo.
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