Que todo el país tenga encendida la tele a partir de las diez de la noche no facilita la intervención política.

Viernes 30: Sonia Moldes acudía a Sálvame Deluxe a narrar los pormenores de su relación con el conde Lequio. En La Sexta emitieron algo parecido, pero con un partido político como protagonista, y lo prolongaron durante toda la semana.
Esto que se nos ha hecho pasar como (re)politización de la vida pública es una mera adaptación de la política institucional a los marcos del espectáculo.
¿Qué hemos tenido estos días? ¿Y los últimos tres o cuatro años? Narraciones de comités que nada tienen que envidiar al En Directo de Marca.com, infiltraciones que los paparazzis ya habían hecho para reventar exclusivas de lunas de miel. Como lúcidamente enuncia Luis Martínez en El Mundo: “No había ni orden del día ni tema del que debatir ni ninguna otra cosa que no fuera la propia excitación de Ferreras y su equipo”.
Que todo el país tenga encendida la tele a partir de las diez de la noche no facilita la intervención política, sólo hace visible un debate –discrepancia en lo accesorio, acuerdo en lo sustancial– delegado en las mismas manos en las que ha estado siempre, a menudo con la aquiescencia del público. La hipótesis politización vía televisión empezó haciéndose carne en Iglesias Turrión, y, a estas horas, no podemos considerarla más que fallida: las televisiones son empresas, y en las empresas no hay democracia. Sería hasta divertido si la vida de millones no estuviera en manos de los protagonistas.
Esta pseudopolitización que tiene más que ver con introducir hornadas de expertos para encaminar el debate y resucitar viejas glorias que no quieren perder el tren de ser referentes periodistícos ahora que parece que pasan tantas cosas (si no pasan, nos las inventamos), se acabará –como se acabará Sonia Moldes, como acabaron decenas de novias de Kiko Rivera– el día que dejen de suponer ingresos.
Que vayan guardando el dinero los protagonistas que, como toda burbuja, ésta pinchará. Queriáis ser Juan Linz y os convertisteis en Rosa Benito que, por cierto, se ha retirado de los platós.
comentarios
1