Crónicas desde Caracas
Ni ciudad desbordada de opositores, ni fracaso de la convocatoria chavista: Venezuela no ha estallado

Un nuevo ciclo de acciones de calle convocada por la oposición al Gobierno chavista coincide con una relativa mejora del acceso a productos básicos en medio de una crisis económica inédita

, analista, Caracas
02/09/16 · 1:47
Marcha revolucionaria en defensa de la paz, en Caracas, ayer 1 de septiembre.

inforelacionada

El sector mayoritario de la oposición al gobierno bolivariano convocaba, ayer 1 de septiembre, a la “toma de Caracas” con una movilización que pretendía fuera histórica. Públicamente, se planteaba la marcha como una demanda unitaria para que se active el referéndum revocatorio antes de fin de año, para que su plausible victoria dé paso a unas nuevas elecciones generales –en lugar de que el revocatorio se celebre año que viene, lo que derivaría en la asunción del vicepresidente como jefe del gobierno hasta el final del actual mandato presidencial en 2019–. En respuesta, tanto el Gobierno como el Partido Socialista Unido de Venezuela, actualmente en el poder, también convocaron a otra marcha en apoyo al presidente Nicolas Maduro. El ambiente previo a ambas movilizaciones estaba más que caldeado, entre los renovados llamados opositores a echar a Maduro y la denuncia desde el Gobierno de que detrás de la convocatoria hay un plan golpista [el golpe de Estado contra Chavez en el año 2002 tuvo como excusa detonante los enfrentamientos tras una marcha opositora].

Finalmente, tras sendas movilizaciones multitudinarias, al menos por ahora, la tranquilidad y la calma son la tónica general. La oposición ha anunciado, durante su marcha, un calendario de movilizaciones por todo el país, para mantener su presión sobre el Gobierno, lo que, implícitamente, supone el reconocimiento de facto de que, por ahora, no se aventura por la vía de la asonada.

Los efectos del desplome del precio del petróleo en los últimos tres años redujeron en un 60% el ingreso de divisas al país

La capital venezolana –al igual que en distinta medida, el conjunto de la nación– enfrentan una crisis económica y social cuyas proporciones potencian la inestabilidad y podrían contribuir a las intenciones de los sectores más extremos de la oposición de avivar un estallido social. A su vez, la convocatoria encuentró al chavismo más debilitado que nunca, tanto por los efectos de la crisis sobre la agenda diaria de sus bases, como por lo que muchos sectores perciben como errores acumulados.

Ataque masivo a una economía en transición

Los efectos del desplome del precio del petróleo en los últimos tres años redujeron en un 60% el ingreso de divisas al país. A ello se suman los frutos del desgaste intencionado del aparato económico y productivo, cuyos efectos se han intensificado notablemente este año, y que incluyen prácticas de ataque a la moneda, acaparamiento, desabastecimiento intencionado y especulación. De guinda, el bloqueo económico no declarado desde el exterior, que incluye las trabas al de acceso a crédito en los mercados internacionales.

Este bloqueo, que ha venido acompañado por parte del gobierno de Obama de reiterada declaratoria sobre Venezuela como “amenaza a la seguridad nacional”, se aplica en alianza con sectores de poder económico nacional –que nunca han dejado de operar políticamente en contra del proceso de cambios chavista–, con el sector importador al frente, y que cuentan con la necesaria colaboración de sectores que se afirmarían como componentes del proceso bolivariano.

A ello se suman los efectos de una política económica que es percibida por sectores críticos como improvisada, incluyendo el frecuente cambio de ministros de economía, las orientaciones sobre controles de precio y formas de estímulo a la producción y la falta de políticas económicas propositivas en los dos primeros años de gobierno de Maduro. La distorsión en la economía derivada del anclaje de la divisa a un cambio oficial de 10 bolívares el dólar, cuando el permanente ataque a la moneda ha elevado el mercado paralelo a 100 veces ese valor, crea el caldo de cultivo para una situación de difícil comprensión.

La incorporación de una divisa oficial flotante que se acerca más al valor del mercado negro no ha permitido equilibrar la moneda. Así, la importación de productos se ve afectada tanto por la acción intencionada de enemigos del proceso de cambios –sectores económicos que se muestran públicamente como adversarios mientras se enriquecen a su costa–, como por los obstáculos de acceso al dólar, administrado por un ente público que es una inagotable fuente de corrupción y de riqueza para un sector privilegiado y abyecto del Proceso [chavista].

Distorsiones en la economía cotidiana

La población menos favorecida y las clases medias enfrentan en distinta medida los efectos de una elevada inflación, que se cifra por encima del 300% –pero que es de muy difícil cuantificación–. Muchos productos básicos están bajo control de precios, en base al dólar oficial –una política implementada para asegurar la accesibilidad a alimentos, medicinas y otros productos básicos–, pero que hace de éstos los principales blancos de la especulación, tanto por parte de la gran distribución y los comercios, como por parte de quienes medran con ellos a pequeña y gran escala a través de la venta ambulante, en el llamado “bachaqueo” –de la palabra bachaco u hormiga cortadora y portadora de hojas–.

El desencanto respecto al rumbo asumido y las críticas a la burocracia partidista junto con las consecuencias de la crisis, han producido una reducción de la base chavista

Para poder adquirir productos como el arroz o la harina a precios regulados, muchas familias tienen que invertir una parte relevante de tiempo en colas que se producen en momentos determinados del día. Con frecuencia, los comercios ofrecen productos limitados, lo que lleva a muchos a perder su tiempo. Mientras, los organismos de fiscalización no aplican sanciones efectivas, y el mecanismo de distribución directa de alimentos a familias –los denominados CLAP– ha sido colocado en manos de unas fuerzas armadas proclives a desviar su distribución prioritaria a sectores de la burocracia militar y civil.

Si bien en muchos casos enfrentan la necesidad de adaptar la alimentación familiar y reducir la ingesta de proteínas, la situación es mucho menos crítica para las clases medias. Entre otras cosas, quienes pocos años atrás compraron vivienda, disfrutan de los beneficios de la congelación de las hipotecas, una victoria frente la especulación bancaria: hoy día, dados el ataque a la moneda y las distorsiones del mercado alimentario, pueden estar pagando cuotas mensuales inferiores al importe de un kilo de azúcar.

Las clases más privilegiadas –incluyendo sectores, ‘chavistas’ o no, de nueva riqueza asociada a la especulación con divisas y a la corrupción– ven perturbada su cotidianidad en la medida en que les afecta negativamente el clima social. En sus espacios naturales disfrutan del acceso a cuanto necesitan, gracias a redes de distribución exclusivas para quien puede costearse los sobre costes y la intermediación de un capitalismo adaptado a las circunstancias. Al recorrer la autovía que cruza Caracas, se encontrarán con el dilema de decidir en qué fondo inmobiliario de Miami invierten sus excedentes en dólares, entre las ofertas que ofrecen las numerosas vallas publicitarias que tapan la vista.

Servicios y medicamentos

La mayoría de las farmacias están desabastecidas de algunos productos críticos, aunque las colas que pueden aparecer en algún momento del día están asociadas a la adquisición de productos de higiene personal –incluido el legendario papel higiénico–. No obstante, también se verifican las mismas colas que antes en heladerías o en los centros comerciales, aunque el descenso del consumo efectivo sea pronunciado.

Las tarifas del metro de Caracas están congeladas a un valor hoy día casi insignificante, mientras que el sector del transporte masivo de calle ha logrado constantes alzas de tarifas. Un recorrido en bus cuesta el equivalente a 15 billetes de subterráneo, lo que hace que a horas puntas las ‘busetas’ circulen a menudo casi vacías y el metro esté absolutamente repleto de gente.

Los bancos contribuyen a la formación de colas en los cajeros automáticos, gracias a una suerte de “corralito” no declarado. No se ha actualizado el monto de dinero al que puede acceder cada cliente, por lo que un retiro en banco ajeno puede limitarse a lo que cuestan dos kilos de macarrones, y en algunos casos, a dos cafés. El banco que ofrece más ventajas permite sacar 12.000 bolívares (Bs), el equivalente a tres almuerzos en un restaurante de precio moderado.

Hacer la compra en lugares sin ‘tarjetero’ [terminales de cobro con tarjeta] implica llevar una mochila a cuestas, pues no se ha actualizado el timbre a billetes de denominación superior a los 100 bolívares, y dado el alza de los precios, para comprar un kilo de azúcar se necesitarán 40 billetes como mínimo. Por apenas el doble de ese precio, puede comprarse un pollo asado con yuca y ensalada en una tradicional pollera del centro de la ciudad.

La crisis y el ajuste de la alimentación ha derivado en una inequívoca reducción de fenómenos como la gordura en los sectores populares y medios, así como en la reducción de la ingesta entre los sectores más críticos. Regresaron a la capital prácticas que habían desaparecido por completo luego de estabilizado el proceso a mediados de los 2000: la búsqueda de alimentos entre la basura, así como un número creciente de personas en situación de calle.
 

La mayoría de las farmacias están desabastecidas de algunos productos críticos, aunque también se verifican las mismas colas que antes en heladerías o centros comerciales

Estampas de esa naturaleza son habituales en muchas ciudades latinoamericanas, y desde hace ya varios años, en la capital española. Lo que no obstante, no suscita pronunciamientos de emergencia como el que vaticinó a comienzos de año el Jefe del Comando Sur de EEUU, y como el que realizó recientemente el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon respecto de Venezuela ...

Por ello, si bien el país enfrenta una severa crisis económica, hablar de “crisis humanitaria” es un exabrupto que en absoluto explica la situación real de un país en ensayo revolucionario. En efecto, Venezuela enfrenta actualmente las consecuencias de un conflicto político que dirime quién gestionara en el futuro la principal reserva petrolera del mundo y si logra sostenerse la pugna por una radicalización de la democracia basada en la participación de los sectores populares y una economía socializada, o si se sustituye por el proyecto neoliberal que aseguran los sectores alineados con la democracia burguesa.

En su informe del segundo semestre de 2015, publicado en febrero de este año, el BBVA-Provincial informa de la buena marcha de sus negocios, así como de “la robusta salud sistémica de la que hoy goza el sistema financiero nacional”. Esto no sólo fortalece la falacia de la emergencia humanitaria, sino que evidencia que la economía venezolana está todavía lejos de conformar la amenaza para el sistema capitalista que sus medios 'denuncian'.

Resistiendo el embate

A pesar de la dureza de la crisis, la población ha mantenido la cabeza fría en casi todos los escenarios y son pocos los desbordamientos: el caso más grave fueron los disturbios en la ciudad oriental de Cumaná a comienzos de verano, donde se divulgaron evidencias que mostrarían que se trató de una operación intencionada. Además, la situación no es estacionaria y ha venido fluctuando de acuerdo a las importaciones masivas que realiza el Gobierno. En las últimas semanas se ha confirmado un acceso más fluido a productos alimentarios, e incluso el descenso de precios en algunos productos, mientras que el valor real del dólar en la calle ha descendido ligeramente. El Gobierno confía en poder estabilizar la situación, luego de un comienzo de año mucho más duro.

Si bien mantiene un núcleo de apoyo duro innegable, la gestión del presidente Maduro es percibida en muchos sectores como errática. Este relativo desencanto respecto del rumbo asumido y las críticas a un comportamiento de la burocracia partidista percibida como monolítica, junto con las consecuencias de la crisis, han producido una reducción todavía no cuantificable de la base chavista. Entre otras cosas, se critica fuertemente la apuesta por una apertura del sector minero que incluye alianzas con transnacionales depredadoras y que podría tener efectos ambientales drásticos. No obstante, el Gobierno sigue apostando por profundizar las políticas sociales que han transformado radicalmente el mapa social del país, y busca enfrentar la inflación con subidas del salario mínimo. A finales de agosto anunció el segundo aumento en el año, duplicando su valor de 33.636 Bs. a 65.056 Bs.

Paradójicamente, muchas de las adaptaciones a la situación son en realidad mejoras en la calidad de la alimentación y el consumo, debido a que se eliminan productos refinados y azúcares y aumenta la ingesta de vegetales, mientras se desechan gastos superfluos. A su vez, han surgido numerosas iniciativas populares para organizar la distribución directa de alimentos, como es el caso de la llamada “Alpargata solidaria” –plataforma donde se comparten tareas para el acceso igualitario a alimentos básicos sin otros intermediarios que el propio colectivo–. Diversos sectores revolucionarios ven los resultados del acoso y las fallas en la gestión pública, así como las asimetrías de ingreso generadas a lo interno del Proceso, como una ocasión para medir las dimensiones del compromiso de un pueblo con la transformación social efectiva.

Terminando esta crónica, compartimos una cerveza en un bar de Caracas. Desde el otro lado de la barra, Aníbal comparte su visión: “Maduro no es lo mismo, pero una cosa si te digo: si gobernaran los otros, esto ya habría estallado. El pueblo le tiene demasiado respeto a Chávez”. Poco tiempo después, pagamos seis cervezas –por el mismo valor que un kilo de macarrones en el 'mercado libre'– y salimos a una calle desierta. Debido a la crisis, la ciudad está a medio gas. La mayoría de la gente –no ya sólo de los barrios conflictivos– se recoge temprano. Amanecerá y veremos.

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comentarios

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    camacho
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    09/09/2016 - 11:20pm
    Pero que tipo de tarado hizo este articulo? con este y que análisis cuanta mediocridad, de verdad es eso o es sencillamente un asalariado, venezolana o venezolano no es, este articulo ni sirve para debatir nada, por favor camine un poco fuera del céntrico de Caracas, y si quiere ser periodista venga a las regiones, como dijo el poeta quien no conoce la verdad es solo un ignorante pero quien la conoce y la llama mentira ese es un criminal...
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    valeriopu
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    08/09/2016 - 2:23pm
    La MUD son unos golpistas, asesinos y ladrones, lo mismo que sus aliados peperos y farlopitos españoles. ¡A tomar por culo los fachas venezolanos y su propaganda de mierda!
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    Guarairo
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    08/09/2016 - 6:00am
    "No sé qué estudios o que metodología uso para realizar este análisis, pero lo cierto es que parece más bien una opinión personal con grandes ambiciones de literato y no una investigación seria como pretende presentarla. Por el vocabulario que usa, como llamar "tarjeteros" los puntos de ventas me hace pensar que Ud no es venezolano. Yo soy venezolano y me va a disculpar en mi país jamás vi antes del 2000 a tantos niños comer de la basura y le cuento que el barril estaba más bajo que ahora, de hecho según la revolución nos robaban los dólares a chorro (1998 precio en 10s dólares 2016 precio a 46 s). Por otro lado ¿Ud. compara las colas en las farmacias con las de las heladerías? poco se entiende lo que pretende decir en su relato, le cuento que la gente se amontona en las farmacias cuando hay papel toilette o pañales, no sé si Ud se ha paseado por una farmacia a las 4 am se encontrará con padres y madres, trabajadores y asalariados procurándose pañales para dejar sus niños en la guardería....de resto las farmacias están vacías, porque no hay medicamentos. Lo que dice de las heladerías y las colas de antes o de ahora, no l comprendí bien que le indica a Ud. pero nunca en mis 50 años hice en Venezuela una cola de 4 horas para comprar un helado...y en todo caso es confuso eso "de que hay las mismas colas pero el descenso en el consumo es pronunciado”. Me hace pensar que aunque Ud. quiere ser equilibrado en su análisis, se observa preferencia a un partido y no preferencia `por la veracidad. Me parece audaz que Ud hable de un corralito ¿Acaso insinúa que los bancos del estado están haciendo un corralito? Eso que describe, sucede con los bancos, bicentenario, tesoro, Venezuela, todos bancos del estado...Con respecto “ al bloqueo económico no declarado desde el exterior, que incluye las trabas al de acceso a crédito en los mercados internacionales” ¿¡qué quiere que nos endeudemos más? La crisis es causada por el derroche, el gobierno bolivariano se dedicó a gastar con gran velocidad todos los ingresos disponibles, a quintuplicar el endeudamiento externo y multiplicar por 127 el endeudamiento interno, ¿se ha preguntado donde están los fondos de ahorro creados hace muchos años para prever la caída en los precios del petróleo? Busque por favor informe serios acerca de la deuda en Venezuela y los retiros que ha hecho del FMI por falta de liquidez El próximo 28 de octubre, el país debe pagar unos 6,1 millardos de dólares por conceptos de deuda e intereses, le hablo solo del bono de Pdvsa y ha intercambio de oro por el orden de 1.450 millones de dólares para poder pagar….por eso no tiene para gastos sociales…..Lo de la cantidad de personas en las marchas de los partidos políticos es relativamente importante, en mi opinión es un indicador poco serio para saber el sentir de los pobladores de una nación, está sujeta a la publicidad y deseos de ambos partidos y ambas tuvieron poca afluencia, el pueblo tiene mucho miedo al sicariato, a perder su trabajo, a los cuerpos de seguridad que han demostrado que pueden ser violentos y que además gozan de impunidad en un porcentaje grande de los casos. Lamentable que las conciencias de quienes han estudiado comunicación social, estén sumergidas en la PARTIDOCRACIA y no enfocadas en la investigación seria para informar a las personas que sienten y padecen los estragos del estado, la corrupción y el capital global..."
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    Usul
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    08/09/2016 - 5:42am
    El articulo intenta ser comedido "objetivo" no chavista, pero es totalmente oficialista, está enmarcado dentro del chavismo "crítico" , muy lejos de una posición de izquierda libre pensadora, este articulo es tendencioso y defiende los intereses de un gobierno que hace mucho tiempo perdió el rumbo revolucionario. Este articulo deja de lado asuntos tan importantes como las llamadas Zonas Especiales y el Arco Minero, la grandes maniobras transnacionales para la extracción de minerales que terminarán destruyendo un gran territorio del país semejante al territorio de Portugal. Se han firmado toda clase de acuerdos con empresas destructoras del medio ambiente como Chevrom, marginando completamente a todas las poblaciones indígenas que viven en territorios prácticamente vírgenes de gran diversidad biológica y de un delicado ecosistema. Estos negocios que no benefician nada al pueblo, son firmados por el gobierno para el cual este tarifado escribió el articulo , un gobierno criminal que hace ya muchos años se entregó al neoliberalismo más salvaje que ha tenido Venezuela en toda su historia. Como puede decir que no hay crisis humanitaria, que no hay represión que la crisis alimentaria es comparable a la de España, como se nota que este tarifado no vive la realidad venezolana , como se nota que este articulo le hace guiños a intereses netamente personales y no al compromiso de un hombre verdaderamente de izquierda revolucionario y libre pensador. Venezuela hoy es una mendiga del dolar, con un gobierno militarista y represor cómplice de los intereses imperiales, que aplasta con su bota al pueblo mientras le sirve en bandeja de plata los minerales al imperio. Es mentira que el país está bloqueado, eso es todo un teatro, no recibe más fondos porque ya está totalmente endeudado, o es que acaso este señor quiere que nos endeudemos más? . No hay una guerra económica esa es la tesis inventada por el gobierno , una maniobra totalmente Orweliana a la cual se le ha sacado mucho provecho.
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    UnxMas
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    07/09/2016 - 10:04am
    Lo siento mucho, me encanta vuestro periódico y es una de mis principales fuentes de información. Pero aqui creo que habeis metido la pata, Tengo un amigo cercano en venezolano, se encuentra en el hospital con varias vértebras rotas por la represión en las manifestaciones contra Maduro. Por lanzar un tweet de lo que esta pasando les meten presos. Su clave de cifrado de su ordenador personal es de más de 100 cifras porque el gobierno lo tiene todo pinchado y aplica black outs. Efectivamente no es una cuestión de que Maduro sea "malo", simplemente se encuentra en la situación en la que estaba hace unos años Castro: Presionado por la comunidad global de forma política, económica y mediática; de esta manera la comunidad global capitalista influye en la confianza de la gente en su sistema de gobierno y en el propio Maduro.
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    Laura S. Leret
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    06/09/2016 - 3:52am
    Tampoco mencionas en tú artículo el despido de empleados públicos que son de oposición. Es decir que la Ley de funcionario público es letra muerta. Y que los empleados públicos son coaccionados para ir a las marchas de Maduro. Tampoco mencionas la deficiencia de transporte público. Las colas largas para montarse en el bus. La falta de mantenimiento de los hospitales públicos. Quriófanos cerrados. El hacinamiento en las cárceles. Y la corrupción, varios exministros de Chávez como Giordani y Navarro hablan de 400.000 millones de dólares robados a la nación. El gasto excesivo en armas más que en educación...
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    Laura S. Leret
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    06/09/2016 - 3:32am
    Este trabajo no es un análisis objetivo sobre la crisis venezolana. La gente se recoge temprano por varios motivos, pero el principal es por temor a la delincuencia, léase: secuestros, asesinatos, asaltos, luchas entre bandas, robo de celulares. La tasa de homicidio anual es de 90 por cada 100.000 habitantes Te remito a los informes de Amnistía Internacional sobre las detenciones arbirtrarias a políticos y persecución a los periodistas, incluido el juicio a López, no cumple con el debido proceso. Cada cerveza que te tomaste costó un dólar. Es más fácil conseguir cerveza que leche. que pañales, que harina para hacer arepas. Un kilo de arroz cuesta 3 dólares. Otros países que también dependen del pétroleo no padecen de estas carestías. Estás defendiendo a un gobierno corrupto que de revolucionario tiene poco. Y el 1ro de septiembre la ciudad estuvo colapsada con las marchas de la oposición. Qué pena me da que un periódico como este "progresista" que intente disminuir la profunda crisis venezolana. Por favor me pueden enviar mis medicinas, aquí no las consigo. Un kilo de macarrones tiene el mismo costo de tres cervezas. No hay producción nacional de alimentos. A los inversionistas extranjeros se les paga con puntualidad mientras el pueblo sufre.
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    josete
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    03/09/2016 - 11:08am
    Buenísimo análisis, objetivo y sincero de la situación actual venezolana. Mil gracias por informarnos de esta manera tan saludable.
  • Tienda El Salto