Lecciones del laboratorio

Susan George ha afirmado que España es un laboratorio en el que las élites estaban probando cuánta injusticia puede soportar la población sin rebelarse. No le falta razón, pero las gentes, en nuestro intento por resis­tir, hemos desarrollado nues­tros propios experimentos también: nuevos discursos, organizaciones, repertorios de protesta... España es un laboratorio sociológico donde las élites y los movimientos sociales readaptamos nuestras tácticas y estrategias, uno frente a otro, como en un combate de boxeo.

, Antropólogos y militantes de Ganemos El Puerto
24/04/15 · 8:00
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Susan George ha afirmado que España es un laboratorio en el que las élites estaban probando cuánta injusticia puede soportar la población sin rebelarse. No le falta razón, pero las gentes, en nuestro intento por resis­tir, hemos desarrollado nues­tros propios experimentos también: nuevos discursos, organizaciones, repertorios de protesta... España es un laboratorio sociológico donde las élites y los movimientos sociales readaptamos nuestras tácticas y estrategias, uno frente a otro, como en un combate de boxeo. En ese ir y venir de ataques, defensas y contraataques, un sector de la militancia se ha volcado, después de las estrategias colectivas que generó el 15M, en lo que algunos han denominado el “asalto institucional”. Dentro de esta tendencia, a partir de nuestra trayectoria en la iniciativa municipalista Ga­nemos El Puerto, consideramos que la experiencia puede aportarnos ya algunas lecciones importantes. He aquí algunas de ellas:

1. Romper con el dogmatismo y lo dado por sentado dentro de algunos ámbitos de la militancia radical. Ha quedado en evidencia que muchas iniciativas son tan débiles o fallan rápidamente porque se llega a la construcción de guetos ideológicos aislados. Para superar esto que genera inmovilismo, tratamos de movilizar puntos de vista pragmáticos, políticos, sociales viables y comprensibles para crear una base de confluencia estable que actúe contra el sistema que nos rodea.

2. El campo electoral utilizado de forma estratégica suma energías por un cambio y otorga espacio mediático. Hemos logrado convocar asambleas masivas, que ninguna otra iniciativa había logrado reunir –al menos para la toma de decisiones–. Además nuestras actividades y discursos han inundado los medios de comunicación, llegando a gente que de otro modo nunca habríamos llegado.

3. Mantener el nivel de movilización y la autonomía de los movimientos sociales junto con la formación de candidaturas. Los militantes de Ganemos El Puerto no hemos dejado en un segundo plano la movilización social, sino que hemos repartido las tareas dentro de los colectivos sociales e incorporado a gente nueva, para no restar a la lucha directa lo que sumamos a la candidatura electoral. Además, partimos de la importancia de la autonomía de los movimientos sociales, que no son un apéndice de ninguna organización política o institución. Se espera un refuerzo recíproco entre la auto-organización colectiva y la candidatura, en la medida en que la herramienta electoral amplíe la proyección social de las iniciativas populares. Son las organizaciones de base las llamadas a ejercer la representación directa de las personas como respuesta a la ineficacia de las instituciones y al sistema de partidos. De forma táctica Ganemos El Puerto se constituye en la forma jurídica de Agrupación Electoral. Ya que los partidos se convierten frecuentemente en densas burocracias estructuradas jerárquicamente.

4. Capacidad de negociar con diferentes sensibilidades e identidades políticas. La confluencia en torno a unos objetivos y unos métodos comunes nos obliga a repensar, a ceder, convencer y lograr el consenso o acuerdos de mínimos sin romper con la iniciativa por no coincidir al cien por cien con nuestro ‘ADN ideológico’.

5. Articular formas efectivas para favorecer la participación directa da cabida a sectores de la población que normalmente son excluidos en la estructura de una democracia representativa –inmigrantes, personas con discapacidad, determinados sectores de mujeres...–. El propósito es crear una comunidad activa y vigilante que, a través de asambleas ciudadanas y barriales, además de otros mecanismos, democratice radicalmente la toma de decisiones. En estos espacios está naciendo un proyecto común para El Puerto y una estrategia de lucha para conseguirlo.

Para muchos de nosotros la participación institucional es una nueva experiencia. El tiempo dirá si hemos acertado o no, y por qué. Pero desde luego, los caminos que estamos explorando no estaban transitados. Quedan aún muchas lecciones que aprender y contradicciones que superar.

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