Islamofobia... ¿y qué?

Desde que la palabra 'islamofobia' se ha puesto sobre la mesa, la incorrección política ha salido a defender su espacio en el debate, arrasando entre lo peorcito de cada casa. Desde las esferas más fascistas del entorno neoliberal, hasta las más neoliberales del entorno libertario, parece gracioso soltar ya no sólo el clásico “no soy islamófobo, pero…”, sino incluso el “soy islamófobo, ¿y qué?”.

, mediadora intercultural, periodista, activista, autora de la novela 'PornoBurka' y miembro de Red Musulmanas
02/04/15 · 8:00
Edición impresa
Isa

Desde que la palabra 'islamofobia' se ha puesto sobre la mesa, la incorrección política ha salido a defender su espacio en el debate, arrasando entre lo peorcito de cada casa. Desde las esferas más fascistas del entorno neoliberal, hasta las más neoliberales del entorno libertario, parece gracioso soltar ya no sólo el clásico “no soy islamófobo, pero…”, sino incluso el “soy islamófobo, ¿y qué?”.

La islamofobia es una categoría de análisis y un eje de opresión. No es una cuestión de sensibilidades, gustos o afinidades. Si nos urge revisar y rechazar los argumentos islamófobos que pudren nuestros discursos no es por mojigatería dialéctica ni por cobardía intelectual: es porque son argumentos inferiorizantes, opresivos y peligrosos.

Categoría de análisis

Islamofobia es, en breve, el odio hacia el islam y hacia las personas musulmanas o leídas como musulmanas, basado en un prejuicio sobre una dimensión única de lo que es islam y lo que es ser musulmán/a. La islamofobia y sus indicadores llevan décadas fijados y reconocidos internacionalmente a partir del informe Runnymede (1997).

El primer indicador es, precisamente, “ver o entender a las personas musulmanas como un ente monolítico y estático”. Bajo la etiqueta fantasma “personas musulmanas” aglutinamos a creyentes y/o practicantes, a formas culturales derivadas del islam y a personas leídas como musulmanas por cuestiones de racialización o extranjerización que pueden autodefinirse, o no, como musulmanas. Incluye un eje confesional, pero un eje cultural también y una mirada de clase.

Cuando hablamos de “mujeres musulmanas” no sólo las imaginamos veladas y sumisas, sino también heterosexuales, casadas, cisgénero. Siempre que escribo sobre el tema recibo comentarios airados que niegan la posibilidad de ser musulmana y lesbiana. La buena noticias es que la gente no necesita permiso para existir. Las musulmanas lesbianas existen. Las musulmanas trans existen. Algunas incluso llevan velo. Le pese a quien le pese.
Entender a las personas a partir de su dimensión única es esencialista y esencializador. Las personas estamos cruzadas por todos los ejes de la diferencia, y el islam es sólo uno de los posibles.

Islamofobia es, en breve, el odio hacia el islam y hacia las personas musulmanas o leídas como musulmanas

David Gaider acuñó la frase “privilegio es cuando crees que algo no es un problema porque no es un problema para ti, personalmente”. Cuando las personas musulmanas, reales o leídas como tales, denuncian actitudes islamófobas y las demás no les damos importancia, o nos sentimos ofendidas por la crítica, estamos ante un privilegio mal gestionado. Y estamos también ante un indicador de islamofobia: rechazar cualquier crítica vertida por personas musulmanas o entornos musulmanes.

La islamofobia está a menudo cruzada de racismo y xenofobia, pero no únicamente. El islam es un nuevo marco de invisibilidad: muchas personas no “salen del armario” como musulmanas en su entorno laboral o personal. Las mujeres que visten velo tienen poquísimas posibilidades laborales, incluso en puestos de hostelería, donde cubrirse el cabello debería ser una buena práctica. Si reivindicamos el derecho al propio cuerpo, tiene que ser para todas. Si nos preocupa que ese velo sea impuesto por un hombre violento, tenemos que luchar por una ley integral contra la violencia machista. En Cata­lunya, en 2014, el 60% de las peticiones de orden de alejamiento fueron denegadas. El machismo es transversal. Pensar que una situación de violencia se puede identificar a través de una prenda de ropa es estúpido. Sin más.

La islamofobia como excusa

Si la violencia es transversal, las estrategias para boicotearla también tienen que serlo. El más cutre de los argumentos islamófobos es aquel que se presenta bajo el titular “en sus países…”. Carlos ‘el Yoyas’, participante de Gran Hermano, lo resume así de claro: “Si voy a Marruecos, mi mujer no podría ir con minifalda ni aunque a mí me saliese de las pelotas”. Sus formas son grotescas, pero la idea de fondo resuena en infinidad de espacios, en una imagen con dos vertientes.

Por un lado, extranjeriza a las personas musulmanas, lo cual, sí, también es un indicador de islamofobia según Runnymede. “Sus países” son la fantasía exótica de una Europa que se quiere blanca y cristiana. Los y las musulmanas europeas son europeas. Los matices, los peros, son la marca de un racismo que va cambiando sus formas, pero no sus fondos.

Aquí tampoco hay posición neutra: o deconstruimos, o estamos alimentando la corriente principal de este desastre 

Por otro lado, justificar la violencia contra las personas musulmanas en Europa como forma de “reciprocidad” por las violencias y las injusticias que ejercen algunos gobiernos o grupos contra esas mismas poblaciones demuestra que el fondo de la cuestión no es el interés por las personas, sino por algunas personas.

La población musulmana es la principal víctima de la barbarie violenta de Al-Qaeda o Daesh –“el Estado Islamoide”, como me enseñó a llamarlo Hajar Samadi, responsable de la Asociación de Mujeres Musulmanas Bidaya-Euskadi–. Los y las que están luchando en la primera línea de fuego en Siria e Iraq son esas personas que nombramos musulmanas. Acti­vistas kurdas como Dilar Dirik denuncian la apropiación islamófoba de las luchas de las mujeres de Kobane. Esas mismas heroínas kurdas, si viviesen en Europa, se­rían sospechosas de sumisión, violencia y sectarismo por la sola resonancias de su nombre.

No podemos seguir con los argumentos simplistas de patio de colegio: que si “al final no podremos hablar de nada”, que si “ahora resulta que todo es islamofobia”… Estas frases son la excusa de una pereza intelectual que pretende seguir apoltronada en el privilegio. Y que se lo puede permitir, porque desde las cumbres todo parece anodino.

Aquí abajo, la extrema derecha avanza usando el discurso islamófobo y la vida nos está dando fuerte. Y aquí tampoco hay punto medio, posición neutra: o resistimos, desmontamos y deconstruimos activamente, o estamos alimentando la corriente principal de este desastre.

Tags relacionados: islamofobia
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

22

  • |
    heliogabalo
    |
    Lun, 04/04/2016 - 10:15
    Vaya, parece que han soltado a las hordas facho-libertarias del redil de los grupos de FB para hacer propaganda en medios no afines. Espero que a algunos os paguen por ello porque no parece que hagáis otra cosa a lo largo del día.
  • |
    Daniel
    |
    Mié, 03/23/2016 - 11:09
    EL saber nos hace libres
  • | |
    Sáb, 10/31/2015 - 08:46
    Pues mira por donde yo SI soy Islamófobo y además Liberal Libertario. Y al que le moleste o le duela que se tome un analgésico; los genéricos van económicos esta temporada. El mundo seria un lugar mucho mejor si no existiese ni hubiera existido nunca el maldito Islam ni ese analfabeto psicópata y pederasta conocido por Mahoma (Muhammad para ellos) ¿Fascismo? ¡¡ja!!, para sanguinario y totalitario, ¡El Corán!. El Islam es una ideología bárbara, sanguinaria, psicopática, criminal y depravada, disfrazada de religión que deberia erradicarse por completo. #StopIslam Pdta.: Y menos usar la palabra "fascismo" y sus derivadas. Lo único que demuestran con eso es que ni siquiera teneis idea de lo que es el fascismo, para vosotros todo lo que no sea "progre izquierdoso" es fascismo o "facha", así que menos manipulación. NI el centro, ni el centro-derecha ni el liberalismo auténtico tienen nada pero que nada que ver con el fascismo y volviendo al tema del Islam, defenderse de una pandemia es un derecho legítimo y eso es lo que es el Islam, una plaga, una pandemia, el cancer del siglo XXI.
  • |
    Mola
    |
    Lun, 05/18/2015 - 12:58
    @#18 Típico cometario de esos a los que les gustaría que en España volviera la inquisición y se quemara públicamente a "brujas" y "herejes". En fin, puestos a decir chorradas destructivas y sin fundamento dialéctico...
  • |
    Amadis Dudu
    |
    Dom, 05/17/2015 - 22:01
    Típico artículo de perroflauta izquierdista que va de guay defendiendo al islam y a los musulmanes y que luego seguro que pone verde al cristianismo y a los cristianos. En fin, chorradas.
  • |
    Ana ms
    |
    Dom, 05/17/2015 - 18:46
    Por lo demás, estoy bastante de acuerdo con el artículo. Solamente recordar que algunas objeciones no se deben a la islamofobia, sino a que el islam, igual que el cristianismo, el judaismo u otras religiones, sirvieron y sirven al poder, tanto al poder de clase como al poder patriarcal. Igual que podemos criticar la iglesia católica también podemos criticar por las mismas razones otras religiones, lo cual no quiere decir no respetar a quien las profese.
  • |
    Ana ms
    |
    Dom, 05/17/2015 - 18:42
    Estoy un poco harta de que cierta gente nos llame cisgénero a las que hemos nacido con una vagina. Lo siento, ya tenemos lo mismo de siempre, otros/as calificándonos a las mujeres i diciéndonos lo que somos o no somos. Cuestiono ese término como peyorativo, como si ahora solamente fueran mujeres los transexuales que se han operado o incluso con pene. Otra vez los nacidos hombres nos dictan lo que somos y ahora hasta son nosotras. Ya no se puede ni hablar de vagina o de matriz porque como ellos no tienen ya no es de mujer. No, gracias. Yo no estoy contra los transexuales, y estoy de acuerdo en que se operen, vivan como quieran y hagan lo que les de la gana, pero que no se arroguen como representantes de las mujeres, pues no lo son, ni percentualmente nos representan. 
  • | |
    Lun, 04/06/2015 - 20:50
    Aquí os paso una de las hazañas de Mahoma. Los chicos de Estado Islámico matarían (¿no me digas?) por haber nacido en aquella época para poder acompañar al profeta en sus correrías.   http://es.wikipedia.org/wiki/Banu_Qurayza Respecto al nazismo y el islam, cabe mencionar que Hitler y Mahoma podrían llevarse muy bien si se conociesen hoy en día. Al fin y al cabo Mein Kampf es un best seller en el mundo musulmán. Además eran tipos muy parecidos: odiaban a los judíos, fueron genocidas (Hitler mató a muchas más personas, pero es que Mahoma no contaba con la tecnología del siglo XX) eran totalitarios... quizá tendrían algún roce con el tema de la pederastia, pues Hitler no parecía interesado en casarse con niñas, y también es posible que el fürer sintiera un poco de envidia por cosas como que su libro esté prohibido en medio mundo y el de Mahoma en ninguna parte, o que en occidente haya personas que desde la izquierda de los mundos de Yupi nos intentan vender motos como el feminismo islámico y no el feminismo nazi, pero bueno, en líneas generales podrían ser grandes amigos y rememorar aventuras al calor de alguna hoguera. 
  • |
    piruleta
    |
    Sáb, 04/04/2015 - 14:15
    La islamofobia es lo mismo que la nazifobia. ¿Acaso el Islam deja de ser menos malo como doctrina porque haya lesbianas musulmanas? Seguro que también había lesbianas nazis y no por eso el nazismo es algo positivo. Autora del texto... ¿cree usted que el franquismo o el nazismo no deben ser criticado si se encuentran franquistas gays o nazis lesbianas?  Una doctrina es lo que son sus principios. Y tanto el nazismo como el islamismo son doctrinas SUPREMACISTAS. Ahora vendrán con el cuento de que si se puede reinterpretar el Corán y sus versículos machistas, racistas y discriminadores. Pero es que acaso no se podría hacer lo mismo con "mi lucha"? ¿Por qué unos si y otros no? ¿Porque le caen bien? ¿Y si diera la casualidad de que le cayeran bien algunos franquistas... tendríamos que comprarle la moto? Ya está bien de que nos hagan tragar con ruedas de molino. No somos gilipollas. Y el Islam lo vemos con ojos más objetivos que los de usted. Si le preocupa la discriminación que puedan sufrir los musulmanes... ¿se preocupa de igual manera de la que puedan sufrir los nazis? Tampoco la esvástica facilita que te den un puesto de trabajo. ¿Deberíamos luchar para que se termine la discriminación a los nazis?   
  • |
    Elr
    |
    Sáb, 04/04/2015 - 12:23
    A mí lo que me parece triste es que artículos como estos sean escritos por las mismas personas que critican la Iglesia y a los católicos... Vamos, muy objetivos...
  • |
    Jalisco
    |
    Sáb, 04/04/2015 - 10:28
    Yo siento asco intelectual por el contenido del libro sagrado y monolítico que da lugar al islam y convierte a las personas en musulmanas. El feminismo, la paz, el antiesclavsimo, el antiespecismo, la paz, etc, no tienen cabida en ese libro pernicioso.  Los musulmanes no son "monolíticos" pero el libro que adoran sí lo es. En el link os aporto la acción directa de un grupo de musulmanes amparados por artículos de corán: http://www.elmundo.es/internacional/2015/04/02/551ced32ca4741b2358b456d.html Si crees que hay que darle una oportunidad al Corán, para que los musulmanes puedan interpretarlo de una forma beneficiosa para todos, a pesar de que ese libro es monolítico e inmutable por ser sagrado, palabra de dios, tal vez deberíamos darle una oportunidad a todos los libros de todas las ideologías tachadas de perjudiciales para los niños, las mujeres, los hombres, los ancianos, los discapacitados, etc... por eso es absurdo que defiendas el Islam y su libro sagrado y critiques el neoliberalismo, cuyos "preceptos" son más fáciles de mutar, pues no existe ningún libro sagrado para la conversión religiosa neoliberal y pueden existir otras interpretaciones.  ¿Qué sentido tiene que seas neoliberalistfóbica e islamofílica? Absurdo.  
  • | |
    Sáb, 04/04/2015 - 10:27
    Si la islamofobia es odiar el islam, entonces no tiene nada de malo, del mismo modo que no tiene nada de malo odiar el capitalismo, el cristianismo o cualquier otro sistema de ideas o creencias. El problema sería odiar a las personas musulmanas. Por eso es completamente necesario separar ambas cuestiones y rechazar con toda nuestra fuerza el odio a las personas musulmanas (o el odio a las personas judías tan extendido en el mundo musulmán o el odio a las personas estadounidenses tan extendido por todo el mundo), pero no así el odio al islam, pues cada uno es libre de odiar aquellas ideas o creencias que le resulten dignas de ser odiadas.  Odiar el islam es un ejercicio de salud ética y conciencia social. El islam es un conjunto de creencias creadas por Mahoma, un genocida, pederasta y esclavista del siglo VII. Afortunadamente la mayor parte de los musulmanes no se lo toman en serio, pues es una ideología violenta, segregacionista y sexista, como no podría ser de otro modo, dado el historial de su fundador. Lo malo es que un considerable porcentaje de musulmanes, los mal llamados fundamentalistas, extremistas o radicales, sí que se toma en serio su religión y esto implica cientos de millones de personas dispuestas a, o partidarias de, someter al resto del mundo y llevarnos de nuevo al siglo VII a base de bombas, ahorcamientos y decapitaciones, como hace Estado Islámico, del cual Mahoma estaría muy orgulloso. Justo ayer un grupo de musulmanes devotos asesinó a 147 personas por el hecho de no ser musulmanes. Este tipo de noticias no son ninguna novedad. La mayoría de las personas musulmanas son pacíficas pero cuando alguien es asesinado por sus creencias o por algo que ha escrito o dibujado o dicho, es casi seguro que sus asesinos sean musulmanes.  Basta con tener en cuenta el tema de la homosexualidad para comprender que los partidarios de los derechos humanos debemos desear que el islam desaparezca de nuestro planeta: -En el conjunto de países no musulmanes, el 28,2% de los estados condena la homosexualidad. En el mundo musulmán lo hace el 67,8%. -Existen seis países que contemplan la pena de muerte para la homosexualidad y todos son de mayoría musulmana, mientras que de los dieciséis países que legalizaron el matrimonio homosexual ninguno es de mayoría musulmana. 
  • |
    Narjes
    |
    Vie, 04/03/2015 - 17:49
    Buen articulo!! Esa situacion islamófoba la vivimos todos y todas las musulmanas en todas partes del mundo en mayor o menor medida. segun lo que dice el amigo Javiereño, las criticas no deben hacerse al Islam sino a los musulmanes que lamentablemente no siguen corrientemente las practicas ni los mandatos. Al intentar adaptar el Islam a la comodidad de cada quien empiezan las desviaciones y de ahi se ven tantas cosas desagradables como que en Arabia Saud impidan a la mujer conducir o se cubran con burkas, como que ne Pakistan ocurran situaciones muy negativas contra las mujeres, etc etc..... eso no es una critica al Islam... es una critica a unos seres humanos incapaces de seguir instrucciones incapaces de interpretar correctamente los mandatos, las jurisprudencias y que finalmente quieren ser autosuficientes y colocarse por encima de su mismo Dios cometiendo el mayor pecado que es la asociacion
  • |
    CunningCunt
    |
    Vie, 04/03/2015 - 13:56
    "Desde las esferas más fascistas del entorno neoliberal, hasta las más neoliberales del entorno libertario" ¿alguien sabría decirme qué carajo tiene que ver el neoliberalismo con el libertarianismo?
  • | |
    Vie, 04/03/2015 - 13:32
    A mi, personalmente, me parece un problema de educación. Cuando digo de educación, me refiero del sistema educativo, en el cual no se enseña a la gente a otra cosa que a memorizar datos. Enseñar a razonar y pensar debería ser obligatorio en las escuelas desde pequeños. Saber los tipos de falacias, cuando una respuesta puede ser binaria o tener millones de matices, como nuestro cerebro sesga la información... Eso impediría que nos aborregaran desde las altas esferas para meternos miedos absurdos según sus intereses... Y para mi, el Islam como religión, es como todas las demás. Existe gente que cree de manera fanática, gente que practica su religión sin traspasar ciertas barreras rojas, los creyentes no practicantes, los agnósticos... Y aunque no comparta esa creencia, mientras no me afecte, la respeto. Otra cosa es cuando, fruto de esas creencias, los demás padecemos las consecuencias. Entonces, inevitablemente, surgen posturas encontradas... Ejemplos de esto, es cuando un padre deja morir a su hijo por no permitir una transfusión por motivos religiosos, cuando se imponen normas religiosas a los demás, cuando a las instituciones religiosas SE LES EXIME de pagar impuestos... o cuando la religión, como ha sido el caso en Andalucía con la Semana Santa, se convierte en argumento para volver a votar a los LADRONES reconocidos que los han arruinado. Y es que respecto a esto último no puedo evitarlo, pero yo no puedo sentir respeto por gente que ante pone (sin ser una decisión binaria, que no lo era) la religión a la dignidad de vida. Así, termino con dos apuntes como resumen: -Por mi, cada uno puede creer en lo que quiera mientras solo le afecte a el. -En España, no es el Islam la religión que nos trastoca y nos descoloca la vida, sino el cristianismo, con todos sus favoritismos por parte del estado y la población.
  • |
    qadistu
    |
    Vie, 04/03/2015 - 11:30
    Tenemos que tener cuidado por preservar lo apenas conseguido en occidente, en este país: lo alcanzado sería una clara idea de que la política y la religión deben estar separadas. Esto es lo contrario de las creencias del Islam, donde el ideal es una especie de totalitarismo. Si del catolicismo podríamos decir que es una religión que también tiene alguna semilla totalitaria... que en su globalidad evoluciona demasiado lento (aunque desde dentro es también algo muy "variado")... parece que para el Islam el Corán es absolutamente "inamovible" (parece que el texto lo ven todo él como dictado directamente por Dios, y contiene pasajes tremendos). Ese texto al parecer está repleto de alimento para cierta posibilidad de "culto a la violencia", como medio de por ejemplo convertir "infieles". Y no sé si en el Islam podría ganar una vía "pacífica" de "místicos" que pudieran liderar un movimiento de "desinterpretación" tan radical de su texto como para eliminar de raíz la absurda idea de que se puede imponer a Dios (imponer el "amor universal"). Tampoco el catolicismo parecía querer evolucionar rápido, pero al parecer no da ya tanto pie a justificar la necesidad del uso de la violencia "porque así lo dice Dios". Precisamente el cristianismo en general es, con sus "fallos generales" como los tiene toda institución..., es la evolución desde una religión de un Dios de miedo y vengativo (el de los "peores" pasajes del antiguo testamento)... hacia un Dios de solo amor, que fluye desde dentro de todos los corazones humanos por igual, y para guiar la vida hacia una progresiva comunión universal. Aparentemente, la religión islámica admite aún menos unas nuevas revelaciones y nuevas "intersecciones fertilizantes" con otras instituciones que estén claramente separadas de ella. Sería quizá pues (y así de simple) una especie de "desastre regresivo" en nuestra "civilización" todo lo que ocurriera a consecuencia de permitir que el Islam tal cual floreciera sin más... -y por muchos más motivos que por las guerras civiles que puedan darse y que encantarán como siempre a los de siempre... a los "banqueros"..., vendedores de armas, capitalismo del shock... esos guerreros "nómadas del dinero"... la mafia sionista, etc. Sabemos que para poder ser "fértiles", las instituciones deben tener plena libertad de evolución (y acicates para ello), y funcionamiento separado. El hecho "espiritual-religioso" tiene un papel esencial en nuestra evolución y en general para la vida humana - si pasamos una mirada amplia por toda la historia. La religión es una manera institucionalizada de ensalzar y preservar los valores elementales humanos (fraternidad cósmica, etc.)... que radican no en este mundo de formas, sino en nuestro interior o esencia espiritual, más allá de toda forma.
  • |
    Josep
    |
    Jue, 04/02/2015 - 16:55
    "es cuando", muy buen artículo, pero no discriminemos a la gramática tampoco...
  • |
    Isidoro
    |
    Jue, 04/02/2015 - 15:06
    Típico artículo de izquierda acomplejada. Las religiones son una mierda todas, el cristianismo, el islam y todas las demás. ¿Respeto? ¡Cuando ellas respeten!
  • |
    Maria Fernanda
    |
    Jue, 04/02/2015 - 14:45
    Excelente texto. Un análisis muy transversal del tema.
  • |
    Maria Fernanda
    |
    Jue, 04/02/2015 - 14:43
    Excelente texto. Un análisis muy transversal drl tema. Muy aclarados .Lo recomendaría y así por supuesto lo hice.
  • |
    Javieriño
    |
    Jue, 04/02/2015 - 13:58
    Interesante y necesario artículo. Con lo que no estoy de acuerdo es con esta parte: &quot;No podemos seguir con los argumentos simplistas de patio de colegio: que si &ldquo;al final no podremos hablar de nada&rdquo;, que si &ldquo;ahora resulta que todo es islamofobia&rdquo;&hellip; Estas frases son la <strong>excusa de una pereza intelectual que pretende seguir apoltronada en el privilegio</strong>.&quot; A mí precisamente lo que me parece simplista y de pereza intelectual es que cualquier crítica al Islam se tache de islamófoba. Siempre he criticado la hipocresía, doble moral, patriarcado, misoginia y mil cosas más del cristianismo, y nunca ningún compañero de izquierdas me ha tildado de cristianófobo; pero como diga lo mismo del Islam, se me tacha de islamófobo. Tanta pereza intelectual demuestra quien se encierra tras &ldquo;ahora resulta que todo es islamofobia&rdquo; para evitar diálogos interculturales y abrir la mente, como quien tilda de islamófoba cualquier crítica al Islam. Eso tampoco genera diálogos. Por lo demás, insisto, interesante y necesario artículo.
  • |
    Ignorant
    |
    Jue, 04/02/2015 - 13:21
    Excelente texto, con un montón de detalles importantes y preocupantes que es fácil pasar por alto en el día a día. Solamente me gustaría apuntar un par de cosas sin ánimo de enmendarle la plana a la autora, pero que me han dejado dudando o extrañado. Por un lado, el dibujo: me gusta mucho ese &#39;soy de Carabanchel&#39;, pero no ese &#39;yo nací en Zamora&#39; que no demuestra nada. Aunque en discusiones con racistas y/o xenófobos es un gustazo decirles que una persona con rasgos que no entendemos como españoles es nacida en España, pero pienso que lo único que hacemos es reforzar el &#39;argumento&#39; prejuicioso de la otra persona. Yo nací en Barcelona, y en Barcelona tengo (o mejor dicho, debería tener) tantos derechos y obligaciones como cualquier persona nacida donde sea. Por otro lado, solo resaltar la parte no resaltada del exhabrupto de Carlos el Yoyas. Ese &#39;aunque a mí me saliese de las pelotas&#39; evidencia que a él no le preocupa que &#39;su&#39; chica no pueda vestir como ella desea, sino que él no pueda decidir por ella al estar en un país dónde otros hombres marcan las reglas sobre el resto de personas.
  • Tienda El Salto