A tres años del 15M: oposición popular

Dentro de un par de semanas se cumplirá el tercer aniversario del 15M, aquel momento en   que pareció que las contradicciones ponían al sistema contra las cuerdas. El movimiento se fraguó en una campaña electoral –“aburrida y previ­sible”, señala Carlos Taibo–, que es, justamente ahora, lo primero que se nos avecina en el panorama político. ¿Existe alguna posibilidad de que veamos repetirse un fenómeno similar?

07/04/14 · 9:00
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Dentro de un par de semanas se cumplirá el tercer aniversario del 15M, aquel momento en   que pareció que las contradicciones ponían al sistema contra las cuerdas. El movimiento se fraguó en una campaña electoral –“aburrida y previ­sible”, señala Carlos Taibo–, que es, justamente ahora, lo primero que se nos avecina en el panorama político. ¿Existe alguna posibilidad de que veamos repetirse un fenómeno similar? Si es por motivos, ahora hay muchos más, y más abultados, que hace tres años: hablamos de recortes criminales en políticas públicas, de  profundización en el neoliberalismo, de una furia normativista armada de contrarreformas con las que se pretende reactualizar aque­lla amenaza que lanzara Al­fon­so Guerra tras la primera victoria socia­lista: “A Espa­ña no la va a conocer ni la madre que la parió”. Que en sus veleidades de alquimista social el Partido Popular reciba apoyos puntuales, pero vitales, del PSOE y de los sindicatos oficialistas –amén, por supuesto, del poder empresarial o la Iglesia– no es sorprendente: se trata de la Unión Sagrada de las fuerzas vivas por el mantenimiento de la estabilidad institucional que precisan todas ellas para garantizar su propia supervivencia.
 

podrían repetir­se uno, diez y hasta mil Ga­monales sin que la situación política se revirtiera

Pero no se ve una respuesta popular a la altura del desafío. El significado de los escasos episodios positivos, con la lucha vecinal en Gamonal al frente, se restringe al sentido de resistencia: podrían repetir­se uno, diez y hasta mil Ga­monales sin que la situación política se revirtiera. Otros, como los incidentes acaecidos tras las Marchas de la Digni­dad, sencillamente revelan el grado de desesperación existente. De todos modos, las calles no pueden ser reducidas al papel de escenario de la confrontación social. Han de demostrar también que son capaces de construir una alternativa frente a la Unión Sa­gra­da.

A diferencia de la estrategia adoptada en 2011, hoy en día se ha puesto el énfasis en la participación electoral. Se esté de acuerdo o no con ella, todo paso debería estar orientado por un guión acordado previamente. Y es precisamente ahí donde se nota la falta de unos espacios de contrapoder como ámbito de decisión: de asambleas populares que actúen como mecanismos para la estructuración organizativa y el avance cualitativo de un movimiento político y social. Una de las mejores enseñanzas del 15M es la importancia de tejer una red de múltiples asambleas locales y vecinales, pero el principal reto sigue siendo conseguir potenciar en cada lugar un necesario giro a lo local que permita representar las inquietudes de la población. Aunque todo esto pueda parecer un panorama ideal, no implica que sea utópico o fantasioso. El deseo manifestado por las Marchas de la Dignidad de quedarse a acampar en Madrid por un tiempo indefinido responde a este interés de vehicular soluciones al margen de unas instituciones sumamente copadas.
 

El deseo manifestado por las Marchas de la Dignidad de quedarse a acampar en Madrid por un tiempo indefinido responde a este interés de vehicular soluciones al margen de unas instituciones sumamente copadas

A tres años del 15M ha llegado otra vez la ocasión para las asambleas. En esta ocasión, sin embargo, resultaría contraproducente volver a los programas regeneracionistas y a los llamamientos a la voluntad de la clase política. Es la hora de pasar a un protagonismo político –que no se debería identificar con lo institucional– que se caracterice por su capacidad de presión. Sería también el momento de abandonar las querellas cainitas que tanto nos carac­terizan, siempre y cuando se ­respetaran unos objetivos comunes.
Aunque el viejo adagio “cuanto peor, mejor” no es cierto, sí hay que reconocer que la experiencia, los errores y las dificultades sobrevenidas por el contexto pue­den contribuir a templar un movimiento. Nunca sabemos cuándo puede estallar la chispa: esperemos que para entonces hayamos aprendido algo. 

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comentarios

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    Indignatus
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    Mié, 04/09/2014 - 14:56
    No estoy de acuerdo con que la deslocalización del Movimiento 15 M, la "migración a los barrios y pueblos", fuera una buena estrategia, como tampoco creo que lo fuera la diversificación de objetivos y la multiplicación de comisiones. Lo que debimos hacer fue llegar a un consenso de mínimos -básicamente, un proyecto de nueva Constitución- y no abandonar las calles hasta que el proceso hubiera terminado; con casi el 90% de apoyo popular del Movimiento durante los primeros meses, tal era un objetivo factible, pudimos lograrlo, y si lo hubiéramos hecho habríamos cambiado el mundo. Pero no se pudo, y hoy es hoy. Vale. Pues, como hoy ya tenemos mucho más claros los objetivos políticos, lo que deberíamos hacer es concretar la estrategia en algo simple, sencillo y efectivo. Y tal estrategia solo puede ser una: rodear SENTADOS el Congreso, la Moncloa, la Zarzuela, los Ministerios, las Delegaciones de Gobierno de cada ciudad, las sedes del Tribunal Supremo y del CGPJ y demás centros clave para los tres poderes, y no levantar el culo de ahí hasta que se atiendan nuestras exigencias. Si una maniobra así la inician cinco o diez mil personas sin dar la oportunidad a infiltrados y alborotadores para que la saboteen -lo cual es tan simple como seguir sentado pase lo que pase alrededor-, en tres días habría millones siguiendo la jugada. Hasta que no hagamos algo así, no conseguiremos nada.
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    luiser
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    Mar, 04/08/2014 - 18:21
    <div class="autor" style="margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 15px; line-height: 16px; color: rgb(60, 61, 60); display: inline;"><strong style="margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; outline: 0px; vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-size: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit;">#1 remosqueto:&nbsp;Lo práctico es seguir haciendo cosas por nosotros mismos sin esperar a que nos concedan nuestros deseos los representantes políticos. Lo que ha resultado ser más práctico para las luchas ciudadanas a lo largo de la historia el es boicot, la huelga y la manifestación. Estas acciones ciudadanas cuanta mejor organización y coordinación tengan más practicas son, somos los productores y los consumidores en gran medida de casi todo, no nos hace falta recurrir a sus herramientas de control social (elecciones) para suponer una presión inaguantable para la oligarquía empresarial y política.</strong></div>
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    Unai57
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    Mar, 04/08/2014 - 17:59
    Estoy de acuerdo con Jonatan en que en la actualidad la red ciudadana partido X se presenta como una posibilidad de&nbsp;lobby&nbsp;ciudadano, tan urgente y&nbsp;necesario. Por lo que he podido averiguar, al entrar en los marcos institucionales&nbsp;no busca pérpetuarse en el poder bajo las mismas lógicas de siempre, sino que lo que pretende es presionar para que la promesa de la democracia radical pase de ser eso, una promesa, a ser una herramienta útil &nbsp;con la que generar las condiciones de una transformación democratica&nbsp;que posibiliten&nbsp;la transparencia, el control ciudadano de la gestión pública, la lucha real contra la corrupción y los intereses privados, el control de los flujos financieros, el derecho a voto real y permanente de los ciudadanos&nbsp;para aquellas cuestiones vitales e importantes que nos afectan, etc.&nbsp;
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    jonatan
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    Mar, 04/08/2014 - 14:21
    Bueno ahí anda el PartidoX que siempre se ha definido como un lobby ciudadano de presión. Era necesario atacar el tema político electoral y poder intervenir en ocasiones que no podemos seguir desperdiciando como son Europeas Municipales y Generales. &quot; #APorEllos desde TODOs los frentes&quot; digo yo. En el caso del EquipoX se postulan como lobby de presión en cuanto a regeneración democratica, anticorrupción y control de los flujos financieros, y el de las batallas judiciales contra las practicas bancarias.
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    remosqueto
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    Mar, 04/08/2014 - 01:43
    Ya, el problema es cómo se materializará esa presión, &nbsp;cómo vamos a realizar esa presión. Que herramientas prácticas vamos a emplear para ejercer&nbsp;esa presión. Las movilizaciones masivas puntuales(independientemente del grado de incidencia de fenómenos de violencia explícita) no parecen servir para mucho, y menos para &quot;ejercer presión&quot;. &nbsp;Entonces?
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