Votar, no votar

Como no solo me abstengo sino que trato de convencer a todo el que puedo de que tampoco vote, me gustaría exponer, con brevedad, cuales son las razones de mi postura.

, Filósofo
19/03/14 · 17:13

He leído o escuchado en estos días, y supuestamente desde la izquierda, fuertes críticas en relación a aquellos que no votan. La argumentación va dirigida tanto contra los sujetos que no se acercan a las urnas como a favor de que objetivamente sería saludable la votación para, así, trasformar nuestra pobre realidad sociopolítica. De los primeros se dice que se escudan en la comodidad y la indiferencia. Se trataría de un impuro purismo, de un ficticio progresismo, de una falta, en fin, de compromiso que no hace sino allanar el campo, ya bastante llano, a la derecha. Y desde un punto de vista objetivo, la participación sería necesaria si no queremos que todo siga igual y manden, a sus anchas y sin oposición, los de siempre. Como no solo me abstengo sino que trato de convencer a todo el que puedo de que tampoco vote, me gustaría exponer, con brevedad, cuales son las razones de mi postura.

Antes de nada, desearía que quienes incitan a votar concretaran a qué partido político habría que hacerlo. En caso contrario, la afirmación es completamente vacía. O, peor aún, se convierte en una simple autoalimentación del sistema, sea este aceptable o inaceptable. Y si se responde que es obvio que algunos partidos políticos son más dignos de ser votados que otros, en modo alguno lo negaré. Diferencias existen y están a la vista. Pero la cuestión no es esa. El hecho de que se den diferencias no afecta a la sustancia de un sistema que se mantiene inamovible. Más aún, el acto de votar puede hacer que perdure sin que se modifique su estructura seudodemocrática El hecho de que se den diferencias no afecta a la sustancia de un sistema que se mantiene inamovible. Más aún, el acto de votar puede hacer que perdure sin que se modifique su estructura seudodemocrática. Además, una actitud moralmente respetable pide que cada individuo sea realmente libre y sus acciones estén guiadas por principios sólidos y no por slogans. Si ningún programa le motiva y si no hay razón para dar un cheque en blanco, lo que tiene hacer es ser consecuente y no caer en la deleznable “sumisión voluntaria”. En cualquier caso, quien vote, y tiene todo el derecho de este mundo y del otro, debe reconocer que su decisión es pragmática, posibilista y reformista; y no una palanca que mueve hacia la revolución.

Respecto a la comodidad o indiferencia de los que se quedan en casa sin depositar el voto, no me cabe duda de que en muchos casos es cierto que existe comodidad o indiferencia. Hay quien da la espalda a los demás, mira alrededor con desprecio o simplemente sin ver. O que se tapa los ojos, de modo falsamente exquisito, ante el horror del mundo Pero otro tanto podría decirse de muchos de los que votan. Depositan la papeleta por inercia, porque les han lavado el cerebro, por miedo, por el infantil ritual de lo que llaman "deber ciudadano" o por imbecilidad. Por eso, y es lo menos que se puede decir, habría que distinguir la abstención pasiva de la abstención activa. Es esta última la que deseo defender y lo haré en varios pasos.

En primer lugar, considero que estamos dentro de unos poderes económicos que casi todo lo deciden. Los partidos políticos se convierten en la larga mano que favorece los intereses de los que mueven los hilos. Y los medios de comunicación funcionan como el bálsamo que cura todas las heridas o los correveidiles que ayudan a que se trague la mentira más mezquina. Siendo este el panorama, insertarse en el sistema es, de una manera o de otra, hacer que el poder en cuestión se perpetúe. Si alguien deseara que desapareciera el ajedrez, los dioses no lo quieran, sería absurdo limitarse a mover los peones. En segundo lugar, no me considero un miembro que se inscribe dentro de La Constitución española se hizo a la 'trágala', más como chantaje que como opción, es ridículamente monárquica, nacionalista en su peor sentido y niega el elemental derecho a la autodeterminación la Constitución española. Son muchas las razones pero basten estas. Se hizo a la 'trágala', más como chantaje que como opción, es ridículamente monárquica, nacionalista en su peor sentido y niega el elemental derecho a la autodeterminación. Y, en tercer lugar, la democracia española no solo es raquítica sino que está organizada para que todo funcione como una noria. Un partido se pasa el testigo a otro de forma que todo siga igual por los siglos de los siglos. La noria da vueltas y vueltas sin que se vean ni ahora ni en el futuro transformaciones reales.

Podría continuar, pero he seleccionado algunas de las razones de por qué no hay que votar. El terreno en el que actuar es el social. Es ahí en donde hay que buscar la alternativa que nos importe, el lugar en donde plantar la semilla de una política que sea radicalmente distinta a la actual. Lo político sí, la política no. Ni tan puros que sin manos ni tan sucias que todo sea suciedad. Como una última objeción se me podría decir que es compatible ir mejorando lo existente desde dentro sin perder el pie de fuera. Sin duda. Solo que por experiencia creo que el pie de fuera acaba desapareciendo. Pero, nobleza obliga, pienso que mis argumentos son mejores que aquellos a los que me opongo. No pienso que son, obviamente, similares a dogmas. Y pienso también que si tuviera que votar lo haría por algún partido de izquierda con el que comparto más de una idea y más de un amigo. De momento, sin embargo, estoy convencido de que es mejor no votar. Que es más fructífera la abstención activa. Por cierto, la que más teme el Poder.

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comentarios

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    Dario Castañé
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    Dom, 04/27/2014 - 17:24
    Me sorprende la deliciosa contradicción entre promover la abstención y criticar al mismo tiempo al que vota por &quot;inercia, porque les han lavado el cerebro, por miedo, por el infantil ritual de lo que llaman &quot;deber ciudadano&quot; o por imbecilidad&quot;. No entraré en profundidad en que el autor barre para casa y obvia que algunos votamos, e incluso construimos alternativas, para dar visibilidad a otros modelos. Las propias elecciones son una manera de dar a conocer nuevas propuestas, aunque no se alcance representación. Es precisamente ese mecanismo de promoción el que suscita cambios en las viejas estructuras de partidos ya establecidos y la aparición de otros. En estos últimos cuatro años se ha intensificado este proceso con el trabajo de muchas personas, dentro y fuera de las dinámicas electorales. Volviendo a la contradicción, si te abstienes &quot;sabiendo&quot; que tus conciudadanos son, según tu punto de vista, cuanto menos que imbéciles que sólo saben votar a un partido, lo haga bien o mal, &iquest;no es eso permitir la concentración de poder en esas personas &quot;sin criterio propio&quot;? Una de dos, o bien no todos son imbéciles (cosa mucho más correcta de asumir) o, si lo son, estás cediendo a la marea inexorable de votos &quot;zombies&quot; y reduciendo la diversidad de votos en un sistema que se autolegitima sin importar la participación. Vamos, como si la abstención fuera hacer pensar a los del PP que quizás en 2011 no les votó la mayoría de españoles, como expresan machaconamente, sino un 28% de los que emitieron un voto válido. Comprendo que no todos quieran construir sus alternativas o unirse a alguna ya existente. Hacer el trabajo de difusión, construcción y mantenimiento de una alternativa es agotador. Creo que he perdido años de vida pero ha valido la pena, aunque yo no sea diputado ni regidor. De hecho, la abstención activa no es para nada nueva. En 1933 la CNT consiguió una alta abstención que, unida al recién estrenado voto femenino dominado por la Iglesia, aupó un gobierno de derechas en la II República. O en Jamaica, donde hubo una <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Jamaican_general_election,_1983">abstención del 97,3% en las elecciones de 1993</a>. Sí, sólo votó un 2,7% de la población. &iquest;Resultado? Siguió gobernando el mismo primer ministro contra el que protestaban, que gobernó durante <strong>6 años más</strong>. Otros casos se pueden consultar en la <a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Election_boycott">Wikipedia</a>. Finalmente, el dedo en la llaga: yo no diré a qué partido debe votar el autor, eso sería tratarlo de imbécil e incapacitado para informarse por su cuenta (aunque él generalice y asuma esos epítetos a mi persona), pero debo preguntarle, &iquest;acaso desconoce que la abstención es uno de los mecanismos usados por los partidos mayoritarios para vencer a su rival? Lea <a href="http://www.publico.es/espana/54470/si-logramos-sembrar-suficientes-dudas-los-votantes-socialistas-se-quedaran-en-casa">este artículo</a> y replantéese quién le hace el juego al poder fáctico, si el que batalla con los &quot;elementos&quot; en contra o el que añade fuerza a una estrategia del que ya tiene el poder. Aquí algunos enlaces para los que quieran informarse de las opciones antes de abstenerse. <a href="http://electio2014.eu/">Electio2014</a> <a href="http://quehacenlosdiputados.net/cinco-claves-para-entender-las-elecciones-al-parlamento-europeo-2014/">Cinco claves para entender las elecciones europeas de 2014</a>
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    Bruno
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    Mié, 04/23/2014 - 09:02
    He tenido este debate con personas de mi entorno y nunca veo ni un solo argumento de como la abstención va a cambiar algo. La abstención por definición siempre va ser pasiva puede que además de abstenerse decidas actuar en algo pero eso no quita que la abstención es dejar de votar. Con lo que la abstención activa es una falacia existe la abstención y otras actuaciones como cosas separadas. Te dejo una alternativa http://partidox.org/programa para la abstención y http://mecambio.net para tu parte activa.
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    maioio
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    Mar, 04/22/2014 - 12:11
    Me parece que el argumento de Sádaba es muy válido como moral individual. Pero creo que como práctica colectiva la pura movilización sin una dimensión electoral no da resultado. Y viceversa. Las preguntas de siempre: cómo articular una alternativa común sin tomar las instituciones? Creo que esto solo funciona como fuerza destituyente, como en Egipto, o posición de resistencia, como en Chiapas. &iquest;Y cómo evitar los vicios de la democracia representativa si se toman?&iquest;Y si sólo fuera una candidatura no para gobernar sino para iniciar un proceso constituyente?&iquest;Y después...? Véase los enfrentamientos de los gobiernos bolivarianos con los movimientos sociales que los auparon. &iquest;Se puede integrar una dimensión electoral con una de movimientos horizontales, &quot;abrir un plano más&quot; a lo AFS? Lo seguro es que nos vamos a seguir viendo en las calles
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    maioio
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    Mar, 04/22/2014 - 12:10
    Me parece que el argumento de Sádaba es muy válido como moral individual. Pero creo que como práctica colectiva la pura movilización sin una dimensión electoral no da resultado. Y viceversa. Las preguntas de siempre: cómo articular una alternativa común sin tomar las instituciones? Creo que esto solo funciona como fuerza destituyente, como en Egipto, o posición de resistencia, como en Chiapas. &iquest;Y cómo evitar los vicios de la democracia representativa si se toman?&iquest;Y si sólo fuera una candidatura no para gobernar sino para iniciar un proceso constituyente?&iquest;Y después...? Véase los enfrentamientos de los gobiernos bolivarianos con los movimientos sociales que los auparon. &iquest;Se puede integrar una dimensión electoral con una de movimientos horizontales, &quot;abrir un plano más&quot; a lo AFS? Lo seguro es que nos vamos a seguir viendo en las calles
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    JorgeG
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    Dom, 03/23/2014 - 19:33
    Creo que el argumento de la abstención activa suele venir de sectores activistas muy desconectados de la mayoría de los trabajadores, aunque busquen defenderlos honestamente. Aquí la carta a la redacción de unos autónomos, esos olvidados del movimiento obrero: http://www.lamarea.com/2013/10/28/ti-que-votas/
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    MARÍA DEL OLMO
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    Dom, 03/23/2014 - 16:33
    Quiero agradecer a Javier Sádaba su valiente artículo, y reconocer la &nbsp;integridad intelectual y personal que le ha acompañado toda su vida. Su artículo en defensa de la abstención activa cobra especial relevancia estos días que asistimos a un espectáculo&nbsp;público&nbsp;de &quot;carroñerismo&quot; político. Vamos a contemplar como se construye un santo a quien pasear en andas y que produzca el milagro de una lluvia que limpie toda la inmundicia política de los últimos tiempos. La instrumentalización de un muerto es de las cosas más indignas que el ser humano puede hacer. Menos mal que quedan marchas por la dignidad y voces críticas que siguen peleando por removernos del letargo y por inmunizarnos contra la manipulación que pretende vendernos que esto es una democracia real y no un inmenso basurero que se nutre de la miseria de la gente.
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    Bertrand
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    Sáb, 03/22/2014 - 19:57
    Yo, desde luego, no pienso votar. Y no me vale la versión izquierdista del &quot;voto útil&quot;. Los que ponen y quitan gobiernos son los que votan, así de claro. De hecho, los electores deberían suscribir una especie de contrato haciéndose responsables de las medidas que toman sus elegidos, esos en quienes han delegado su capacidad de acción por razones que a ellos les parecen muy evidentes y que, a lo mejor, no lo son tanto. En cuanto a eso de luchar desde dentro, llevamos escuchando ese cuento desde la I Internacional y ha quedado bastante claro, si el objetivo es un cambio social radical, que tú no tomas el poder, es el poder el que te toma a tí.
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    Sáb, 03/22/2014 - 17:11
    Ahora bien, si la ley electoral reparte los escaños entre los partidos que reciben más votos, <strong>independientemente del porcentaje de personas que vayan a votar</strong>, si &quot;el sistema&quot; es un virus que está esparcido en todo el mundo y la gente que ejerce la &quot;abstención activa&quot; (que para mí es un oxímoron), sois 4 gatos e imposibles de contabilizar en unas abstenciones ni de diferenciar con la pasiva.... &iquest;En qué beneficia la abstención al ciudadano sea activa o pasiva? En nada.&nbsp; Sin embargo, votar a otro partido que desde dentro del sistema trate de cambiar las cosas o de, al menos paliar lo que hacen los 2 grandes partidos que han gobernado durante 33 años, es una opción que puede otorgar un mayor bienestar social sin cabrear a los que de verdad mandan. Los cambios revolucionarios suelen conllevar guerra y muerte. Yo no quiero guerra y muerte. Quiero cambiar las políticas de PSOE y PP. Y quiero un proceso constituyente. Y quiero participación ciudadana en las decisiones políticas. Y si buscas, hay partidos que llevan todo eso en su programa y cuyo funcionamiento interno hace que no puedan aprovecharse del voto de sus votantes y militantes. Hay alternativas. Pero no consisten en no votar. <strong>Hay que Votar a Otros</strong>. Con cabeza.
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    pablo garzon bermejo
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    Sáb, 03/22/2014 - 16:44
    no entiendo porque la abstencion va contra el sistema. no entiendo como se pretende hacer algo dejando de hacer algo. no entiendo porque no se pueden usar las palancas de un sistema para cambiarlo desde dentro. lo siento, he ledio el articulo y sigo pensando lo mismo que antes. votar puede servir para ayudar a elegir quien se sienta en las sillas a hacer la ley. y puede servir para ayudar a elegir a quien esta en el gobierno. incluso puede ayudar a que se cambie la constitucion, como ya hicieron el pp y el psoe antes de las ultimas elecciones generales. a mi las razones que le da me parecen mas a favor del voto en blanco, seacaso... al menos asi muestras que hay algo que no te gusta pero te interesa lo que pasa. sino tu actitud se suma a los que juegan a la consola. yo proponia como partido izquierda anticapitalista, despues de podemos no se con quien quedarme, supongo que con alguno que defienda una sola idea que me guste, tipo antitaurinos o procanabiss... al menos asi se sabe que pienso en algo concreto, ya que nadie me gusta en todo... pero la defensa activa de la abstencion me parece absurda. no logro entenderla me parece gastar energias en algo que no hace nada
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    psicoloco
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    Sáb, 03/22/2014 - 01:49
    Desde el respeto a la abstención activa (no así a la abstención pasiva ni al voto no reflexivo), sigo considerando más útil la opción posibilista de todas las formas no violentas de lucha, incluyendo la votación, más aún cuando están surgiendo alternativas electorales que apuestan cada vez más por la conformación de sus propuestas y de sus listas de forma comunitaria y desde abajo (con matices y en mayor o menor grado, Podemos,&nbsp;Equo, CUP. Partido X, Compromís,&nbsp;IU, ICV..). Al mismo tiempo, comparto con Sádaba la amistad por muchas propuestas de dichos partidos y por personas que participan en estos colectivos. También lamento que la lista de partidos sea tan larga. Ojalá hubiera una unidad desde abajo a la izquierda, para hacer así más útil la presencia en los órganos representativos.
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    J. A.
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    Sáb, 03/22/2014 - 01:42
    Me gustaría que en otro texto o por aquí desarrollaras la idea que cierra el texto: &iquest;por qué la abstención activa es la que más teme el poder?&nbsp;
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    Federico Miguel
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    Vie, 03/21/2014 - 15:52
    Interesantísima&nbsp;reflexión y argumentación de Javier Sádaba, es el momento de pensar seriamente que no votar es una alternativa muy ética y muy efectiva,a la nauseabunda &nbsp;realidad política que nos rodea.
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